Capítulo 32

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Han pasado tres días desde que me secuestraron, las cosas siguen normal por acá. Ahora estoy de nuevo con mis amigos, la misión cenicienta tiene un receso mientras se reponen de las emociones de buscarme, o es lo que ellos dijeron.

Mientras tanto en la agencia, mi padre hizo que les mostraran los diferentes campos de trabajo, el lunes elegirán un área en la que quieran trabajar durante un año antes de decidir si lo dejan o no. Chase y Ángel preguntaban si les iban a borrar la memoria, no tengo idea de donde sacaron eso.

Resultó que Laura si era un agente del gobierno, uno de sus superiores llegó a aclararlo y la dejaron ir, en la escuela nadie sabe que estuvo en prisión una tarde.

Y respecto a mi plan de hacer que Ruth sea cenicienta, bueno, me encuentro bloqueada. Estos tres días he esperado el mensaje de Ruth o Vanessa, pero ninguno ha llegado, estoy empezando a imaginar distintos escenarios que pudieran arruinar mi plan.

Hoy es viernes, las clases han terminado pero el equipo de fútbol tiene reunión, así que Alex y yo estamos en las gradas esperando a nuestros amigos para irnos juntos a la agencia.

—¿Te puedo preguntar algo? — digo viendo a Alex.

Desde que volví lo he notado distante, ya no hablamos tan seguido y no he tenido la oportunidad de hacerle esta pregunta.

—Claro.

—¿Por qué besaste a Vanessa? — digo sin más.

Él voltea a verme confundido.

—¿Lo dices por la foto?... Ella me besó a mí.

—Alex, no me opongo a que pase algo entre tú y Vanessa, pero si me molestó que usaran mi cuerpo.

—Técnicamente fue tu aspecto, y no hay nada entre Vanessa y yo.

—Bueno, gracias a eso todos en la escuela piensan que entre tú y yo hay algo.

Y es que desde que llegué tanto alumnos como profesores piensan que somos novios, y ya estoy cansada de corregir a todo el mundo.

—Solo ignorarlos Cris, yo lo hago desde hace mucho.

Los chicos del equipo de fútbol comienzan a irse, me uno a mis amigos y nos vamos juntos hacia la agencia. Luis los espera en la puerta para empezar el último día de recorrido.

—Hijo, Jorge te espera en su oficina — le dice a Alex antes de irse con mis amigos.

Subo junto a Alex hasta la oficina de mi padre. El silencio vuelve a reinar entre nosotros, no sé porqué siento que algo me está ocultando.

—Hola papá — lo saludo dándole un beso.

—Princesa, que bueno llegaste — dice dándome un abrazo para después ver detrás de mi — Alex, necesito hablar contigo, ¿nos permites un momento?

Asiento y salgo de su oficina, bajo hasta recepción para sentarme en uno de los sillones que hay ahí. Saco mi celular para pasar el tiempo y noto que tengo un mensaje de un número desconocido.

###: Hola Vanessa.

¿Vanessa? Debe ser Ruth.

Cris: Hola Ruth.

Ruth: Entonces como planeas hacer que Ryan crea que soy tú.

Estos días estuve pensando en eso, aún no lo tengo muy claro.

Cris: Eso dejamelo a mi, te voy a avisar cuando lo consiga.

Ruth: Y no pudiste decirme eso en la escuela.

Cris: Ruth seré sincera contigo, la chica a la que busca Ryan no es a mi, es a una amiga.

De cierta forma debo evitar involucrar más a Vanessa en esto, mis engaños están llegando demasiado lejos. Ruth no me contesta pero sigue en línea, ¿me habrá creído?

Alex baja las escaleras y se acerca, bloqueo mi celular cuando él se sienta a mi lado. Pasa un brazo sobre mis hombros y me observa con cuidado.

—Eres tan misteriosa Cristhel — dice sonriendo.

Mi celular suena anunciando que llegó un nuevo mensaje.

—¿No vas a contestar? — pregunta señalando mi celular.

—No es importante — digo intentando sonreír.

—Quisiera saber cuando dejaste de confiar en mí y empezaste a ocultarme cosas — dice un poco decepcionado quitando su brazo de mí.

—Todos ocultamos cosas Alex.

—Deberíamos quedarnos en casa de Dan para seguir con nuestra misión, digo, ya paso mucho tiempo — cambia de tema rápidamente.

—Se lo diremos a los chicos cuando terminen su recorrido.

Alex se va a platicar con María, la recepcionista, y aprovecho esa oportunidad para ver el mensaje que me llegó.

Ruth: Ya vi que no eres Vanessa, le pedí su número a mi prima y son distintos.

Creo que no confió en mí y decidió investigar por su cuenta

Cris: Ves, le pedí a Vanessa que hablara contigo, voy a ver como consigo que Ryan piense que tú eres la chica que busca.

Ruth: Aún no sé que gano yo, pero esperaré tú mensaje.

—¡Otra vez! — escucho que grita Daniel — Perdonenme pero a mi casa ya no, siempre vamos a mi casa, ya es tiempo de ir a la de alguien más.

Me acerco a mis amigos que están parados frente a la entrada de la agencia.

—Yo opino que hay que ir a la casa de Alex — sigue Daniel — De mi parte nunca he estado ahí.

—Creo que la única que ha entrado a esa casa es Cristhel — comenta Ángel.

—Si me gustaría conocer la casa de Alex — opina Chase.

—Con todos de acuerdo, ¡vamos a la casa de Alex! — grita Daniel levantando el puño y dando un salto.

Nosotros reímos ante su acción, hasta María está riendo, pero Alex se mantiene serio. Se aleja subiendo las escaleras, a la vista atenta de nuestros amigos.

—Tal vez no le agradó la idea — dice Ryan.

Esperamos hasta que Alex vuelve a bajar, nos informa que su padre le dio permiso de que nos quedemos a dormir en su casa, aunque él no parece muy feliz por ello.

Como mis amigos no conocen la ubicación de la casa de Alex, quedamos de vernos en el parque, en mi banca favorita, que, por estar cerca de un gran árbol, es más fácil de ubicar.

Esta noche pondré en marcha la misión nueva cenicienta, espero que salga bien, después de todo, ¿que tan difícil puede ser hacer que mis amigos crean que esa rubia de ojos azules es la verdadera cenicienta?

Misión CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora