-Te dije que me avisaras cuando estuvieras con el rarito -se quejó Yoongi desde el otro lado, sacándole una suave sonrisa a Jimin.
-Ocurrió algo y se me olvido -se excusó con un suspiro, observando la puerta de la habitación ocupada.
-¿Qué paso? ¿Estas bien? -el tono preocupado alertó a Jimin, podía sentír a través de su lazo como la preocupación subía nivel a nivel en el cuerpo del alfa.
-No te preocupes, yo estoy bien -aseguró-. Solo ocurrió un pequeño problema cuando corría.
-¿Qué clase de problema? -pregunto Yoongi, sintiéndose un poco más tranquilo pero con su cuerpo tenso.
-... ¿Podrías venir aquí? -pregunto el omega luego de considerarlo unos segundos.
Si planeaba ayudar a alguien, primero tenia que consultarlo con su pareja.
-Envía la dirección -ordenó cortando la llamada.
Jimin junto sus cejas y volvió a marcar el número de su pareja.
-Yo también te quiero -gruño cortando la llamada, sonriendo al escuchar la grave risa.
-¿Y? ¿Qué dijo tu acosador opresor? -bromeo con el pequeño entre sus brazos.
Ambos se veían muy bien juntos, el menor prácticamente no había querido bajar de los brazos de Taehyung cuando entendió que su padre estaba dormido y necesitaba descansar.
-Lo lamento, nuestra salida se va a atrasar un poco -se disculpó con una mueca.
-Esta bien Minnie, lo entiendo.
-Sabes, te ves realmente bien con el pequeño entre tus brazos -comentó con una sonrisa.
El rostro de Taehyung se iluminó completamente.
-Son tan lindos -chillo emocionado-. Ahora entiendo porque te gusta tener al pequeño kookie entre tus brazos. Yo también quiero uno -exigió con un puchero.
-Bueno... -sonríe malicioso-. Siempre le puedes decir a Hoseok que coopere, estoy seguro de que estará más que encantado -se burló Jimin, riendo cuando el rostro de su amigo se comenzó a consumir por el rojo.
-¡Callate! -pero Jimin siguió riendo, contagiando al cachorro y poco después a Taehyung.
-¿Y... Como esta? -pregunto el rubio mientras se limpiaba sus lágrimas.
-Le dije que tratara de descansar un poco más -suspira-. Se ve mal Minnie.
-Lo sé, le prometí que le iba ayudar y lo voy a hacer, por eso le pedí a Yoongi que viniera también.
-Eso es bueno, espero realmente que lo puedan ayudar.
El timbre de la puerta interrumpió el silencio que se había propagado en el departamento.
-Yo voy -aviso Jimin, dirigiéndose a la puerta.
Cuando la abrió, no espero ver a su alfa con sus cejas juntas y una mirada entre odio y dolor.
-¿Yoongi? -pregunto preocupado, observando luego al pequeño Jungkook que se escondía detrás de las piernas del alfa, gruñendo bajo.
La mirada de Yoongi recorrió todo el interior del departamento, relajándose levemente al no ver a cierta persona ahí.
-¿Yoonie? -volvió a llamar Jimin, esta vez logrado captar su atención.
Sin esperarlo, el rubio omega se abalanzó al cuerpo de su pareja en un abrazo sorpresivo. Sintiendo aquel dolor del que ya le había comentado, sin entender por qué había vuelto.
