how i met your father || bts harem fanfic [+18] [FINALIZADA]

37; in love

Otoño había llegado a Corea del Sur en un visto y no visto dando por finalizados los largos días de brillante sol, siendo estos reemplazados por cielos nublados y fuertes vientos por la época de tifones. Era como si el verano se hubiera ido de la noche a la mañana como si tuviera prisa para no prolongarse mucho con la entrada de septiembre al calendario.

Caminaba por las calles de Gangnam volviendo de la universidad con la fría brisa azotando mi cara hasta congelarme los pómulos y humedecerme la nariz mientras me cerraba la cremallera de mi chaqueta bomber rosa palo de camino a las oficinas de Big Hit Entertainment, pensando en que, aunque llevara tan solo unos cuantos días de clase en el nuevo semestre de otoño, ya tenía que entregar muchos trabajos y me costaba un poco volver a coger la rutina para compaginar mis estudios con Big Hit.

Sin embargo, volvía motivada un día más a mi estudio continuando con entusiasmo todo lo que hacía profesionalmente pero, sobre todo, estaba emocionada porque los chicos habían regresado a Corea a principios de aquella semana y era solo cuestión de esperar que un día aparecieran por el edificio. Lo cierto es que podría haberles preguntado cuándo lo harían pero desde mi declaración no intencionada a Taehyung me daba una vergüenza terrible hablarles y más cuando ahora sabían por qué estaba tan interesada de que regresaran. Además que, por alguna razón inexplicable, prefería hacer las cosas más complicadas de lo que realmente eran y llevarme la sorpresa cuando los viera.

Suspiré, notando como mis mejillas se sonrojaban mientras mis botas pisaban fuerte el asfalto a dos calles de llegar a mi destino y continuaba perdida en mis pensamientos. Desde que había aceptado que Taehyung me gustaba lo tenía mucho más presente que antes y no salía nunca de mi cabeza, dándome cuenta entonces de que todo lo que sentía ahora por él había ido creciendo de manera subliminal a lo largo de estos meses.

Pensar en Tae tan sólo conseguía que no pudiera centrarme en clase ni pudiera dormirme por la noche dando mil y una vueltas por mi cama una y otra vez pensando en aquella llamada y, lo más importante, qué es lo que pasaría cuando lo tuviera delante.

Es entonces cuando aparecían mil preguntas en mi cabeza acerca de ese momento acompañadas de otros mil escenarios que yo misma me montaba imaginando la escena. ¿Sería como en las películas y nada más vernos nos besaríamos siendo después felices para siempre? ¿O tal vez en este mes había cambiado de opinión y ya ni se acordaba de mi nombre tras casi tres años de amistad?

No pude pensar mucho más en esto cuando empujé la puerta acristalada de la entrada principal de la sede de Big Hit y fui directa a mi estudio, no sin antes no poder evitar ojear las puertas abiertas de los pasillos con la esperanza de encontrar un rastro de los chicos, pero eso no ocurrió y antes de que me diera cuenta ya estaba en mi habitación dejando mi mochila con todos los libros de la universidad junto a la estantería para ponerme a trabajar.

Perdí la noción del tiempo en mi ordenador dentro del programa de mezclas, notando como mi cerebro trabajaba a mil por hora cuando, de pronto, una notificación saltó en mitad de la pantalla haciendo resaltar un mensaje que había recibido de una aplicación de mensajería instantánea y videollamadas, tratándose de un mensaje de Yoongi:

"¿Dónde estás?"

Fruncí el ceño y cliqueé sobre el mensaje abriéndose el chat, antes de deslizar mis dedos sobre el teclado para responderle que estaba en mi estudio como siempre todos los martes por la tarde. Mi propio texto se marcó en leído segundos después y pude ver como él volvía a escribir pidiéndome que me bajara a la primera planta y saliera frente a la fachada del edificio.

Con un cosquilleo que subió desde la punta de mis pies hasta mi cabeza, guardé el proceso de la maqueta que estaba haciendo y salí del habitáculo con tan sólo mi teléfono celular en la mano, sin evitar sentirme nerviosa porque aquel momento que tanto había estado esperando, ver a Taehyung, se estaba acercando a pasos de gigante y aquellos mensajes de Yoongi habían sido la pista definitiva de que no tendría que esperar más para ver de regreso a los chicos de BTS.