Los suaves rayos de luz se filtraban por la traslucida cortina, estas se movían al compás de un ritmo impuesto por el viento, suave y tranquilo. Se acomodó un mechón castaño detrás de su oreja al tiempo que con su diestra pasaba otra página del libro que estaba leyendo, repasando las líneas que describían un escenario caótico pero hermoso.
Unos golpes en la puerta lo hicieron desconcentrarse un poco, aun así no retiro su vista del ejemplar –Pase –dijo fuerte, la puerta se abrió dejando entrar una silueta muy conocida por él, dejo el ejemplar a un lado colocándole un separador antes cerrarlo.
–Hey, buenos días –la alegre voz del muchacho que irrumpía en su habitación sostenido por un par de muletas lo hizo relajar la mirada.
–Buenos días hyung ¿Qué te trae por aquí? –pregunto el joven mirando como el chico de cabellos cobrizos tomaba asiento a su lado.
–Hoy es tu ultimo día aquí, quería venir a despedirme apropiadamente –le regalo una resplandeciente sonrisa tomando su mano delicadamente –me alegra que salgas de este lugar –apretó el tacto.
–Aun te falta un poco pero ya verás que podrás irte pronto, la rehabilitación te ayudara a volver a la normalidad –el mayor asintió dulcemente soltándole para mirar por la ventana.
–Daesungie es muy insistente pero estoy haciéndolo todo por él, sé que le dolió mucho verme casi muerto –soltó un suspiro perdiéndose en el paisaje que se podía observar por la pequeña ventana.
–Dae te ama mucho, estuvo tan preocupado por ti después del accidente, paso muchos días en vela esperando a que despertaras, eso me dijo Seung Ri –agacho su mirada observando sus blancas manos –ha pasado un tiempo desde que se te confeso, eso me hace muy feliz –una tímida sonrisa se formó en sus rosados labios.
–Al principio me sorprendió pero estaba muy agradecido, Dae es la mejor persona que puede existir en este mundo –Dong Wook volvió a posar su mirada en el pequeño hombre frente a él – ¿Que harás cuando salgas de aquí? –pregunto observando la forma en la que se tensó el contrario.
–Ir a verlo, han pasado cuatro meses desde que murió ha estado tan solo –reprimió un sollozo –solo quiero visitarle y despedirme de una forma adecuada –alzo el rostro mostrando un triste semblante –es lo menos que puedo hacer por él –de nuevo la cálida mano hizo contacto con la propia.
–Estoy seguro que se pondrá feliz de verte de nuevo, realmente asustaste a todos –le regalo una sonrisa reconfortante –se lo mucho que Seung Hyun te amo, fui testigo de eso –sintió una punzada en el pecho al ver como esos bonitos ojos caramelo comenzaban a derramar lágrimas –pero no debes llorar, a él no le gustaría –palmeo su hombro escuchando otros golpecitos en la puerta, Kwon se apresuró a retirar el exceso de humedad volviendo a su semblante serio no quería provocar preocupaciones innecesarias.
–Buenos días, hola SE7EN ¿Qué tal? –Seung Ri irrumpió en la habitación observando a Ji Yong junto con Dong Wook, este último solo hizo un movimiento de cabeza –he hecho los trámites necesarios, nos vamos en dos horas una enfermera vendrá a quitarte el suero –el muchacho ojeroso se dirigió al pequeño locker dentro de la habitación para sacar las pertenencias de Ji Yong, después de cuatro meses dentro de ese hospital por fin seria dado de alta.
–Solo un mes más y poder celebrar mi libertar –comento Wook imaginándose cuando los yesos y vendas fueran retiradas por completo.
–Veras que si hyung –Ji Yong trato de sonreírle pero esa expresión en su rostro había sido olvidada, ya no recordaba cómo era y no creía volver a realizarla nunca.
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No podría enamorarme de ti
ActionJi Yong es obligado a contraer nupcias por culpa del apostador de su padre. Todo lo que llamo felicidad en un principio quedó hecho pedazos cuando se casó con ese hombre, quién era el jefe de la mafia de Corea, el poderoso T.O.P. Para Choi Seung Hy...