Capítulo 3

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El mar de la isla de Jejú se extendía por el horizonte, Ji Yong se encontraba perdido en la belleza del paisaje, tenía la barbilla sobre sus brazos mientras el viento despeinaba sus cabellos.

Seung Hyun había decidido rentar un pequeño auto, les había solicitado a los gorilas de sus guardaespaldas que los dejaran disfrutar de su luna de miel en completa intimidad lo que había sido acatado de inmediato.

El pequeño Mini Cooper llevaba la capota abajo permitiendo que sus cabellos se movieran salvajemente y que el sol les diera directo en su piel.

El mayor conducía con tranquilidad, de vez en cuando desviaba su mirada hacia el rubio que observaba todo con curiosidad, le parecía una vista adorable la que su obra de arte le proporcionaba.

–Pronto llegaremos –anuncio Seung Hyun acomodándose los lentes de sol negros que usaba, después apretó un poco más el volante.

Ji Yong sigo observando mientras su pequeña cámara fotográfica sacaba algunas fotos.

El viaje no duro mucho, pronto el mayor se estaciono frente a una enorme puerta de hierro – ¿Ya llegamos? –pregunto Ji sintiéndose cohibido.

–Sí, esta es mi villa –toco levemente el claxon para que las puertas fueran abiertas, el auto avanzo por un camino de piedritas que era rodeado por árboles frondosos.

–Es hermoso –Ji Yong rompió el silencio admirando la belleza del lugar.

–No tanto como tú –respuesta Seung aun mirando el camino haciendo que un furioso sonrojo se apoderara de las mejillas del menor.

El auto de nuevo se quedó en silencio mientras Ji Yong trataba de procesar lo dicho por Seung Hyun.

Estaciono el auto frente a una inmensa casa de playa, una mansión que se extendía por varias hectáreas de terreno. Inmensa e impresionante tal como su dueño.

Seung Hyun dejo el auto, caminó para rodearlo y abrirle la puerta a su pequeño esposo –baja –le dijo suavemente, Ji Yong asintió saliendo del auto.

–Woah es enorme –se giró para mirar lo hermoso del lugar –es realmente bello –se podía notar al fondo un sector de playa privada.

–Vamos –le indico el mayor comenzando a caminar. Ji Yong lo siguió hasta la entrada, la enorme puerta fue abierta provocando que al rubio casi se le cayera la quijada, ese tipo era jodidamente rico.

Amplias paredes decoradas con cuadros de diferentes artistas, esculturas en sitios estratégicos, un hermoso candelabro iluminando el lugar y unas escaleras al fondo que llevaban a distintas habitaciones.

Seung Hyun dejo las maletas justo en la entrada de la puerta –bueno este es mi hogar, siéntete libre de explorar la mansión solo no te vayas a perder –el hombre se encamino a una habitación de puertas amplias, encerrándose ahí.

–Es su estudio señor Ji Yong –el rubio se sobresaltó al sentir como alguien le hablaba desde atrás.

Se giró con rapidez llevándose una mano al pecho al verlo –Hola Dae Sung me alegra verte –Ji Yong le sonrió con dulzura.

–Bueno señor vamos a su habitación –tomo las maletas del chico llevándolas hacia la parte de arriba.

–Ya te dije que no me gusta que me digas "señor" no soy tan mayor –inflo las mejillas en un puchero –dime Hyung –el castaño se detuvo a medio camino.

–Pero señor eso sería una descortesía –

–Oh por supuesto que no, dime hyung no me molesta en lo absoluto –le regalo una sonrisa cálida por lo que el joven guardaespaldas asintió.

No podría enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora