El activo (VKook)

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Este capítulo es dedicado a una linda chica que cumple años y esta que me revienta el whats app para que le de actualización JAJAJAJ.

Flor, esto es para ti. TEN UN HERMOSO CUMPLE <3
FELIZ CUMPLEAÑOS ATRASADO JAJAJA

Sin mas que añadir, corre capítulo.

***

Las campanas sonando y las puertas de los salones abriéndose a las doce y media daban paso a lo que todos aman; el refrigerio, todos los alumnos se reunían en la cafetería, cada uno tenía su mesa predestinada, pero en esos momentos era lo que al azabache menos le importaba.

Caminó a toda prisa por el pasillo, necesitaba llegar al vestuario para hablar con el entrenador que lo esperaba ahí.

— ¿Qué hora es? — le cuestionó a su mejor amigo que corría junto a él.

— Tranquilo, acaba de sonar el timbre— respondió corriendo, siguiendo el paso del azabache, pero a la vez esquivando a toda persona que se cruzaba en su camino.

El azabache cambió de camino, si iba a estar ocupado durante todo el refrigerio pasaría un segundo por el club del castaño que lo traía loco.   

  — Jeon, ¿a dónde vas? — pregunto el mas bajo, mientras lo seguía por el pasillo.

El azabache se detuvo de golpe, sintiendo a su mejor amigo estrellarse contra su espalda.

— Mierda Jeon, sí vas a detenerte avisa — decía el mas bajo agarrando su nariz.

— ¿Porqué me estás siguiendo? — preguntó, volteando a verle.

— Se supone que a la práctica contigo — mencionó con obviedad.

— Pero tenemos diez minutos antes de los cuales pensaba utilizar muy bien — dijo con una mirada cómplice, a lo que el rubio sonrió y se dio media vuelta.

— Suerte con Eun Bi — mencionó moviendo la mano como despedida, mientras se alejaba por el pasillo.

El azabache no pudo evitar reír, mientras seguía su camino al aula de robótica; conociendo a su hyung, debería estar almorzando un emparedado en el salón, y eso le daba oportunidad para acompañarle.
O al menos esos eran sus planes, pues cuando llegó lo que menos querían ver sus ojos eran a estos dos individuos rodeando a su Kim TaeHyung.

Observó en silencio mientras el profesor SeoJoon, con su impecable bata blanca y su chaleco de tela cubriendo su camisa azul bebé y su corbata negra bien anudada se le acercaba, colocando una mano en su hombro para poder ver lo que fuese que el castaño tenía anotado en el cuaderno.

— Profesor, disculpe lo interrumpa, me pidieron que le pasara la voz — mencionó apoyándose en el marco de la puerta.

El mencionado volteo la cabeza ante la voz del azabache, y le dedicó una sonrisa profesional.

— ¿Quién me busca? — indagó con la mirada, observando de pies a cabeza al muchacho.

— El profesor Park Hyung Sik, está en el aula de maestros — comentó, observando como el profesor se enderezaba y alisaba su bata, para después disculparse con las tres personas en el aula y retirarse, pasando al lado del azabache y así dedicarle una sonrisa de agradecimiento.

Sonrió y luego observo al castaño, que no le sacaba la mirada de encima, ocultando así una sonrisa pícara con su mano al momento en que cruzaron miradas.

— BoGum hyung, gracias por acceder a explicarme junto al profesor, de verdad que te dieras el tiempo para venir de la universidad ha sido un verdadero honor — mencionó el castaño con las mejillas algo sonrojadas y bajaba la mirada jugando con sus dedos.

El azabache volteó los ojos molesto por la actitud de su hyung, para después entrar al salón y sentarse de mala gana en una de las sillas, observándolos.

— No tienes nada que agradecer, pero si lo sientes necesario; otro día vamos a tomar un café o algo para recordar viejos tiempos — mencionó el mayor sonriendo.

Un bufido por parte del azabache se escuchó en el salón y el castaño tuvo que morder su lengua para no estallar en risas.

Asintió ante el mayor, y le dedicó una sonrisa, cuando se dirigió a las afueras del aula con sus cosas, saliendo y dejando la puerta abierta.

El azabache se encontraba sentado apoyando su brazo en la mesa y su cabeza en la mano, mientras con su lengua empujaba el interior de su mejilla.

El castaño se aseguró de que no hubiese nadie, para cerrar la puerta del aula con seguro, ventajas de ser el presidente del club le daba acceso a la llave de esa aula y le permitía cerrarla cuando quisiera.

— Al parecer alguien está molesto — mencionó al aire, acercándose a su computadora — ¿tú qué opinas, Juana? — le preguntó al objeto inanimado.

El azabache lo observaba de reojo, aún molesto por las moscas irrelevantes que le rondaban a su hyung.

— Estupidos bichos — mencionó en voz baja.

— ¿Viste Juana?. ¡Te lo dije! — dijo exaltado señalando al azabache.

— Usted tenía razón. Amo Kim — hablo la computadora.

El azabache no pudo evitar mirar el aparato espantado, y luego a su hyung, que sonreía orgulloso.

— ¿Porqué eres tan raro? — preguntó, para luego acercarse al castaño, aunque aún estaba molesto por los guapos individuos que siempre rodean a su chico, y este le dedicó una mirada incrédula ante sus palabras.

— No soy raro, sabes que el sueño más grande de mi vida es llegar a ser un gran inventor — mencionó con seriedad.

— Hyung, yo lo sé — el azabache no pudo continuar pues el castaño le interrumpió.

— Deberías estar orgulloso, de que tu "novio" — mencionó haciendo comillas y énfasis en la palabra novio — acaba de crear un asistente virtual que responde con voz — dijo engrandeciéndose.

— Para eso tengo a Siri en mi IPhone — mencionó en voz alta aún molesto por la escena que había visto antes, recibiendo una mirada dolida a cambio — Perdón hyung, no quise decirlo — se corrigió al instante.

— Pero lo pensaste — dijo en un susurro — solo que dijiste en voz alta tus pensamientos — afirmó en voz alta, conociendo de sobra al menor, quien no pudo hacer mas que bajar la mirada apenado.

La había cagado, él sabía que Kim TaeHyung, era muy sensible con el tema de sus sueños.

— ¿No te pusiste a pensar que quizás de acá a cinco años, este pequeño asistente de voz virtual pueda convertirse en algo físico creado por mis manos? — el castaño estaba dolido, una de las razones por las que le encantaba estar con el menor es que siempre le apoyaba respecto a sus sueños.

¿Era eso lo que el menor había estado pensando todo el tiempo cada vez que él le hablaba de sus sueños?; pensamientos de ese tipo rondaban la cabeza del castaño, que no pudo evitar, ponerse de pie, cerrar la laptop y llevársela consigo.

El azabache intento detenerlo, sosteniendo su muñeca con algo de fuerza, logrando que el castaño hiciera un pequeño forcejeo intentando soltarse y en ese momento su laptop cayera en cuestión de segundos al piso.

Todo se quedó en silencio por unos minutos después del impacto del aparato con el piso del laboratorio.

— Mierda — susurró el azabache.

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HASTA ACÁ EL CAPÍTULO. Espero les gustase; yo sé porqué hago las cosas. No me odien a mi, ni al fic.

Gracias por leer y por tenerme paciencia con el tema de actualizaciones. He estado enferma :c
Y para compensar estoy escribiendo esto en el trabajo.
Les amo. Por favor comenten y voten.

Besitos!!. Recuerden que tengo sentimientos, no sean crueles con las críticas.