Capítulo 40

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Jimin estornudo y movió su nariz similar a un conejo antes de gemir disgustado. Joder, solo habían estado unos cuantos minutos en la piscina... -tal vez más, mucho más- pero en cuanto salieron se cambiaron la ropa mojada enseguida y aun así solo fue él quien se resfrío ligeramente.

Unos grandes ojitos café le observaban desde el otro extremo de la cama, curiosos.

- No te acerques kookie. -pronunció cuando vio al menor comenzar a gatear sobre la cama. El cachorro estiró su labio inferior y le hizo ojitos inclinando ligeramente su pequeña cabeza.

¡Dios! Era una ternura andante y un controlador igual que su padre. Jimin sorbió un par de veces su nariz, levantó sus dos manos y las apoyó en sus calientes mejillas, frunciendo un poco sus labios también inclinó ligeramente su cabeza.

- Por favor kookie, se buen niño y quédate ahí. -pidió con voz melosa.

El menor apretó sus labios, hizo una pequeña mueca disconforme pero de todas formas hizo caso ante las palabras de Jimin.

La puerta se abrió y Yoongi entró empujando su molesta y casi innecesaria silla de ruedas. Tenía una bolsa entre sus piernas. Observó a su cachorro y luego a Jimin.

- ¿Está molestando? Si quieres lo llevó donde Jin para que lo moleste él. -ofreció sonriendo cuando escuchó a su hijo quejarse en silencio, moviendo su cabeza de forma negativa.

- Esta bien Yoongi, no me molesta pero tengo miedo de que se contagie por mi culpa. -espeto preocupado mientras alejaba sus manos de su rostro.

El Alfa frunció el ceño y se acercó a la cama, se levantó de si silla con la bolsa entre sus manos y se sentó al lado de Jimin. Al rubio Omega no le reclamó por ello, ya no le sorprendía, se había acostumbrado a que Yoongi dejara de usar por varias horas la silla o las muletas.

Preocupado, el Alfa tocó con el dorso de su mano las mejillas y frente de Jimin.

- Estas un poco caliente.

- Siempre he sido caliente. -intento bromear antes de estornudar y volver a gemir disgustado-. Realmente odio enfermarme.

Yoongi sonrió ladino y saco unos remedio y una bolsa con hielo pequeña, dejándola a un lado esta ultima.

- Jin dijo que deberían tomar esto y que si tú cuerpo tenía temperatura debía bajarte la con el hielo.

Jimin recibió el medicamento y se lo tragó rápidamente con un sorbo de agua. Suspirando bajo un poco en la cama, logrando que su mitad inferior de su espalda estuviera recargada en el colchón y la superior contra unas almohadas.

Yoongi paso uno de sus brazos sobre Jimin, rodeándolo. Con cuidado corrió unos cuantos mechones de la casi perlada frente del Omega.

- Llamó tu amigo, dijo que iba a venir en cuanto pudiera deshacerse de su hermano y padre. -Jimin cerró sus ojos disfrutando de los dedos contra su frente.

- Esta bien, Tae me ayudara con mi humor.

Jungkook observó a los dos adultos y lentamente se fue acercando, hasta que su pequeño cuerpo estuvo al lado de Jimin. Se acomodó de lado como un pequeño minino y se aferró a la mano del Omega, cerrando sus ojos para tomar su siesta.

- No te preocupes por el pequeñajo, ya se resfrío una vez y no volverá. -aseguró Yoongi después de detectar la preocupación en los grises ojos de Jimin cuando sintió al menor.

- ¿Sabes?

- ¿Que?

- Realmente me gusta estar aquí, contigo. Aunque dolió superar al tonto de Kim Namjoon, fue una suerte que hiciera lo que hizo o si no nunca hubiera salido de la casa.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora