Jimin observó a su alrededor, conforme asintió con la cabeza.
—Sí, me gusta —el hombre beta le sonrió.
—Entonces, planea arrendar este lugar para su boda —preguntó para asegurarse.
—Sí.
—Bien, discúlpeme un momento entonces para ir en busca de la agenda y arreglar todo —dijo retirándose.
Poco después Taehyung llegó a su lado con una sonrisa.
—El lugar es hermoso. Es entre natural y sofisticado pero sin exagerar.
—Lo sé, por eso me gusta —respondió con una sonrisita—. Y sé que a Yoongi también le gustará.
—Pobre —comentó Taehyung divertido, recordando el rostro del alfa cuando fue a recoger a Jimin—. Realmente no quería ir con Jin a probarse el traje.
—Lo sé, estuvo quejándose toda la mañana —recordó con una sonrisa, el pequeño Jungkook tampoco quería ir pero Jin también le obligó.
Taehyung ríe al imaginarse aquello.
El hombre encargado llegó al lado de ambos omegas, cuando todo estuvo arreglado, ambos se subieron al auto de Taehyung para volver a casa de Jimin.
—¿Pasamos a un Mc Donald? —pregunto conduciendo.
—Sí, ya tengo hambre y no quiero llegar a cocinar —se quejó Jimin, estirando su labio inferior.
Ambos prefirieron pasar por el autoservicio, encargando dos hamburguesas grandes, dos paquetes de papas fritas y dos refrescos.
En cuestión de minutos ya estaban en la carretera nuevamente, en dirección a la casa de Jimin y Yoongi.
—¿Y como está Jihoon? —pregunto Jimin sacando la hamburguesa de su amigo, pasándosela.
—Bien, mande a buscar a un médico y le recetó unas vitaminas entre otras cosas. Le dijo lo que ya todos sabíamos, pero últimamente se ve tan bien que es difícil de creerlo —contestó dándole un mordisco a su hamburguesa mientras manejaba.
—Yo aún no lo puedo aceptar del todo —se quejó, y sabía que su amigo le comprendía.
—Lo sé, lo bueno es que ahora sí está viviendo al máximo con el pequeño Baekhyun, quien déjame decirte, es una verdadera ternura —pronunció orgulloso.
—Mi Kookie es una ternura —respondió igual de orgullosos, ambos rieron.
Dándole el primer mordisco a su papa frita, Jimin sintió un malestar que pasó por alto. Prefiriendo tomar un sorbo de un refresco antes de morder su hamburguesa.
—¿Qué sucede? —pregunto Taehyung antes el silencio de su amigo—. Te ves pálido —señaló preocupado, observándole de reojo.
—Para el auto —ordenó apretando sus labios.
Rápidamente su amigo detuvo el auto, orillándose en la carretera. Jimin, con apresura, abrió la puerta y alcanzó a inclinarse cuando vomitó lo que había alcanzado a comer.
—Joder Jimin, ¿Qué tienes? —pregunto preocupado Taehyung, desabrochando el cinturón para inclinarse hacia el rubio y proporcionarle suaves palmadas.
—Asco —susurro Jimin una vez que termino. Con la ayuda de Taehyung se volvió a incorporar en el asiento, cerrando sus ojos y recargando su cabeza hacia atrás.
—¿Qué sucedió? ¿Te sentías mal desde antes? —pregunto preocupado, volviendo a colocarle el cinturón a Jimin antes de colocarse el propio y manejar de vuelta.