Dulce Sonrisa | Parte II

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Este chico Bill es muy simpático, pero es obvio que él no se fijará en alguien... como yo.

― Realmente eres muy callado ― me dice Liam. ― Pláticame algo de ti.

Trato de mirar a otro lado que no sea Bill. Pero me resulta difícil tratar de desviar mi mirada con esa sonrisa que me trae loco y esos ojos hermosos.

― La verdad no hay nada de interesante en mi... solo una vida común.

― ¿Y para ti qué es una vida común?

― Una vida normal.

― Vaya... de verdad no quieres hablar.

― No, no pero... no se que pueda decirte al respecto... me gustan los perros.

― Al menos tuviste la iniciativa de comenzar una conversación sobre animales...

No he podido tener una conversación con Bill, solo se la paso platicando con Charly. Después de terminar la clase de Historia, Melissa se acerca a mi diciéndome que ella me acompañará a mi taller.

― Aquí es tu taller de Pintura, suerte Santiago. ― antes de dar la media vuelta ella se detiene a decir. ― Hay muchas chicas lindas aquí, suerte con eso. ― me guiña el ojo y se aleja.

Melissa tenía razón, hay muchas chicas en este taller, me acerco al maestro informando que soy nuevo y él me da un lugar casi al fondo y le doy las gracias por eso. Dejo mi mochila a un lado de mi banca, tomo asiento y miro la variedad de pinturas y brochas que hay en un estante.

― Vamos a comenzar a pintar algo fenomenal. ― nos muestra la imagen de una mujer desnuda. ― Les recomiendo que se tomen su tiempo, pues éste será su examen.

― Mierda...

― Qué sucede nuevo, ¿no sabes dibujar? ― me dice una voz atrás de mi.

Es Bill, que emoción.

― Si pero hoy es mi primer día en este taller y ya tengo un examen. ― miro mi caballete. ― Ni siquiera tengo material.

― La pintura que necesites la puedes tomar prestada del estante, al igual que las brochas, pero si quieres yo te puedo prestar una brocha. ― sonríe.

― Gracias. ― le devuelvo la sonrisa.

Bill me ayuda a retocar algunos detalles de mi pintura, es muy atento y educado. Es difícil tratar de no mirarlo, y parece que no soy el único pues todas las demás chicas también lo miran.

― ¿Por qué estás en este taller? ― le pregunto.

― ¿Por qué estás tú en este taller? ― ríe.

― Bueno, se me hizo menos aburrido, y digo tu deberías estar con tus demás amigos en carpintería.

― Me gusta pintar, y soy bueno para esto.

El resto de la clase nos la pasamos platicando, él me cuenta cosas sobre esta escuela y sus amigos, yo le cuento un poco de mi, no todo o tal vez podría perder la amistad con Bill y estamos comenzando bien.
Agradezco haberme apuntado en ese taller.

1 mes después.

Bill queda muy cerca de mi casa y pasa a recogerme en su auto todos los días para ir juntos a la escuela. A mi mamá le cae bien pero le pedí que no dijera nada acerca de mi preferencia sexual.
Después yo se lo diré, pero por el momento no.

― Hola San, antes de ir a la escuela haré una parada a la tintorería, mamá me pidió que pasará a recoger un encargo.

― Oh si esta bien.

One Shots | Bill Skarsgård Donde viven las historias. Descúbrelo ahora