Capítulo XV

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Sentía un a penetrante mirada fija en su espalda. No importaba a donde fuera en el recinto, la mirada lo seguía, incomodándolo hasta el punto de que el nerviosismo lo dominaba y comenzaba a tartamudear frente a sus alumnos. Debía detenerlo.

Para la hora de almuerzo, se dirigió hacia la zona de camerino para los trabajadores del lugar y se apoyó en uno de los lockers, esperando a quien sabía que no demoraría en llegar.

—Sousuke, tienes que detenerte.

—¿Detener qué? —el moreno se paró delante de él, mientras seguía intimidándolo con la mirada.

—Eso, precisamente eso —Sousuke levantó una ceja—, acosarme con la mirada, seguir cada uno de mis pasos. Estar tan pendiente de mi.

—No estoy tan pendiente de ti, Makoto. Solo quiero que me contestes la pregunta que te formulé en la mañana, vamos, que te pedí que repitieras eso y saliste huyendo.

Yamazaki dio un paso para estar más cerca de Makoto, le tomó la cara con una mano y lo obligó a que lo mirase. Estaban tan cerca el uno del otro que podría ser comprometedor si es que alguien entraba al lugar y los veía de esa forma, pero no había espacio en la mente para preocuparse de esas cosas.

—Sousuke, no me hagas repetirlo. Solo fue algo que dije, y ya.

—¿Por qué no puedes volver a decirlo? —la respiración de Sousuke se estaba volviendo en la misma que la de Makoto.

—Porque... me da vergüenza —el castaño se tapó la cara con ambas manos.

—¿Vergüenza? Makoto, ya no eres un adolescente para que algo así te vergüenza, ¿no lo crees?

—¡Sousuke! Por si lo haz olvidado... esta sería mi primera vez en una situación así. No tengo tanta experiencia como tu en estas cosas.

—¿Tanta experiencia? ¿Qué te hace creer que la tengo? —el tono de voz del moreno sonaba hasta ofendido.

—No lo sé... ¿la tienes?

Sousuke dudó un segundo en sí debía o no contestar aquella pregunta. No, era una trampa, lo mejor que podía hacer en ese momento era desviar el tema.

—No estamos hablando de mi aquí... —se llevó ambas manos al pelo y dio un paso atrás, pensando en que objetivamente, Makoto tenía razón. —Dices primera experiencia, pero ¿Nanase?

—Oh vamos, sabes como fue todo el tema con Haru, lo de nosotros se fue dando poco a poco desde nuestra adolescencia, no hubo un "momento" —imitó las comillas con sus dedos—, fue algo completamente natural entre nosotros. Nunca tuve que pasar por nada de esto.

—Entonces, ¿dices que conmigo sí hubo un "momento"? —Sousuke imitó el gesto de Makoto y se volvió a acercar a él, hasta dejarlo completamente atrapado contra los casilleros.

El castaño desvió la mirada. Recordar ese "momento" en que se había percatado de lo que sentía hacia Sousuke le traía recuerdos amargos, volver a recordarlo con Kisumi entre sus brazos y besándose... le dejaba un mal sabor en la boca.

—No es nada que importa, ahora aléjate, alguien podría venir —le dijo lo último en un susurro.

—¿Ahora te preocupas de eso? —de todas formas Yamazaki se alejó hasta el otro lado y apoyó su espalda en los otros lockers—. A mi me da igual si alguien se entera.

—Es porque eres un idiota —Makoto suspiró y se sentó en una banca que había al medio—. ¡Ah! Por cierto, creo que hoy me retiraré más temprano, tengo que pasar por mi... por el departamento y buscar al menos ropa y mis cosas personales.

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