Misión Cenicienta

Capítulo 36

Hoy es jueves y estamos saliendo de la escuela una hora más temprano gracias a una junta de maestros.

—Hoy vamos a comprar las cosas para la fiesta de mañana — informa Ryan.

—¿Que te parece si vamos por mi auto y luego pasamos por tu hermana? — pregunta Daniel.

—Me parece perfecto.

—Bueno, como Samantha es la que sabe lo que se va a comprar, yo prefiero irme a la agencia — digo.

—Si no creo que sea necesario que todos vayamos — dice Ángel.

—Bien, entonces solo vamos Daniel y yo — dice Ryan y todos aceptamos.

Nos separamos caminando en distintas direcciones. Hablamos de los detalles de la fiesta hasta que estamos en la agencia, donde nos volvemos a separar. Subo a la oficina de mi padre para saludarlo.

—Princesa te estaba esperando — dice dándome un beso.

—¿Alguna misión? — pregunto sentándome en la silla frente a él.

—De hecho es la conclusión de una. Los padres de Samantha volverán el domingo y debemos quitar las cámaras antes de que ellos lleguen. Nos enteramos de que habrá otra fiesta y creo que tú puedes desinstalar las cámaras ahí.

—Yo voy a ir a esa fiesta de todos modos, estoy invitada.

—Lo sé princesa, pero no podrás ir a esa fiesta siendo Cristhel — dice seriamente.

—¿Pero mis amigos? Ellos cuentan con que voy a estar ahí.

—No me voy a arriesgar a que descubran quien eres, así que dile a tus amigos que no te dejo ir a esa fiesta.

—Esta bien, pero no será sencillo entrar ahí, las invitaciones son personalizadas, Daniel les instaló un código que será escaneado para saber si de verdad fuiste invitado a la fiesta — comento para que esté enterado.

—Nosotros nos encargaremos de todo, pero por si las dudas dejame tu invitación, así pueden ingresarte en el sistema.

Saco de mi mochila la invitación dorada que Ryan me dio el lunes y la dejo en el escritorio de mi padre.

—Mañana tendrás tu nueva invitación, puedes retirarte.

—Esta bien jefe — digo antes de salir de su oficina.

Bajo las escaleras hasta el piso donde se encuentra la oficina de Ana. Llamo a la puerta para saber si puedo pasar, nadie contesta, vuelvo a llamar pero el silencio es mi única respuesta.

Abro la puerta lentamente metiendo la cabeza, parece que Ana no está. Saco la peluca de mi mochila y rápidamente busco la bolsa de pelucas para poder meterla con las demás y dejarla como si nadie la hubiera tomado.

Salgo de la oficina y veo a una chica de cabello turquesa que trae unas bolsas, jamás había visto a alguien con ese color de cabello por la agencia.

—Hola Cristhel — me saluda alzando la cabeza.

Es Ana.

—Que bonita peluca — la alago mientras abro la puerta de su oficina para que pueda pasar.

—No es una peluca — dice dejando las bolsas en su mesa — Me pinte el cabello, ¿te gusta?

—Se te ve bien.

—¿Y que hacías por acá? — pregunta sacando el maquillaje que traía en las bolsas.

—Quería hablar contigo sobre la amiga a la que quiero que disfraces.