Capítulo 56

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Jimin suspiro observando nada en particular, esperando que llegaran los demás.

Sonrió suave cuando lo abrazaron desde atrás, rodeando su cintura, unos delgados labios besaron su cuello y luego un mentón se apoyo en su hombro.

—Sigues pensando en Jihoon —aseguró en un susurro Yoongi, observando el extenso verde que había.

—Es triste —respondió Jimin, sintiendo que injusta era la vida.

—Así es la vida Jimin, con altos y bajos que tenemos que aprender a superar.

—Lo sé, me alegra que ahora se este quedando en el departamento de Tae. Al menos así me siento más tranquilo por él y lo puedo ver más seguido.

—Mmh, recuerdo la expresión que hizo cuando le dije que lo ayudaría —se burló Yoongi, acariciando el abdomen de Jimin suavemente en una forma de reconfortarlo.

—Lo sé, no tenías que agregar que solo lo hacías por mí —se quejó Jimin.
—Pero es la verdad.

—Yo sé que muy dentro de tí, también estas preocupado pero, sé que no lo vas a admitir.

—Me conoces bien —respondió Yoongi, girando su rostro para besarle una mejilla.

Jimin resopló negando con su cabeza.

—¿Qué crees que pase con el pequeño Baekhyun?

—Son cosas que él decidirá —respondió—. Pero ya, dejemos de hablar temas que sé que te ponen triste —reprendió—. Mejor quejemonos en que todos hablaban de puntualidad y aún así nadie llega, ni siquiera mí papá.

Jimin rió ante el tono indignado de su alfa.

—Por eso es que lo estamos esperando afuera de tu antigua casa, en la que creciste. Estoy ansioso por recorrerla.

—No es gran cosa —advirtió el alfa, separándose cuando tres autos y un camión comenzaron a distinguirse.

—Es hermosa y eso que solo le he visto desde afuera hasta ahora —contestó Jimin, observando maravillado a su alrededor.

Era una casa un poco alejada de la ciudad, rodeada de verde y un bosque en unos cuantos metros más allá. Podía sentir el aire limpio entrando por sus pulmones, la tranquilidad les invadía, solo pequeños sonidos de algunos animales del bosque -principalmente pájaros- se escuchaban.

—A mamá le gustaba la naturaleza. —recordó con una sonrisa el alfa.

—Como a ti y al pequeño kookie.

—¿Dónde está el pequeñajo? —pregunto cuando se dio cuenta de que no estaba cerca, cual era extraño ya que siempre estaba alrededor de Jimin.

Jimin volvió a reír antes de pegar un pequeño silbido. Jungkook salto entre el verdoso césped donde estaba escondido y corrió hasta llegar donde estaban ambos adultos. Aprovechando el vuelo de su corrida, saltó sobre el cuerpo del omega, sorprendiendole y sin dejarle accionar bien.

Antes de que Jimin pudiera atraparlo, Yoongi lo alcanzo a agarrar y lanzarlo hacia arriba, haciendole chillar divertido antes de caer en la seguridad de los brazos de su padre.

—No saltes de improviso —reprendió suavemente antes de entregárselo a su pareja.

—¿Papi? —preguntó el cachorro, inclinando ligeramente su cabeza.

—Papá tiene razón, si yo hubiese perdido el equilibrio cuando te atrapaba, ambos nos hubiéramos caído y lastimado.

—Nuna másh —prometió abrazandolo por el cuello.

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