El sonido del timbre fue lo que despertó al chico, suspiró pesadamente al recordar que sus padres se encontraban trabajando, así que ante la insistencia, no le quedaba otra opción que no fuese bajar a abrirle a quien sea que estuviese afuera.
Caminó a paso lento y aún bostezando, la verdad que al estar en su casa le importaba muy poco que alguien le viera con su, muy amada, pijama de patricio estrella; así que simplemente se acomodó el cabello antes de abrir la puerta.
— Hyung.. — dijo impresionado por la inesperada visita.
Decir que no estaba arrepentido de su pensamiento anterior sería una mentira.
El otro barrió su mirada por el cuerpo del menor y prestando mas atención a la parte de piel de su hombro que se notaba a simple vista que en el diseño de lo que traía puesto, y en esos momento ni siquiera eso podía distraerlo.
— Te ves hermoso — comentó el alto, mosntrandole una dulce sonrisa; falsa, no es que no lo pensara;más en esos momentos su cabeza no se mantenía enfocada en nada. Fue más que nada un comentario por educación que algo verídico y algo que siempre saldría naturalmente de sus labios, lo único a lo que pudo atinar el menor, fue a correrse un poco a la derecha, para dejar pasar a su mayor.
— No me esperaba tu visita — dijo algo abochornado, tratando de que no notara el sonrojo en sus mejillas, fallando en el intento, o al menos eso creía él.
El mayor siguió su camino subiendo las escaleras llegando a la segunda planta, como si de su propia casa se tratase.
— Tenemos que hablar — mencionó simple esperando que el menor subiera tras él, mientras este entraba a la habitación en la que había estado tantas veces.
El menor lo sabía había algo raro en su hyung, lo conocía como la palma de su mano, y sabía que estaba intentando ocultarlo así que por él, fingiría no saber nada. Al menos hasta que TaeHyung diera el primer paso para contarle.
Así que simplemente siguió los pasos del mayor hasta su habitación y cerró la puerta tras de sí, recibiendo un abrazo de golpe, el castaño estaba aferrándose a su cuerpo con tal necesidad, que simplemente no pudo evitar rodearlo en sus brazos, era la primera vez que sentía a su Kim, tan frágil en sus brazos.
— ¿Qué ocurre? — consultó alarmado, mas lo único que recibía por parte del mayor eran quejidos y un llanto desastroso y ensordecedor. Volvió a insistir con la pregunta y nuevamente, su única respuesta fueron sollozos, por lo que optó por caminar como pudo hasta la cama y una vez logró sentarse junto a su hyung, lo cargó en brazos, poniéndolo en su regazo y sintiendo como el mayor dejaba salir todo el dolor que tenía encima.
Continuó confortandolo hasta que sintió como este caía presa del cansancio por todas las lágrimas derramadas y se encontraba completamente dormido en sus brazos. Lo acostó en la cama realmente consternado y se quedó un momento más acariciando sus cabellos antes de decidir levantarse e ir a la cocina a prepararle algo a su hyung.
Media hora después el menor se encontraba con una bandeja con dos platos de panqueques y algo de leche tibia en dos tazas subiendo las escaleras hacia su habitación donde se encontraba el mayor.
— ¿A dónde te habías ido? — escuchó la voz rasposa de su TaeHyung ni bien cruzo el umbral de la puerta, se encontró con sus ojos, oscuros y perdidos sin nada de brillo.
¿Qué había ocurrido para que su mayor se encontrara en aquellas condiciones?, El menor se sentía impotente, tenía una fuerte necesidad por ayudarle y no podía hacer mucho si el castaño no hablaba.
— Fui a prepararnos algo de comer, para que podamos conversar — respondió el pelinegro, sentándose en el borde de su cama y acercando la bandeja a su novio.
— Gracias Bunny, pero no tengo hambre — le miro a los ojos y aunque era cierto que sentía su cuerpo incapaz de probar bocado, su estómago lo traicionó gruñendo. Y claro, llevaba desde que se enteró de lo sucedido hasta ese momento sin haber ingerido si quiera agua.
— No voy a aceptar un no como respuesta. Debes comer, aunque deba embutirte la comida — advirtió el menor, a lo que TaeHyung solo pudo empezar a comer a regañadientes.
Cuando iba ya por la mitad de la comida el menor decidió preguntar nuevamente — ¿Podrías por favor contarme qué ocurrió? — su voz aún siendo suave y aterciopelada, esperando e intentando sonar como un apoyo más no poner una presión en sus palabras. No quería hacerle sentir incómodo, ni mucho menos atrapado, simplemente quería estar ahí para él.Después de un fuerte suspiro TaeHyung dejo su tenedor y cuchillo en la mesa, cerro los ojos intentando mantenerse en calma, era imposible que el dolor disminuyera, pero al menos se sentía capaz de hablar sobre el tema.
— Es mi madre Kookie.. — empezó, notando como el menor abría los ojos espectante de lo siguiente — Se puede morir...
El menor se tiró a los brazos de su hyung, iba a estar ahí para él costara lo que costara.
— ¿A qué te refieres TaeTae? — intentó indagar un poco más.
Escuchó un leve sollozo y lo apretó más fuerte.
— Ella.. tiene cáncer Kookie.. — susurro entre cortado. — Me va a dejar... La voy a perder JungKook — el mayor se encontraba sumido en su negatividad.
— Hey no. — Le tomó de las mejillas, — mírame. Necesito que me mires a los ojos — el mayor huía de su mirada, por lo que el menor optó por acariciar sus mejillas suavemente. — El Kim TaeHyung que yo conozco no se dejaría vencer por los malos pensamientos. Tu madre va a estar bien; ella es fuerte, va a luchar y lo va a lograr. Deber confiar en ella, y debes ser fuerte por ella. — Mencionó y logro que el mayor le mirase.
— JungKookie..
— Cuando sientas que la situación te sobrepasa ven a mí. Yo estoy para ti, siempre lo estaré, si quieres llorar, te doy mi hombro, si quieres golpear algo de frustración te acompaño, pero no estás solo en esto — besó suavemente sus labios — no pienso dejarte solo. ¿Entendiste? — lo miro a los ojos.
El mayor simplemente movió la cabeza en un corto acentimiento. ¿En qué momento el menor había madurado tanto?; Hasta hace un par de semanas era un niño inmaduro y con miedo al qué dirán, y ahora estaba ahí, dispuesto a ser su cinturón de seguridad, la bolsa de aire en caso chocara.
JungKook tenía razón, su madre lo necesita fuerte y aún más, su madre necesita su apoyo.
Él sería el apoyo de su madre, mientras tuviera la pared JungKook a su lado para ayudarle a pararse.
Aunque el pasillo en el que caminaban tuviera un solo final, él estaría ahí en todo ese recorrido.
***
Capítulo 17, terminado.
Disculpen la demora, he tenido problemas técnicos, pero los estoy intentando resolver.
Se me rompió mi laptop y no tengo celular. (Estoy actualizando del de mi awela jajajaja). Gracias por su cariño, paciencia y apoyo.
Cuando esté capítulo llegué a 800 leídas, subiré el próximo y quizás prontito les haga una maratón uwu...
Besitos, tengan un lindo día 💗🏵️
YOU ARE READING
El activo (VKook)
FanfictionJeon JungKook, El Capitán del equipo de fútbol, el chico rudo y con chaqueta de cuero. El hombre por el que muchas mojan sus bragas. Novio de la lider de las porristas.. O al menos eso es lo que todo el mundo cree. ¿Qué pasaría si les digo que yo, e...