—¿Ya vienes? —fue lo primero que dijo el Omega mayor al contestar su móvil.
—Estoy fuera de la casa —rasco su nuca observando a la nerviosa doctora a su lado.
—¿¡Y qué esperas!? ¡Entra! —ordenó llamando la atención de los dos contrarios.
—Eh... —hace una mueca—. Tengo un problema.
—¿Qué clase de problema no te deja venir a ver a tu sobrino enfermo? —pregunto con malhumor.
—La clase de problema donde el único doctor que quiso venir es una Omega. —respondió sin enojarse por el tono del contrario.
—Oh... —exclamó comprendiendo y observó a Yoongi, luego al pequeño cachorro en los brazos de Jimin—... Tiene sentido.
—Creí que podría utilizar neutralizador pero no encontramos en ninguna parte y fue por eso que nos tardamos más —explicó con un suspiro.
—Tu solo entra —ordenó haciéndole señas a Jimin.
El pequeño rubio dejó en brazos del Alfa al cachorro y se acercó rápidamente a Jin.
—¿Qué pasa Hyung? ¿Hoseok Hyung ya viene en camino? ¿Está aquí?
—Lo acompaña una doctora Omega —susurro para que solo el pequeño Omega le escuchara—. Necesito que le pases abajo uno de mis neutralizadores o uno de los tuyos y después que distraigas a Yoongi.
Asintiendo con la cabeza salió rápidamente de la habitación y fue a la suya, sacando de su closet la caja y un neutralizador. Corriendo bajó las escaleras y abrió la puerta. Estacionado a la mitad del camino estaba Hoseok recargado en su auto.
Con una sonrisa de alivio al verlo corrió hacia su lado y le pasó el neutralizador.
—Aquí está —dijo con su respiración algo agitada por correr.
Hoseok sonrió y le pasó el neutralizador de aroma a la Omega quien rápidamente se lo echo encima.
—Vamos —pronunció el Alfa ya encaminándose hacia la gran casa—. Recuerda, eres una Beta —advirtió abriendo la puerta.
Todo iba bien hasta que Yoongi apareció abajo, todos se quedaron paralizados al ver como las facciones del Alfa se tensaban.
—Tú... —su voz venenosa mientras observaba fijamente a la Omega con su maletín, quien se escondió detrás de la espalda de Hoseok. Aun tenía algo de su aroma encima y todos estaban seguros de que Yoongi alcanzo a escuchar la ultima parte.
—Yoongi Hyung... Kookie, tiene que verlo —le recordó Jimin, tratando de que su lado sumiso no lo superara.
Yoongi trago seco y apretó sus manos en puños, enterrando sus cortas uñas en su piel. Tragándose su gruñido de rabia dio media vuelta, era por Jungkook, su cachorro con el que no le había dado la suficiente atención desde que apareció aquella tarde en la puerta de su casa con aquel estúpido que decía amarlo.
—Suban... —el pequeño Omega le susurro a Hoseok y corrió tras de Yoongi al ver como este se iba mordiendo su labio inferior.
El Alfa asintió con la cabeza y agarrando del antebrazo a la Omega subieron la escalera.
Siguiendo al Alfa alcanzó a poner su pie cuando este cerro la puerta de su antigua habitación de un portazo -ni loco pensaba subir sabiendo que había una Omega ahí arriba-, Jimin sin importarle la puntada de dolor en su pie apretó sus labios y entró a la habitación del Alfa.
—Vete. —ordenó inquieto, queriendo golpear algo.
Jimin observaba angustiado como el Alfa dándole la espalda intentaba bajar de su silla para sentarse en su cama. Ahogó un grito al ver como en un mal movimiento su mano se doblaba mal y caía directo al suelo, golpeado fuerte y dolorosamente su espalda.