Lo cierto es que me había costado la misma vida poder llegar al final de la historia debido a la multitud de interrupciones por parte de Justin al que creía al borde de un ataque de nervios. Al principio comprendía por qué se lo tomaba de esa manera, pero insistí en que ignoraba que el asunto tuviese que ver con mi vida personal, no había querido contárselo por la misma razón por la que ahora perdía los estribos por cada dos palabras que decía, pero después de que Dylan mencionase a mi madre no podía haber cargado con todo aquello sola.
—Espera… ¿me estás diciendo que te llamó al móvil ¡y fuiste en su busca!? ¿¡es que estás mal de la cabeza!? — gritaba a pleno pulmón en la sala de reuniones del hotel — ¿¡cómo has podido ser tan imprudente!?
—Tranquilízate. — Murmuró Christina sentada sobre la mesa con las piernas cruzadas observando a Justin dar vueltas por la habitación como un león enjaulado.
Al contárselo todo a Christina y Ariana habíamos vuelto al hotel como alma que lleva el diablo, habíamos reunido a Justin, Ryan y Fredo que estaban juntos para que pudiese contar aquella historia en la intimidad, pero la conversación poco a poco se me estaba yendo de las manos.
—¿Cuánto tiempo llevas viendo a ese acosador? — se atrevió a preguntar Ryan muy serio ignorando el hecho de que Justin estuviese a punto de estallar en aquella misma sala.
—Desde que llegamos a Europa.
—Me lo contó cuando llegué a París pero no quería darle demasiada importancia por si sólo se trataba de un periodista pesado. — Saltó Ariana en mi defensa.
—Llevas semanas ocultándome que tienes a un loco siguiéndote, juro que no sé qué voy a hacer contigo…
El enfado era increíblemente notable en el tono de voz de Justin, en aquellos momentos parecía más un padre que un novio sobreprotector y lo cierto es que me incomodaba bastante que fuera capaz de dar la escenita delante de mis amigos. Desde luego no iba a quedarme callada y dejar que me tratase como a una cría sin educación.
—Tal vez si no te comportases como un matón que pierde los nervios a la primera de cambio con los fotógrafos, yo habría tenido la suficiente confianza como para contártelo, — espeté siendo testigo de cómo a Justin comenzaba a hinchársele la vena— esto es justo lo que quería evitarte.
—Es decir que tú ocultas a todo el mundo que estas siendo acosada por un periodista y aquí el malo soy yo por perder los papeles, ¿¡te estás escuchando!?
—¡No es ningún periodista, es por lo que te estoy contando todo esto, Justin! —chillé tratando de superar su tono de voz—Me dijo que tú no le interesabas en absoluto ni a las personas para las que él trabaja, y luego mencionó a mi madre.
Justin exageró un suspiro de impaciencia acercándose entonces a mí, pero tenía claro que no iba a dejar que me intimidase.
—¡____, abre los jodidos ojos! ¡claro que es un puto periodista! —gritó —cuando era novato me colaron mil mierdas y trataron de hacerme creer otras mil, son gente mala que lo único que quiere es aprovecharse de ti sin importarles el daño que puedan causar.
—Justin, supo que mi madre está muerta.
—¡Existe el puto Internet!
Se acabó, no estaba dispuesta a que se plantara frente a mí y me sarmoneara por algo que me tenía tan asustada, no era en absoluto la reacción final que esperaba de todo aquel asunto. Me levanté de mi asiento empujándole por el pecho para que me dejara paso pero él me atrapó de la muñeca obligándome a permanecer cerca.
—Sabes desde el principio que en Europa las cosas son diferentes, sólo te pedía que me hicieras algo más de caso que el de costumbre, te dejé llevar sólo a Mike a tus paseos porque pensabas que más seguridad era exagerado y fíjate lo que ha pasado, —su aliento golpeaba mi mejilla, no quería mirarle a la cara pero aquello estaba suponiendo una humillación en mayor grado— ahora que has aceptado mi vida no puedes pretender salir por ahí y esperar que todo el mundo te ignore al pasar. A partir de ahora voy a triplicar tu seguridad y me da igual lo que pienses, no quiero que hables con desconocidos, y vas a describirle a la policía y a tus guardaespaldas cómo es ese hijo de puta, ¿me has entendido? Mírame.