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*AVISO*
SI NO LES GUSTA EL YOONJIN/SUJIN/SIN NO ES NECESARIO QUE LEAN ESTE CAPITULO, NO VA A TRASCENDER MUCHO EN LA HISTORIA.

Pero sería lindo que lo lean de igual forma ùwú.. ya saben una de esfuerza escribiendo estas madres en el trabajo JAJAJAJ.

Por si acaso, viene a ser como un capítulo de relleno. Les quierooooo; ahora vayan a leer Bebés ^w^

Todo el pasillo estaba en silencio y un bajo muchacho estaba caminando a paso veloz por el lugar.

Llegó al aula que quería, el salón de profesores,  se apoyó en la puerta un momento, pensando bien en sus acciones y si quería o no arriesgarse, pero lo haría; ingresó observando todo vacío, acercándose lentamente hacia la mesa del asistente de su profesor y empezó a revisar entre sus cosas.

— Muy interesante, alumno Min — mencionó un alto hombre abriéndose paso al aula.

El más bajo bufó frustrado y lo miro a los ojos sin intimidarse, pero con un brillo especial; el que siempre se alojaba en sus ojos, cuando ese muchacho aparecía en su campo de visión.

— ¿Puede regresarme mi móvil? — cuestionó irritado el de ojos gatunos, tratando de imponerse ante el molesto asistente de su tutor y estirando su mano para dar énfasis en su orden.

Kim soltó un suspiro pesado.

— Creo que no ha entendido, alumno Min, las palabras que le dije en clase fueron muy claras — el mayor le mostró el móvil sacándolo de su bolsillo pero volviéndolo a guardar ante la atenta mirada del mas joven, quien bufó irritado — no vas a tener tu teléfono por un mes — concluyó dándose la vuelta para retirarse del lugar.

El chico estaba haciendo sus prácticas y pasantía en esa escuela y aunque no fuera a quedarse en ese lugar por mucho tiempo, había tomado un lado responsable muy grande, en especial con el revoltoso de su alumno Min.

Ya había tomado el pomo de la puerta y estaba haciendo el amago de retirarse del lugar, como si fuera un juez y hubiera terminado de dictar su sentencia; pero sus intentos fueron frustrados por el menor que rápidamente lo acorraló contra esta.

— Lo siento, asistonto SeokJin, pero realmente necesito mi móvil — comentó el muchacho mientras que con su mano libre rebuscaba en el cuerpo de su mayor, aún sabiendo dónde se encontraba el teléfono exactamente; pero sin poder evitar la satisfacción en ver terror en los ojos del joven que quería ser un buen maestro, Kim SeokJin.

— Joven Min YoonGi, se va a meter en problemas si no me suelta en este instante — comentó, tratando de lucir calmo; aunque por dentro estuviese sintiendo un contraste de emociones imparables.

Lo que ninguno de los muchachos que se encontraban en el aula sabía era que realmente no estaban solos. A unos pocos centímetros de ahí; dentro del armario de implementos simples de limpieza, se encontraban dos muchachos uno bastante molesto y el otro muy nervioso y sin saber qué hacer.

Kim TaeHyun y Jeon JungKook habían estado minutos antes aprovechando el aula vacía para una sesión de besos que en serio habían estado disfrutando hasta que escucharon la puerta del aula.

Y aunque no hubiera pasado nada si los hubiesen encontrado en el lugar, los sentidos de emergencia por su reputación orillaron a Jeon para que jalara del brazo a su inteligente novio y se escondieran en el armario.

— No puedo creer que nos tuvieras que esconder, en serio me molesta— susurraba el mayor de ambos ya bastante irritado, esperando que los que estaban fuera en el aula salieran de una buena vez.

Y aunque JungKook había querido responder, al momento de abrir la boca, se escuchó un gemido que realmente lo hizo quedar callado.

