Quiero dedicarle este capítulo al anónimo de ask.fm, suena algo ridículo pero así es. Realmente no sé si ya habrás dejado de leer esta novela, pero por si aún has dado un último voto de confianza en mí y en lo que hago y la has continuado quiero decirte que gracias, me has dado el empujón que tanto necesitaba.
Esta segunda temporada la empecé con miedo, todo hay que admitirlo. Quería que estuviese a la altura de la primera, no quería decepcionar a nadie y medí con regla todo lo que quería hacer, hice tantos esquemas para tratar de organizar la historia que olvidé lo que realmente me gusta, que es echarme en la cama, coger el portátil y comenzar a teclear sin tener ni idea de cómo continuar la novela, dejando que fluya en el momento, y darme cuenta de que son las tres y media de la madrugada y que no me importaría pasarme en vela escribiendo.
Estaba tan centrada en que vosotros estuviérais agusto con lo que leéis que olvidé cómo me gusta a mí escribir, es por esto que los primeros capítulos no estan captando del todo mi esencia y mi estilo de siempre.
Quiero pediros disculpas y a todos aquellos a los que comenzaba a decepcionar, que han dejado de comentar pero que sé que seguís ahí, pacientes, sólo deciros que he vuelto, gracias por esperarme.
Este va también por ti, Carol. Gracias por aguantar mis lloriqueos y hacerme entender que los maniáticos perfeccionistas también sabemos arreglar una chapuza antes que darnos por vencidos.
Espero que os guste.
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·Narra Justin·
-Te amo. - Dije entonces tratando de pronunciar bien el español dando la entrevista por finalizada.
Colgué rápidamente y alcé la mirada para buscar la aprobación en el rostro de Scooter, él asintió y me dio una pequeña palmada en la espalda.
-Estás hecho polvo, chico.
Asentí a la vez que me echaba hacia atrás estirándome y froté mis ojos tratando de mantenerlos abiertos, para qué iba a tratar de ocultarlo.
-Me voy donde Brooks que al menos ella me deja dormir. - Bromeé poniéndome en pie y me dispuse a caminar hacia la parte delantera del avión.
Al salir por la puerta encontré en una mesa más alejada a ____ y Christina que charlaban entre ellas muy cerca como si estuviesen intercambiando secretos, al ver que aquella zona estaba más tranquila fui directo.
-Pues yo no pienso ser de esas que se encierran en su habitación a llorar, soy una mujer moderna, y no pienso desperdiciar un sólo minuto ni una mísera lágrima más por ese asqueroso. - Espetó Christina más que convencida dando un fuerte porrazo en la mesa.
-Pues yo me encerré a llorar. - Pensó ___ en voz alta frunciendo el ceño.
-Porque tú no eres una mujer moderna.
No pude evitar una fugaz sonrisa ante su comentario y vi que ella reaccionaba de la misma forma.
-Claro, os hago creer a todos que soy de este siglo a base de cremas anti-arrugas. - Dijo entonces en un tono irónico y cogió a su amiga de la mano. - Es la quinta vez que dices eso, que esta vez sea de verdad. - La animó besándola en los nudillos.
Christina asintió apartando su mano y exhaló un corto suspiro mirando a través de la pequeña ventana circular y fue entonces cuando decidí intervenir desplomándome por completo en el asiento de al lado de ____ apoyando mi cabeza sobre su hombro y bajándola poco a poco hacia su pecho.
