Alissa.
Mi día comenzó de lo más normal, la misma rutina de siempre. En este momento voy llegando al bufete y como siempre, Max paso por mí al departamento y me trajo hasta acá. Las cosas entre él y yo están muy tensas desde ayer que no quise decirle nada de lo que me pasó. Pero le prometí, que hoy le diría el porque me he comportado de esa manera y espero que pueda entender, si por alguna razón me rehúso a hablar de cualquier cosa.
No creo que mi querido jefe haya llegado, de seguro está disfrutando de la rubia esa que tiene por novia. Ya le hace falta estar de buen humor, aunque sea un poco y no estar soportando ese mal carácter de mierda que se carga. Espero que este día sea tranquilo y no tenga ningún problema con él.
Llego a la oficina y Emily ya está en su puesto acomodando unos papeles. Si que es muy puntual está mujer. No tengo idea de a qué hora saldrá de su casa para llegar tan temprano. Vive en Brooklyn junto con sus padres, esa parte de Nueva York esta casi a una hora de camino hacia acá. No me imagino cuanto será con tanto tráfico que hay en las mañanas.
—Hola, Emily ¿Cómo estás? —le pregunto. Su rostro da una expresión de que está preocupada. Respira hondo antes de responder.
—Hola, Alissa. No estoy muy bien desde hace unos días que mi padre enfermo y eso me tiene un poco inquieta —me acerco a ella y le tomo el hombro.
—Lo lamento, sabes que puedes contar conmigo para todo lo que necesites.
—Muchas gracias, Alissa yo sé muy bien que sí. Eres una buena amiga —hace un esfuerzo por darme una sonrisa—. No he podido darte bien las gracias por haber conseguido este trabajo para mí. En verdad, estoy muy agradecida contigo —vuelve a sonreír. Es una chica muy tierna.
—No fue nada. Tu misma lo conseguiste.
—Aun así, muchas gracias —le doy una sonrisa y sin decir nada más entro a mi oficina.
Suelto un suspiro lento al entrar. Sé muy bien lo que es tener a un familiar enfermo. Mi madre estuvo enferma un tiempo, pero ha ido mejorando. Su enfermedad fue causada por lo que le paso a mi padre. También ella sufrió depresión, que hasta necesito medicamentos. Pero creo que con el tiempo ha ido mejorando y eso es bastante bueno. Últimamente ya no necesita de medicamentos, su vida ha vuelto ser un poco normal.
Dejo de pensar en eso y me concentro en lo que tengo en frente. De nuevo con esta tortura. Los días se me hacen eternos (y eso que apenas llevo un día después de lo ocurrido). No veo ningún avance en lo que tengo que hacer y menos con tanto trabajo que me deja Gael. En 3 semanas de ausencia me retrase mucho con mi trabajo y eso hace que me esté atrasando en lo otro. No veo ninguna oportunidad para ser revisando cada rincón de esta oficina, y menos la de Gael. No sé dónde meterían los cartones que estaban aquí, tal vez los tiraron a la basura o se fueron a una bodega. No tengo idea.
Me siento en mi silla, y comienzo con el trabajo. Son muchas cosas las que tengo que hacer. Revisando los correos de la empresa encuentro uno que dice que estamos invitados a otro congreso como la vez pasada. Espero que esta vez, Gael no me quiera llevar, pero dudo que sea así. Dice él, que siempre me necesita.
Concentrada en las cosas que hago, de repente mi nariz detecta ese perfume. Levanto mi rostro, y si, es él; Gael que está parado en la puerta asomando su cabeza.
—¿Se le ofrece algo, señor Richardson?
—Siempre se me ofrece algo de usted, señorita —¿Qué? ¿Qué querrá decir con eso?— Por ejemplo, que tenga listo el trabajo que le pido —¿Y este que le pico? O más bien, sería al revés. Bueno, mejor no digo nada.
![](https://img.wattpad.com/cover/132625067-288-k454027.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Venganza ©
RomanceNo todo lo que planeas, puede salir bien. Alissa Beckett, descubre toda la verdad sobre él responsable de lo que le paso a su padre. Y es precisamente su jefe. Gael Richardson. Seguirá preparando su venganza hacia él. Haciéndolo sufrir, dañandole...