"Debía ser una jodida broma", eso era lo que se les vino a ambos a la cabeza, al momento en el que al asomarse por las rendijas del pequeño espacio donde estaban atrapados, observaron la imagen que nunca se borraría de sus cabezas.

Min YoonGi, el segundo alumno favorito de los maestros e incluso hijo del director de la escuela, agarrando la cabeza del aspirante a maestro, Kim SeokJin, entre sus manos y compartiendo babas muy a gusto, para el tiempo de discusión que habían estado entablando antes.

— Por una mierda, si esto sigue así van a llegar a algo más — se quejó TaeHyung, verdaderamente incómodo de ver como los que habían arruinado lo que iba a hacer con su pelinegro, estuviesen por hacer lo mismo; mientras él estaba escondido en el armario.

— Ca-cállate, Tae.. nos van a escuchar — se quejo bastante nervioso el pelinegro notando la cercanía con su mayor, haciendo que la tensión y su corazón se vuelvan locos.

Soltó un suspiro pesado y sin pensarlo golpeó su cabeza contra la puerta del armario, ocasionando que esta se abriese y cayese al piso.

TaeHyung quien seguía dentro del armario, no pudo controlar su estruendosa risa, agarrándose el estómago, por la carcajada que no le dejaba siquiera estar en pie, arrodillándose hasta sentir lágrimas en sus ojos.

Fue cuando una carraspeada, los volvió a la realidad de la situación; volteando a ver a los dos muchachos que se acababan de separar por el estruendo, con la ropa desarreglada, los cabellos desordenados y los labios muy rojos.

Si había habido alguna vez un momento incómodo en la vida de los cuatro muchachos, ellos estaban seguros que ese se estaba llagando el trono.

— Tu no dices nada, yo no digo nada — fue la voz del Kim menor dentro de esa aula la que sonó primero.

Recibiendo un asentimiento por parte del Kim mayor.

— Apoyo la idea, aquí nada pasó — mencionó SeokJin, mirando a los tres muchachos en el lugar.

Todos asintieron y se encaminaron a la puerta para salir del lugar, aunque la voz de Min lograra detenerlos.

— Si alguien se entera de esto, dile adiós a tu perfecta lista de notas Kim, y tú a tu beca deportiva, Jeon — dijo fríamente para después ser el primero en retirarse del aula.

Los muchachos se miraron y escucharon un suspiro por parte del mayor del lugar, que ahora se encontraba con un semblante más que confundido.

Cuando los menores estaban por retirarse, el profesor los detuvo.

— Chicos, ¿me explican porqué se saltaban la clase de repostería? — los miro a ambos, esperando una respuesta; y al notar que esta no llegaría solo suspiro pesadamente — no les doy detención porque hemos quedado en que nadie vio nada. Pero la próxima vez no se salvarán — advirtió entrando en su modo profesor; para después alejarse del pasillo ante el sonido del timbre, que anunciaba el cierre del horario escolar por ese día.

***
Llegó a su casa, entrando rápidamente para tumbarse en el sillón del apartamento, estaba por quedarse dormido, pero un mensaje lo hizo regresar a la realidad.

"Gracias por devolverme mi teléfono, asistonto"

Una sonrisa estupida se formó en su rostro y por un momento se odio por sentirse así.

"Ábrame la puerta, estoy afuera"

Soltó un suspiro y se levantó del sillón para abrirle al más bajo que lo miro con una mirada cómplice, una vez se abrió paso por el departamento en el que ya había estado tantas veces.

— Debes empezar lo que empezaste — mencionó acercándose al mayor y este simplemente sonrió en asentimiento.

***
HASTA ACÁ EL CAPÍTULO DE HOY.
Yo AMO el SuJin y el NamMin. Así que no me odien si de aquí en adelante hay más capítulos donde no solo me centrare en la pareja central.

Espero que esto no les desanime a seguir leyendo, al final va a haber más VKook que otra cosa; pues es la historia de eso.

Les quiero. Comenten y voten por favor.

El activo (VKook)Where stories live. Discover now