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A veces pienso mucho

y vos estás bastante tiempo

en mi cabeza.

Te pienso,

te escribo,

te idealizo

pero ya no te siento.

Y está bien.

Supongo que eso me hace ver

cosas que antes no podía

o no quería.

Pero muy en el fondo

pienso en vos

y en todo lo que te pasó

para que seas así como sos.

Que tenés una personalidad hermosa

y que mucho daño me hace mí

porque yo soy así, frágil y de

encariñarse rápido.

Sos así

y las maneras de describirte

ya las dije al menos cien veces

que es mucho

porque yo hablo demasiado poco.

Sólo pienso en vos

y en el deseo de que estés bien,

tengas paz,

te encuentres a vos mismo

y seas próspero y feliz.

Te quiero mucho y

es inevitable.

Aprendí a hacerlo al ver

que lo que importaba era

tu felicidad, tu amor

y por supuesto,

mi bienestar, mi felicidad y el amor

que me doy.


Ausencia repentina©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora