Esa noche te esperé,
esperé una llamada o
al menos un mensaje.
Qué triste lo que me pasó:
tan ilusa al principio
tan abierta y confiada
de que no me hagas nada
y que me entregues todo.
Te esperé y quedé triste.
Lo bueno fue tu no respuesta
porque, siendo sincera,
si respondías,
te hubiera esperado
y lo seguiría haciendo
a las cuatro de la mañana
bajo la lluvia, yo mojada
y triste.
Pero no, para mi suerte
no respondiste
y qué mejor, sino ahora, flaco,
tendría más roto el corazón.
Me molesta,
te estoy queriendo mucho.
Demasiado a vos
más que a mí
y se supone que yo
soy la persona más importante
y que debo amarme y elegirme
primero antes que cualquiera.
Se supone.
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Ausencia repentina©
PoetryPorque simplemente, a veces, dejamos de ser. Esto no se trata sólo del amor y la manera en que un corazón roto enfrenta al mundo. Lo escribí entre septiembre del 2017 y finalizó en febrero del 2018. Mi realidad es muy diferente ahora y aun así quie...