Capítulo 5

59.5K 6.9K 2.3K
                                    


Taehyung observaba fijamente a su amigo, algo estaba mal.

—Tae... tócame el brazo —pidió el pequeño omega alzando su brazo por delante del omega contrario.

Al ver que su amigo solo le siguió mirando pensativo, bufó y tomó la gran mano de Tae colocándola sobre su antebrazo. Cerró fuertemente sus ojos a la espera de aquel abrazador dolor, pero nada. Frunció sus labios y abrió sus ojos, Taehyung el observaba alzando una ceja.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —preguntó dejando su mano entre las pequeñas.

—Eh... —mordiendo su labio inferior, esta vez colocó la mano sobre su hombro donde el alfa de ayer le había tocado—. Nada...

—Ya me estas asustando, Minnie... —se acercó a su amigo y colocó su mano en la pequeña frente, bajo los rubios mechones—. No tienes fiebre.

—¿Qué heces, Tae? —preguntó Jimin bajando la mano que posaba sobre su frente.

—Desde ayer estás actuando extraño, ¿qué pasó cuando saliste?

El pequeño omega se quedó en silencio alertando a su amigo. Con un suspiro, Jimin volvió a observar la TV.

—Ayer... cuando salí... me encontré con Namjoon.

—Hijo de...

—Recuerda que es tu tía favorita —sonrió ladino Jimin.

—¿Por qué crees que me quedé callado? —bufa enojado—. ¿Qué hizo?

—Intentó hablar conmigo, intentar hablar para terminar como se suponía que debíamos hacerlo.

—No me digas qué ese imbécil usó aquellas palabras —preguntó con su voz más grave de lo normal.

—Sí... me dolió sabes... —susurró cerrando fuertemente sus ojos por un momento—. Intenté, te juro que intenté escucharlo y terminar como dijo, pero... todo su porte estaba cubierto con el aroma de otro omega, Tae... ni siquiera intentó cubrirlo... —su voz quebrada destrozaba el corazón de Tae—. No pude, tenía la intención pero aquello me la quitó. Le dije que la culpa era tanto mía, por no darle lo que quería, y de él por abandonarme —sorbe su nariz—, le dije que no me volviera a buscar nunca más y... y luego...

—¿Y luego qué, Minnie? ¿Te golpeó? ¿Es eso? ¡Oh Dios mío! ¡¿Dónde?! —se alteró abalanzándose sobre Jimin.

—No, Tae, no me golpeó —suspira limpiando fuertemente aquellas lágrimas de sus ojos, no quería llorar—. Sólo me tomó del antebrazo intentando detenerme pero... fue como si todo ese lento y tortuoso dolor que sentía en mi cuello, cuando la marca se estaba borrando, lo sintiera donde me tocaba y sólo en esa parte.

—Vaya... eso... —no sabía qué decir ante aquella explicación.

—Y después pasó algo similar... después de dar una sesión, otro alfa tocó mis hombros y fue igual de doloroso —explicó confundido, abatido y dolido.

—Tal vez... es por que son ¿alfas? —dijo al azar.

—Si fuera así... no, no puede —niega con su cabeza.

—¿Por qué?

—Porque con quien hice la sesión era un alfa más intimidante que cualquiera que hubiéramos conocido. No pasó nada cuando lo toqué —recargó su cabeza contra el sofá aún más confundido que antes.

—¿Hiciste una sesión?

—Ehh... Sí...

—¿Y por qué no me contaste, ya tienes trabajo? —preguntó entusiasmado cambiando de tema.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora