CAPITULO 1 "Mi Pesadilla".

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Otro año de universidad más comienza hoy, se que al principio estuve emocionada con tener la profesión que siempre quise, pero el primer año a decir verdad me costo adecuarme a la carrera, las materias son algo complicadas; pero solo saber que al fin este año tendré mi título me convence que todo mi esfuerzo valió la pena.

Aunque tendré que esforzarme unos años más para poder obtener mi especialización.

Ajusto mi habitual canguro blanco a mi cuerpo, ya que la universidad de medicina en la que obtuve la beca exige que el uniforme al menos de mi facultad sea completamente blanca.

Calso mis converses blancas recojo mi pelo en una cola para después salir corriendo de mi habitación.

Esperando a que el licenciado de autopsia no noté mi falta, aunque dudo que no lo haga ya que ese hombre tiene el cerebro de un sistema de seguridad.

Dejó la seguridad de mis cuatro paredes amando que en todos estos cuatro años nadie haya podido durar conmigo, dando gracias que mi compañera es la soledad.

Pero no me quejó es la mejor compañera que pudo tocarme, aunque a quién engaño yo tuve parte que ver en esos chismes difundidos sobre la cama maligna.

Se preguntaran de que habla la loca de naz, bueno ahí les va el cuento.

Cuando llegué a la universidad me tocó de compañera una plástica, lo se mi peor pesadilla era tan arrogante un verdadero grano en el trasero, gracias al cielo mejor dicho gracias a mi la plástica se fue a la semana por un pequeño brote de granos en el rostro del cual no soy culpable.

-Sí lo eres-me reclama mi conciencia.-Está bien sí tuve que ver.

En las siguientes ocasiónes logré tener otras dos compañeras de habitación una era demasiado refinada para mi gusto y la otra una parlanchina que hablaba hasta por los codos; logré deshacerme de ellas sin llegar a mayores sólo con pequeñas travesuras.

-Pequeñas travesuras? ja que chiste-dice la voz en mi cabeza.

-Que, Desordenar las cosas de la refinada no es gran cosa o cambiar pegamento por labial de la chica cotilla-intentó excusarme.

-1.No desordenaste prácticamente tiraste todas las cosas de Bria por el suelo, no olvides que manchaste sus sábanas blancas con late.

2. Dejaste que usara el falso labial logrando que se pegara los labios, la pobre lloro tanto que a duras penas consiguieron repasarle los labios-me dice mi conciencia.

-Lo siento-me disculpo-

no no lo sientes-me dice mi yo interno.

-la verdad no no lo hago-refuto sincera.

Después de esas escenas tan simples me encargue de difundir un chisme:"el de la cama embrujada" fue fácil engañarlos y desde ese momento nadie quiere compartir la habitación.

Al principio el director sospecho de mi, pensó que todo era cosa mía pero unas pequeñas escenas de lágrimas, una de soy una chica común que es víctima dejó de molestarme aunque ahora tengo que fingir delante de el, en sí de toda la facultad pero todo sea por tener una habitación yo solita.Se podría decir que soy popular por estos lugares, como tengo una beca que mantener me esfuerzo mucho por lo tanto soy una de las mejores de clase, la preferida de algunos.

Lo se ni yo misma puedo creerme mi estatus social, aunque sólo es una procedencia al que tuve en el instituto.

-Nazarena Kim, cree que soy ciego?-pregunta el docente de espaldas a mi.

DUERMO CON UN IDIOTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora