Capítulo 20

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Esto es como si me hubiera cambiado de escuela, no conozco a nadie. Los chicos pasan a mi alrededor pero ni siquiera me notan.

No se nada sobre la vida de Vanessa, me dieron su celular y ahí encontré un horario, supongo que es el de sus clase, así que allá me dirijo, a la clase de historia en el salón N2.

Esta escuela es diferente a la mía, aquí los alumnos cambian de salones, en la mía estaba en un solo salón todo el día.

Llego al aula y siento miedo, de ese que sientes cuando llegas a una escuela nueva sin conocer a nadie. Me siento en el lugar que ocupaba en mi antigua escuela, volteo hacia la ventana y lo que veo es un amplio patio con chicos platicando o haciendo tarea.

Los alumnos comienzan a entrar y las dudas me invaden. ¿Será que estoy en el salón correcto? ¿Alguna de estas personas me conoce? ¿Quienes son los amigos de Vanessa? ¿Como actua Vanessa en la escuela? ¿Sera que...

—Hola Vane — volteo y veo una chica de ojos color gris y cabello rubio rizado.

—Hola — me pongo nerviosa no sé quien es esta chica.

—¿Hiciste la tarea de ecología? —me pregunta sentándose a mi lado.

—¿Teníamos tarea? — en serio, no lo sé.

—Hay Vanessa, Vanessa, siempre se te olvida hacer la tarea, ¿que harías sin mi? — abre su mochila, saca una libreta y me la pasa.

—Reprobar — digo riendo.

Veo la libreta que esta decorada con una foto de Justin Bieber, la abro y comienzo a hojearla viendo sus apuntes y tareas.

—Es esta — dice tomando la libreta y ubicándola en un mapa conceptual —copiala antes de que Ignacio venga.

¿Quien es Ignacio? Abro mi mochila y saco la libreta de ecología, ayer me dedique a estudiar la composición de la mochila de Vanessa. Comienzo a copiar y veo que en la parte superior de la tarea de mi compañera esta su nombre escrito, Elena.

Termino de copiar el mapa y le entrego la libreta.

—Gracias — le digo.

—Para eso están las amigas — dice sonriendo.

Todos los que estaban afuera entran corriendo y se sientan en sus lugares, volteo a verlos y todos están sentados correctamente y sin hablar. Escucho que la puerta se cierra y veo que un hombre calvo camina hasta el escritorio y saca una computadora portátil, creo que es hora de que las clases comiencen.

 Escucho que la puerta se cierra y veo que un hombre calvo camina hasta el escritorio y saca una computadora portátil, creo que es hora de que las clases comiencen

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Es receso, Elena me guía hacia la cafetería, nos sentamos en una mesa vacía y ella va a comprar el desayuno mientras yo me quedo cuidando. Creo que en esta misión sabré lo que es tener una amiga, aunque no sea mía.

Observo a Elena entre el mundo de alumnos hambrientos que pelean por ser escuchados por la cocinera. La amiga de Vanessa es alta, un poco más que yo, su cabello sujeto, apenas y le llega a los hombros.

—¿No me espero? —dice una voz junto a mi.

Volteo pero no veo a nadie, veo hacia los lados y lo único extraño que noto es la espalda de un chico de cabello negro que habla con Elena, ella sale de entre los estudiantes con nuestro desayuno y el chico la mira con enojo, luego intenta entrar entre los hambrientos estudiantes.

—Kevin, que quería que lo esperara para comprar su desayuno... que lo busque él solo — dice al llegar a mi lado.

La manera en la que me habló me asombra, fue como si supiera que me estaba preguntando quien era ese chico. Kevin, como Elena lo llamo, llega a nuestra mesa con su desayuno y empezamos a comer.

Extraño desayunar con mis amigos, sus bromas, sus comentarios que hacen que se te quite el hambre, sus miradas de dame tu comida, como quisiera volver con ellos.

—Oye Vanessa, ¿en que piensas? —me pregunta Elena.

—En nada, ¿por?

—Por que dejaste de comer y ni siquiera nos prestas atención — dice Kevin — ¿Ya no quieres? Por que podría sacrificarme por ti.

Comienzo a reír por su comentario, y porque me recordó a mis amigos, sobre todo a Ángel. Sigo comiendo antes de que me dejen sin desayuno mientras escucho la platica de los amigos de Vanessa.

Al terminar de comer vamos al patio, aún quedan varios minutos antes de volver a clases. Nos sentamos en una banca vacía frente a nuestro salón, lo sé porque desde aquí puedo ver mi mochila, digo, la de Vanessa.

—Que mal que no podemos ir al torneo rápido de este viernes — dice Kevin rompiendo el silencio.

—No vengas a la escuela, así podrás ir — opina Elena.

—Buena idea, pero mis padres no me dejaran faltar a clase.

—Pues no es gran cosa — dice Elena — El resultado del equipo será el mismo con o sin ti.

—Si, como a ustedes no les gusta el fútbol, tampoco les interesa si se puede ir o no a los juegos del equipo.

Decidí hablar lo mínimo posible, no puedo equivocarme si no hablo, aunque este muriendo de ganas de decir que si me gusta el fútbol.

Veo que una chica pasa frente a nosotros, pero no es cualquier chica, es Ruth, la chica de la lista de Alex, la candidata ideal para ser Cenicienta. Hasta este momento me doy cuenta de que estoy en la misma escuela que ella.

—Hola Elly — saluda la rubia de ojos azules.

—Hola Ruth, ¿que haces? — contesta Elena.

—Estoy buscando a Jessi, ¿la has visto?

—Hoy no, ¿ustedes? — nos pregunta.

Niego porque ni siquiera conozco a la tal Jessi.

—Creo que estaba con Dalila — dice Kevin.

—Gracias, seguiré buscando — contesta Ruth y se va.

—No me agrada que me diga Elly — se queja Elena.

Kevin y yo comenzamos a reír.

—Tienes que soportarlo, es tu prima — dice Kevin.

—Si, pero no nos llevamos tan bien, además no me gusta que me digan así.

—Hay perdón, no te enojes Elly — dice riéndose.

—Ya vas a ver — murmura enojada Elena.

Kevin sale corriendo y ella comienza a perseguirlo, ¿debería correr detrás de ellos o no? Bueno lo único que se es que la chica que quiero que sea cenicienta es prima de Elena, la cual odia que le digan Elly... Ah, y que Kevin no es tan rápido.

Misión CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora