Capítulo 21

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Dedicación a mi linda Mary, bella de mi corazón. Feliz cumpleaños vida mía, te quiero mucho, gracias por tanto apoyo que me has brindado. Que tengas un lindo día bebé



















Dos años, dos años había estado atrapado en éste lugar... mi tratamiento había sido un éxito, estaba completamente curado... lo imposible se había vuelto posible. Y todo gracias a Robert Lightwood... todo gracias al padre de mi ex novio.

Al principio no quería el tratamiento, pero el hombre vino hasta Suiza solo para persuadirme de que lo continuara... costó pero así lo hice...

Aunque el dolor de la pérdida de mi novio era como tener una herida abierta con la que tenías que sobrevivir día a día... un dolor completamente insoportable.

-Sabes que no tienes que volver a Estados Unidos si no quieres –me dijo Lorenzo mientras yo cerraba mi maleta.

Yo lo miré enternecido y le tomé la mano mientras lo miraba con adoración. En los últimos dos años éste hombre se había convertido en más que mi doctor, mi mejor amigo, mi fiel compañía, mi confidente, dolía dejarlo pero...

-Tengo que hacerlo –señalé plantándole un suave beso en la mano antes de dejarla caer.

-No, no tienes, tu padre lo entenderá y...

-Lorenzo –lo detuve mientras tomaba mi maleta y la bajaba de la cama; negué y suspiré pesadamente–. Tengo que volver con él.

-Pero... ya no te quiere –señaló el chico y sentí como si me hubiera apuñalado en el pecho; hice una mueca y lo miré con tristeza.

-Haré que me quiera nuevamente.

-Pero si Underhill no pudo convencerlo...

-Porque él no ama a Underhill –lo interrumpí.

-Pues a ti tampoco... ya no.

-Haré que me ame –afirmé con seguridad.

-Pero si...

- ¡Lorenzo ya basta! –Lo detuve mirándolo irritado–. Ya basta, haré que Alexander me ame nuevamente y ni tú ni nadie lo impedirá.

-Bien... –el joven suspiró rendido mientras me miraba con cansancio y asintió–. Iré a empacar mis cosas.

Yo lo miré sorprendido con mis ojos abierto de par en par.

-Espera. ¿Qué? –Pregunté mirándolo con pasmado.

-No pienso dejarte solo –señaló el chico acariciando mi mejilla con suavidad–. Sé que crees que van a volver... pero si tu corazón se hace pedazos nuevamente quiero estar allí para ti, para recoger los pedacitos y no dejarte caer –indicó mirándome con una gran sonrisa; yo corrí hacia él y lo abracé con fuerza.

Perdido en la oscuridad (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora