Capítulo 8: Chase

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—¿Vas a entrar? — pregunta Cristhel a un lado del portón de su casa.

Pero que digo casa, esto es una mansión comparado con donde yo vivo. Una barda de piedra delimita la propiedad, un jardín rodea la casa, no tiene muchas flores pero si hay varios árboles, un ancho camino de piedra conduce hasta la entrada de la casa y dobla hacia el lado derecho.

Camino por inercia hacia la puerta, escucho como se cierra el portón detrás de mi y siento los pasos de Cristhel a mi espalda, pero luego se adelanta para abrir la puerta de su casa.

Entro y sigo observando mi alrededor. Frente a la puerta de entrada hay una escalera, del lado derecho se encuentra el comedor, solo una tabla lo separa de la cocina, y del izquierdo la sala y otra puerta que no se que sea.

Cristhel entra a la cocina y veo que toma dos vasos y los coloca en la tabla, abre el refrigerador y saca una botella de coca-cola.

—¿Tomas coca? — me pregunta alzando la botella.

—Ah — es lo único que digo.

—¿Que si quieres? — dice señalando el refresco que ya sirvió en un vaso.

—Si, gracias — digo — Es que tu casa es hermosa.

—Gracias — dice entregándome un vaso con refresco.

Camina hacia la sala y yo la sigo, nos sentamos en el sillón y ella enciende la televisión.

—¿Quieres ver algo? — me pregunta ofreciéndome el control remoto.

—Lo que pongas esta bien — contesto.

Comienza a cambiar canal por canal sin dejar alguno, no hay ningún programa que llame mi atención y al parecer tampoco la de ella.

—¿Y donde esta todo el mundo? — pregunto.

—Todo el mundo esta girando alrededor del sol — dice ella sonriendo.

—Me refiero a tu familia, dijiste que estabas sola.

—Mi papá regresa más tarde del trabajo a veces viene hasta la noche — me dice.

—¿Y tu mamá? — pregunto — ¿También trabaja?

Ella sonríe viendo la televisión y por fin lo deja en un película. No me responde su rostro sigue viendo al televisor pero sus ojos ven hacia abajo.

—Perdón por preguntar eso — le digo.

Saco el plato de tacos de la bolsa y volteo a ver a Cristhel que sigue sin hablar viendo la televisión.

—Cris ¿estas bien? — ya me preocupo.

—Si — dice ella sacudiendo la cabeza y sonriendo de nuevo.

—Que bien huelen estos tacos — digo para cambiar de tema.

Ella ríe mientras saca sus tacos y comenzamos a comer viendo una película.

—¿Que película es? — pregunto.

—Duro de matar 4.0 — dice con emoción.

—Pues no se cual sea — digo riendo.

Comemos y la película termina, al parecer ya estaba a punto de acabar cuando Cristhel la puso. Ella me da el control remoto y se lleva los trastes a la cocina.

Busco en la guía de programación algo que ver, hasta que al fin encuentro una película que esta empezando.

—Tengo flojera — se queja Cris sentándose a mi lado.

—No puedo hacer nada para ayudarte — le digo — Pero me quede con la duda...

Ella ve la película, pero como el que la dejo con la duda soy yo, voltea a verme, pero yo no le digo nada.

—¿De que? — me pregunta cuidadosamente.

—¿Que hay entre Alex y tú? — digo evadiendo el tema que realmente me interesa.

—Muchas casas de distancia — dice riendo.

—Que graciosita — digo seriamente — Me refiero a que si son familia o algo, digo casi siempre están juntos, bueno yo los separe.

—Somos casi hermanos — me dice.

—Osea ¿hermanos por parte de tu papá o de tu mamá? ¿Alex vive aquí?

—No — niega riéndose — Mi papá y su papá son muy buenos amigos y nosotros prácticamente crecimos juntos, así que casi somos gemelos, digo por que tenemos la misma edad.

—Ah ya entendí, entonces ¿no los une la sangre? — sigo sin entender donde sale su mamá.

—No que yo sepa — me dice.

—Y tu mamá... ¿es amiga de la mamá de Alex?

—Cielos, deberías trabajar con Alex y conmigo, ¿no te rindes hasta saber lo que quieres?

—¿En que trabajan? O mejor dicho ¡¿Alex y tú trabajan?!

Eso si es una sorpresa para mi, aunque solo llevo dos días de conocerlos, pero eso no le quita que me sorprenda, jamas pensé que ellos son de la clase de chicos que trabajan. Cristhel lo único que hace es reír.

—Si, vez, sacas información que yo no debería decir, sabes convencer a las personas — me dice.

—No lo creo, a mis padres no los logró convencer.

Ella sigue riendo, creo que dijo todo eso solo para desviar el tema otra vez, no se por que pero, en verdad quiero saber sobre su madre.

—Y entonces chica convencida... me vas a contar — creo que ya estoy yendo demasiado lejos.

—Bueno — dice resignada — La mamá de Alex es casi como mi mamá, ella me cuidó ¿desde que tenia un año? o por ahí, y pues... a mi verdadera mamá, no la conozco... Listo, feliz.

Ella sonríe y yo no se que pensar, ¿Cristhel no sabe quien es su mamá?

—Eso debe ser horrible — pienso en voz alta.

—Pues... no es como que estuviera acostumbrada a ella, me dejo desde bebé, mi papá con la ayuda de los padres de Alex me cuidaron y no me ha faltado nada.

—Solo una mamá — digo sin pensar —Pero ¿tu padre no de ha dicho quien es? ¿no tienes ganas de buscarla?

—Buscar al par — murmura riendo — No, no se quien es y si quiere regresar que regrese, yo soy feliz solo con mi padre.

Voltea hacer la televisión y tomo eso como que no quiere decir nada más, pero yo aún tengo dudas sobre este tema, y ya se quien es el indicado para resolverlas.

Escucho un sonido amortiguado por el ruido de la película, Cris me ve como preguntándome que suena, ¡ah pero si es el sonido de mi celular! Río y lo tomo del sillón, es mi mamá.

Y hasta este momento en que el celular deja de sonar reacciono, se supone que estoy en mi casa, y no tenia permiso para salir a pasear.
Mi mamá vuelve a marcar y con miedo contesto, mientras Cris silencia la televisión.

—Mami — digo intentando oculta el miedo.

—Ay gracias a Dios, ¡¿Donde estas Chase? te hemos buscado por toda la casa y no apareces! Nos vamos por unas horas y te das la libertad de salirte de la casa, tu no hacías eso antes...

—Tranquila mami, estoy con una amiga, ya voy para allá te explico cuando llegue.

—¡Que clase de amigos son esos que te hacen salirte sin permiso de la casa!¡Mínimo hubieras llamado o mandado un mensaje de que ibas a salir! ¡No que nos preocupas que llegamos y no estas! ¡Nos haces pensar que te secuestraron o...

—Ya voy ma, voy saliendo, ya mero llego.

Cuelgo la llamada y Cristhel me observa fijamente.

—Casi dices ya llegue y aquí sigues — me dice.

—Me voy, a morir en mi casa.

Ella ríe y me acompaña hasta el portón de su casa, rayos si voy a morir, el sol esta casi ocultándose, con razón mi mamá esta tan preocupada, ya es muy tarde.

—Nos vemos mañana — se despide Cris.

—Si sobrevivo a lo que me espera — digo y comienzo a correr hacia mi casa.

Misión CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora