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El encuentro de Min YoonGi y Jeon JungKook, había recorrido la escuela entera, después de que Jung HoSeok y el maestro en formación, SeoKJin, tuvieran que  intervenir para separarles, hace ya una semana.

Después de ese día, Jeon intentó permanecer con un perfil bajo. Sentía que todo el que le veía le juzgaba con la mirada y para aumentar su estrés, EunBi había estado insoportable.

— ¿Porqué ya no almuerzas conmigo? — le preguntó la muchacha, que ahora tenía mechas rubias, en su castaño cabello.

— Estoy ocupado — responde cortante y apurado el pelinegro.

— ¿No vas a decirme nada? — pregunta ella inocentemente, mientras juega con su cabello en mano.

El muchacho le da un vistazo rápido y suelta un suspiro pesado.

— Eh.. me gusta tu.. – la observa detenidamente – tu... Nuevo maquillaje — contesta casi en una pregunta, en lugar de una afirmación.

La chica lo mira indignada, levantándose de la banca, y se aleja, soltando quejas como una niña.

¿Cuándo había pensado que lo correcto era fingir una relación con una persona tan superficial?.

Con otro suspiro se levanta y camina hacia el interior del instituto. Había estado sentado en el patio, cuando le encontró EunHa.

Cuando está ingresando por la puerta se encuentra a un JiMin que lo mira con ojitos de perro arrepentido, llevaban toda la semana sin hablar correctamente; y es que el muchacho no se atrevía a cruzar miradas, después de la metida de pata que hizo.

Cuando iba a avanzar hacia Park, la muchacha que había estado alterando sus nervios desde hace media hora, volvió a aparecer en su campo de visión, por un costado, y de un tirón, lo acercó a ella, robándole un beso.

Y como si la suerte se hubiera puesto de acuerdo con darle un poco de karma; como había estado haciendo desde que su TaeHyung le dejó, por el pasillo salía un cabizbajo castaño, que había presenciado todo el show, desde su casillero, sin siquiera quererlo.

Park, que se encontraba boquiabierto, volteo hacia donde los ojos traumados de JungKook apuntaban y encontró a TaeHyung huyendo con toda la rapidez que sus piernas débiles le permitían.

Y no dudó correr tras él, mientras las siluetas de ambos desaparecían en el lugar, el pelinegro logró recuperarse del shock, y empujar a la menuda chica algo brusco.

— ¡¿Qué te pasa?! — le gritó alterado.

— Y-yo solo quería disculparme por actuar como lo hice en patio, no pensé.. — respondió la muchacha, sorprendida por la actitud de quién, suponía era su novio. – que te mol-

— ¡No vuelvas a besarme así! — le cortó la excusa y salió corriendo en dirección por dónde salieron los dos muchachos antes.

Las personas que vieron el espectáculo, se quedaron boquiabiertos, mientras los cuchicheos se hacían presente, dejando a una pequeña EunBi, con ojos llorosos y roja de vergüenza.

Y es que ella no tenía la culpa de nada, ella no sabía la verdad de todo.

***

Kim TaeHyung trataba de marcar en su celular el número de, su ahora amigo, Min YoonGi, con sus dedos temblorosos y ojos nublados por las lágrimas que retenía.

Estaba encerrado en el baño del vestuario del equipo de basket, esperando que su cuerpo pudiera funcionar de manera óptima.

Escuchó unos pasos, y salió pensando que sería quizás, Kim SeokJin, que le podrían haber avisado, pero, la persona que encontró era casi increíble.

— ¿Qué quieres aquí? — preguntó impaciente.

Y lo que pasó después lo dejo aún más desconcertado.

Park JiMin, el chico que le había estado reclamando la semana anterior, y había hecho de menos sus propios sentimientos y dolor, lo estaba abrazando. Y sin entender un carajo, TaeHyung empezó a llorar como un bebé.

— No todo es lo que parece, Kim — trataba de animar el pelirubio, y es que su intención era dar una excusa para JungKook, pero al ver a un indefenso muchacho abrir el cubículo del baño, no pudo evitar ese instinto protector que siempre ha tenido y abrazarlo como si fueran amigos de toda la vida.

Kim Lloraba como un bebé, el dolor se sentía tan fuerte, que incluso desgarraba el emocional corazón de Park, del muchacho que lo enfrentó la semana pasada, quedaba un bebé llorón, que hacía sentir que tu corazón de estrujaba con aquel dolor que no era tuyo, pero te hacía sentirlo profundo en tu alma.

— Viste que ella lo besó a él — trato de animarle — él no reaccionó al beso, y mucho menos lo disfrutó — dijo con voz calma, mientras acariciaba la espalda del chico.

Y es que aunque la semana pasada le había dicho que él también estaba sufriendo, nunca se imaginó en ese tipo de situación.

— Estoy cansado de todo — dice el castaño en un hilo de voz — ya no puedo más Park — continuó, entre hipidos.

JiMin no sabía que podía ser tan débil ante una situación así.

— Pronto solucionarán todo — le respondió, tratando de darle esperanzas, pero estas palabras fueron cortadas, por el celular del mismo, que empezaba a sonar. — Es JungKook — informó, después de ver el identificador de llamadas.

El muchacho entre sus brazos empezó a retorcerse incómodo.

— No le digas que estás conmigo — le pidió, con ojos brillantes por las lágrimas, pero denotando tristeza extrema.

— TaeHyung, él también está mal, intenta hablar con él — le dijo, suave, sin ánimos de darle órdenes, ni mucho menos.

Él solo quería ayudarlos a ambos.

Después de un momento de silencio, el muchacho accedió, más que nada, porque el teléfono no paraba de sonar.

El rubio contestó la llamada — estamos en el baño, del gimnasio de basket — informó — apresúrate — dió la llamada por concluida.

TaeHyung mordió sus labios nervioso, y se levantó del suelo; ni siquiera había notado cuando se había lanzado a llorar con JiMin y lo había tumbado al piso.

— Me voy Tae — respondió, con confianza, sin notarlo.

El muchacho negó, mientras trataba de arreglar su apariencia en el espejo.

— Quédate hasta que Jeon llegue, por favor — le dijo, para después limpiar su cara con un poco de agua — no quiero que nadie entre, sé que no somos amigos, pero sería un favor muy grande — le dijo, agarrando papel y secándose la cara.

El más bajo se enternecio, y asintió con la cabeza, para luego soltar una pequeña risa, y sacar los residuos del papel, que se había pegado en la cara de Kim al secarla.

Los dos se sonrieron.

Quizás Park no era tan mala persona como creía, se dijo Kim.

Los pasos de alguien se hicieron presentes y apareció un pelinegro que había corrido por casi toda la escuela, buscándolo.

Park sonrió y mientras los dos chicos ante él, se perdían en sus miradas, decidió que era hora de dejarlos solos, y servir como guardián en la puerta.

*****
CAPITULO 13, TERMINADO.

Yo amo CON TODO MI CORAZÓN al VMin, es una amistad tan pura y bella, que no puedo evitarlo.

Y mi plan había sido este desde el comienzo. Hacerlos enfrentarse, para que después se muestre el verdadero dolor de Tae ante JiMin, y él comprenda que en realidad ninguno es culpable y los dos deben arreglar las cosas, por el bien de ellos, no por nadie más.

Espero que les gustara el cap, y si hay algo que no les pareció, me avisan, para explicarles los motivos del porque estoy está ahí.

Gracias por esperar, por leer. Y por existir.

No olviden votar y comentar.

No me odien por dejarles en suspenso jejeje 🤭🤭💘

Pronto habrá otra actualización.

El activo (VKook)Where stories live. Discover now