Debería escribirte una carta de despedida.
Pero ¿para qué?
Si siempre vamos a encontrarnos
en el lugar menos pensado.
Han pasado varios días desde que...
Desde aquella ultima vez,
donde yo la pasé muy mal,
donde quería que me acompañaras,
estuviste ahí pero no del todo
¿me entendés?
Dijiste que sí
y por tus expresiones creo que un poco no.
Tranquilo, cariño, yo tampoco logro
entenderme a veces
y es que mi corazón ha sido roto
fui yo la causante del daño,
yo la que hace explotar mi cabeza
y la que rompe mis pensamientos.
Dios, no sé cómo sigo
pero aquí, conmigo, las cosas se ponen
frías como mis manos.
Debería escribirte una carta de despedida.
Pero la música está fuerte
y me trae buenos recuerdos,
míos con los hombres que me hicieron
distinta.
Míos de pequeña
y cuando estallaba en risas.
Y tuyos no, andá a saber por qué no
me dejas de joder y te vas a volar,
que tanto te gustan las mujeres libres,
andá a buscar la que te traiga la luna
y le guste escucharte decir que
sos el mejor de los machos que conoce
y el inolvidable, que se olvida en dos noches.
Debería escribirte una carta de despedida.
Y aquí estoy,
acostada mirando el techo,
voy a arreglarme el cabello
y un poco las ideas,
un poco mi vida.
Estuve perdida, ahora entiendo
no estaba en mi
pero las letras me ayudan,
me sacan de mi yo antiguo
para mandarme a la nueva versión,
la que escribe de amor pero sólo
tiene el suyo propio para abrazarse
mientras los demás entran y salen.
Debería escribirte una carta de despedida.
En donde mis ojos lloren
y mis manos ardan
y a vos se te parte el pecho por darte cuenta
que me perdiste y que el vacío
que quisiste llenar conmigo
está más grande y con más insomnio.
Mirando hacia atrás, nuestra historia,
la historia de un nosotros que jamás se unió,
fue muy bonita al principio pero
llena de mentiras,
y es que yo quise ocultar mi encanto por
los amores pasajeros,
estos que adoro porque me ayudan
a escribir y a descubrir una parte de mí:
celosa, loca, divertida, linda, aburrida
manipuladora, feroz, capaz, luz, amor.
Brindo luz y paz a estos amores,
les doy perdón y me perdono a mí
por la ceguera del principio,
al pedir algo que yo sola puedo darme.
Debería escribirte una carta de despedida.
Las despedidas me duelen hasta los huesos,
más de esas que no tienen ni principio ni fin
donde sólo se saludan con varios besos,
tantos que no sé si es un
Hola o un Adiós.
Ya que...
Es lo mismo, me da lo mismo, iguales sin sentido.
Desvarío, mis dedos pesan y mi corazón se agranda.
La cabeza duele y el amor me inspira.
Debería escribirte una carta de despedida.
Después de tantas palabras
algunas que me duelen, otras que me sanan.
Después de un tiempo mis letras ya no lloraron
y mis labios ya no callaron por temor,
lo siento cariño, pero aquí está mi adiós.
ESTÁS LEYENDO
Ausencia repentina©
PoetryPorque simplemente, a veces, dejamos de ser. Esto no se trata sólo del amor y la manera en que un corazón roto enfrenta al mundo. Lo escribí entre septiembre del 2017 y finalizó en febrero del 2018. Mi realidad es muy diferente ahora y aun así quie...