Capítulo 48

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El celo de Jimin duró exactamente cuatro días para desgracia y felicidad de ambos.

En esos cuatro días solo estuvieron ellos tres, como una pequeña y verdadera familia. Al no haber nadie que cuidara al pequeño Jungkook, la reciente pareja tenía que aprovechar las cortas siestas del menor ó en la noche donde eran muy silenciosos para no despertarlo para tener sus momentos íntimos, lo cual molestaba un poco a Yoongi ya que descubrió que le encantaba escuchar gimotear, jadear y gritar a Jimin. Aunque tampoco era tan malo tener que callarlo a besos.

- Yoonie ya suéltame -ríe- Kookie me está llamando.

El Alfa gruño sin dejar de rodear la cintura del Omega con ambos brazos, reteniéndolo mientras seguía besando su cuello. Era tan cómodo sentir a Jimin sobre su regazo y entre sus brazos, calzaba perfectamente.

- Es increíble que me quieras dejar para ir a ver al pequeñajo. -se quejó sacándole otra carcajada al Omega, quien se acomodó de lado y pasó uno de sus brazos detrás del cuello de Yoongi, comenzando a acariciarle suavemente la nuca.

- ¿Estas celoso de tu propio hijo, Min Yoongi? -pregunto burlón, paseando su nariz suavemente por la sien del Alfa.

- Claro que no. -bufa- Solo siento que sabe cuándo debe interrumpir.

El pequeño rubio se alejo unos centímetros y tuvo que coincidir con su Alfa, parecía que el cachorro tenía un sexto sentido donde sabía exactamente cuál era el momento perfecto para interrumpirlos.

- Es cosa de acostumbrarse Yoongi... -dijo algo inseguro, pero confiando en que así fuera.

Yoongi suspiro asintiendo, sabiendo que Jungkook estaba actuando así por el lazo que se estableció también entre él y Jimin. Eso le alegraba, que su pequeño haya forjado un lazo tan fuerte con Jimin solo significaba todo lo que le quería y ya veía como figura materna y, sabía, que Jimin estaba consciente de aquello y por eso iba cada vez que el infante le llamaba.

- Vamos los dos. -anuncio robándole un corto beso.

Otra cosa que había pasado en esos cuatro días, era que Jimin finalmente se rindió a que Yoongi siguiera usando la silla de ruedas o las muletas, no le veía el caso pues el Alfa la dejó de usar completamente después de probar el volver a caminar sin problemas.

Lo que no le había quitado Jimin, fueron los ejercicios que nunca estaban demás y ayudaban el dolor que sentía Yoongi cuando se sobre exigía al caminar, aunque ahora último le estaba dando un masaje para relajar el cuerpo del Alfa al dormirse, relajando sus músculos.

- Estoy bien mocoso. -aseguró deteniéndose en la puerta que conectaba su habitación a la del cachorro.

- Lo sé... Solo no puedo evitar preocuparme... -dijo abrazarle por detrás, recargando su frente en la espalda del Alfa- Ahora que te tengo no quiero que nada te pase.

- ¿Eso significa que antes no te importaba la que me pasaba? -pregunto acariciando las pequeñas manos en su abdomen.

- Sabes a lo que me refiero. -le golpeó ligeramente la espalda con su cabeza. Sacándole una sonrisa a Yoongi.

- Lo sé, y por eso yo tampoco puedo evitar preocuparme... -se dio vuelta para abrazarle bien- Aún puedo sentir tu dolor Jimin, tal vez no es nada comparado a antes pero es una punzada que sigue ahí, presente. -le acaricia suavemente el rubio cabello.

Jimin apretó sus labios, sabiendo que no tenía sentido negarlo.

- Si... -inclinó su cabeza un poco para poder enterrarla en el pecho de su Alfa- Por eso yo también sé que tú sigues con la duda de tu ex...

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora