1. El principio no define el final

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Y aquí estoy, Emily Aston, en mi último día de clases de mi último año de clases en el colegio Sonding para señoritas bien, estoy a cinco minutos de salir de vacaciones de verano, y lamentablemente ayer me dieron la noticia de que todo el verano estará llena de actividades relacionadas con la boda de mi hermano mayor Matt. A pesar de que ya no podré ir de vacaciones como cada año con mis amigas, al menos podré estar en eventos sofisticados como se que serán las cenas y almuerzos que organicen.

El único problema en cuanto a todo eso es Dean Brown, el hermano menor de la futura esposa de mi hermano Natalie, ese chico me fastidia a más no poder, el esta en su último año en el colegio Barnabas que es la escuela hermana a la mía, mientras la mía es para señoritas, la de el es para jóvenes, ambas son dirigidas por la directora Lara Collins, quién convenientemente es amiga de mi madre.

Debido a que ambas escuelas están técnicamente juntas, sólo separadas por una pared, hay contacto entre ambas escuelas, claro que no mucho ya que sólo se juntan ambas en eventos especiales o entre periodos de clases caminaban por los mismos pasillos. Dean tiene cierta reputación entre ambas escualas, el es conocido como el chico más mujeriego, ah salido con casi todas las chicas del Sonding, excepto conmigo claro, yo salgo actualmente con David Bright, el chico con el que todas quieren salir.

Al principio del año Dean trató de conquistarme pero se cansó después de dos meses ya que vio que no podría salir conmigo. Ahora debo pasar todo el verano en eventos y actividades con el ya que como ambos somos hermanos de los novios, estamos ubicados muy cerca el uno del otro en todo los que se realicen, juntos en las cenas, en los almuerzos. Al menos no le gusta asistir a las cosas de planeación de la boda.

Todo el asunto de la relación entre mi hermano y su prometida empezó porque nuestros padres lo arreglaron todo, ambas familias son ricas desde hace generaciones, ambas tienen compañías muy exitosas y se relacionan muy bien en la sociedad ya que asisten a galas de caridad y crean fundaciones; ellos pensaron que sería algo beneficioso para todos el relacionarse de ese modo. Al principio ambos se opusieron, después de volvieron grandes amigos, luego se enamoraron, y ahora se preparan para la boda.

Los cinco minutos pasaron rápidamente, cuando lo hicieron tomé mis libros y salí del salón, caminé hacia mi casillero donde ya me esperaba mi mejor amiga Elizabeth Rhodes, una chica rubia, alegre, muy hermosa, con la que todo chico mataría por salir, ella había sido tan comprensiva conmigo respecto a mis quejas sobre tener que pasar las vacaciones con en casa en vez de ir con ella a cualquier lugar al que se dirija el avión que salga más próximo a la hora que nosotras lleguemos al aeropuerto.

-¿y bien? -comenzó Elizabeth- ¿Ansiosa por pasar tu verano con el molesto Brown?

-Bueno, confiaré en mi suerte y esperaré que sólo nos veamos lo mínimo. -dije molesta.

-Tranquila Emm -me dijo mi amiga- ya verás que no es tan malo, además, yo también asistiré a gran parte de esos eventos.

-¿Pero qué se supone que haga en los que no lo hagas? -dije en tono de berrinche.

-Te las arreglarás, siempre lo haces -dijo al mismo tiempo que llegábamos a la salida.

-Eso espero, ¿vienes a mi casa? -pregunte con esperanza.

-Lo siento Emm, mamá me quiere ya, pero mañana en definitiva iré, tenemos que disfrutar el primer día de vacaciones. -después de decir eso, se subió a su limusina y se fue.

No tarde mucho en encontrar la limusina que me recoge a diario, me subí en ella y fui todo el camino mirando por la ventana en silencio, al llegar a casa el vehículo se paró frente a la entrada de la casa, baje y camine los pocos metros hacia las escaleras que daban con la gran puerta de madera.

Del odio al amor hay un solo veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora