Escuchar la voz de Talia a través del comunicador me dio repulsión. Esa mujer exigía llevarse a Bruce a su guarida para vaya saber qué cosas hacer con él. Dudaba que lo pretendiera a su lado simplemente para tener una plática y nada más, porque sin dudas estaba demasiado venenosa por lo despechada que se sintió ante su rechazo. Aquella decisión sin pensar de ir a ese lugar era demasiado peligrosa. Había un pasado de Bruce que desconocía, pero sus reacciones al estar frente a ella ya me indicaban que aquello no era seguro. No me fiaba de esa harpía en lo absoluto. Y si bien suspiré aliviado al ver que recibía también una invitación para acompañarlo, de todas formas, los hubiera seguido de cerca y me hubieran tenido allí en cuanto pusiera un pie en el suelo.
Cómo si no fuera capaz de encontrar a Bruce por más que intentaran llevarlo lejos.
Bien podrían tenerme cooperando o, todo lo contrario, como una espina molesta alojada en la carne. Estoy seguro que a ninguno les hubiera agradado hacerme enojar, porque puedo volverme bastante peligroso cuando me provocan. Quizás Talia estaba al tanto de mi identidad... o no, pero si sus intenciones eran hacerle daño de alguna forma, no se la llevaría gratis. Gran sorpresa tendría a cambio por intentar ponerle un dedo encima. Igualmente estaba con mis sentidos en alerta, no era estúpido para creérmela y saber que estaría a salvo por mis habilidades. Una organización con los asesinos más letales que conocía el mundo, preparados para hacerle frente a cualquier situación, no era algo para subestimar. Y eso me lo demostró el ninja que se había hecho presente ante nosotros. En ningún momento mostró temor, alteraciones de su pulso o queja ante la lesión recibida. Le había quebrado unos cuantos huesos, y en cuanto nos subimos a la camioneta, simplemente se vendó los dedos como si de algo habitual se tratara.
Todo aquello me parecía una locura, una elección precipitada, y no había peor cosa que ver al sujeto que nos acompañaba durante el viaje con la vista fija en mi Amo mientras silbaba una estúpida melodía. Se mostraba distendido, jocoso con comentarios sin sentido y bastante confiado a pesar que estaba junto a nosotros. No tenía idea de quien realmente éramos o poco le importaba. En cambio, Bruce en todo momento se mostraba inalterable, con la mirada fija en un punto sin prestarle atención a sus payasadas. Sin embargo, tenía una postura tensa, con las piernas y brazos cruzados, respirando profundamente en un intento de mantener la compostura. Podía notarlo con facilidad, el esfuerzo que hacía para estarse tranquilo y simular relajado. Por fuera lucía entero e imperturbable, pero por dentro... yo sabía la verdad. Sus pulsaciones estaban elevadas, sus músculos se contraían y sus pupilas ligeramente se dilataban.
Había elegido ir, se había mostrado seguro ante esa decisión, pero todo su cuerpo expresaba lo contrario. No quería ver a esa mujer.
—¿Todo en orden, señor Wayne? Lo noto ligeramente incómodo. ¿Le trae malos recuerdos volverla a ver? —preguntó con una sonrisa desagradable. Seguramente él sabía algo que yo no y por eso se le burlaba—. ¡Responde cuando te esté hablando! —Retiró su espada de la cintura con intenciones de acercársela al cuello al ver que no tenía respuesta.
Me moví rápidamente deteniendo con mis dedos el ataque, manteniendo aquel objeto punzante a una prudencial distancia de mi pareja. Miré de manera aguda al agresor y con un simple chasquido de mi pulgar e índice partí la punta. Por un segundo estuve tentado de agarrarla y clavársela en la rodilla para que no se volviera a atrever a atacarlo, pero la mano de Bruce posándose en mi codo hizo que refrenara cualquier idea de agresión. Claramente me sentía más nervioso e irascible que él, jamás se me hubiera cruzado una locura como aquella. Suelo ser un hombre bastante paciente y dócil con tipos como ese, simplemente me parecen patéticos con sus acciones simples. Podía darme cuenta que no lograba mantener la calma. Y es que tampoco ayudaba el idiota que tenía enfrente con sus imprevistas reacciones.
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Cincuenta Sombras de Wayne (Superbat)
FanfictionBruce Wayne es un hombre muy reservado que guarda muchos secretos, algunos tan oscuros que hasta sus más cercanos desconocen. Clark está encantado por descubrir ese lado del murciélago y poco a poco se va a ir sumergiendo en su mundo, un mundo del c...