One Shots | Bill Skarsgård

Estando contigo.

Narra Bill

Al terminar de grabar una escena para la segunda parte de IT me dirijo a mi camerino, al llegar cierro la puerta y comienzo a desmaquillarme, tomo una botella cerrada que se encontraba en el tocador suspirando exhausto. Comienzo a quitarme el disfraz pero un ruido detrás de las cortinas me interrumpe, es la chica de maquillaje, esta muy sonrojada y no sabe que decirme.

- Oh discúlpeme yo solo estaba terminando de recoger mi material - tropieza con mi mochila y vuelve a disculparse.

Ignorando sus disculpas le pido de favor que vaya a traerme mi celular que he dejado en la mesa de buffet. Al regresar me trae mi celular y una nota que dice lo siguiente:

"Billy

Ya que no nos esperaste para ir por esas cervezas dejamos tu celular aquí, para la próxima se paciente y no te adelantes al Bar.

Sabes que te queremos.

Atte: Andy "

- Mierda...

- ¿Está todo bien? - pregunta la maquillista.

- No, Andy y los demás nos dejaron encerrados aquí.

- ¿¡Qué!? - abre unos ojos como platos. - ¿Pero por qué?

- Por que piensan que yo me fui antes que todos e imaginaron que el estudio ya estaba vacío.

La chica deja su material en el suelo y comienza a caminar de un lado a otro por el cuarto.

- Tranquila ya le he dejado un buzón de voz a Muschietti, no tardará mucho en verlo.

- ¿Y qué pasará si no lo ve?

- Sé que lo hará... - miro el suelo. - En dado caso que no lo hiciera, tendremos que quedarnos aquí hasta el amanecer.

- Hay no... - ella se inclina y se sienta en el suelo.

Yo trato de no tomarle importancia a ella, pero si nos quedaremos toda la noche aquí encerrados, creo que al menos debería de saber su nombre.

- ¿Cómo te llamas? - pregunto.

Me mira tímida.

- Me llamo _________. - dice su nombre sin mirarme a los ojos.

- Mucho gusto _________. - sonrío.

Asiente su cabeza y mira su reloj de mano.

- ¿Tenias algo pendiente?

- Tenia muchas cosas pendientes.

- Si, yo también.

- El problema es que yo no iba a ir con mis amigas a beber. - su tono suena molesta.

- ¿Hice algo mal? - digo confundido.

- Yo tengo muchas obligaciones, y tuve que quedarme. Si no me hubiera quedado discúlpandome e ir por tu teléfono no estaría ahora aquí contigo. - alza las manos en el aire.

- ¿Insinuas que es mi culpa?

- Digo que a veces eres muy mandon.

- Yo nunca te pedí que te quedarás a espiarme detrás de las cortinas. - las señalo.

- Es inútil quedarme a pelear aquí contigo. - se pone de pie saliendo de mi camerino.

- ¡Bien! - grito.