Capítulo 1: Engaño.

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—¿Él te besó? —gritó emocionada una chica llamando la atención de muchas personas que sólo caminaban por allí.

—Shhh, Romy, no grites —respondió avergonzada su amiga. La chica de unos catorce años se tapó la boca avergonzada pero luego siguió animando a su amiga para que continuará con el relato.

La emoción de ambas chicas irritó un poco a T.N.

<<¿Qué importa un beso?>>

Se preguntó mientras seguía su camino por las calles de su país natal. Era invierno en ese momento por lo que estaba utilizando un poleron que le quedaba un poco grande pero eso no importaba siempre y cuando ella no sintiera frío, en su cuello había un bufanda y en sus manos unos guantes. Era uno de los días más fríos del año y la temperatura seguía bajando con  el transcurso del tiempo. 

Unos metros más allá, cerca de un parque pudo ver a una pareja besándose apasionadamente, se demostraban el amor que se tenían el uno al otro. 

<< Idiotas, un beso es solo eso, no hay forma que tenga un significado especial >>

En menos de una hora el destino le había mostrado dos escenas relacionas con los besos, ¿Era una especie de señal o una simple broma del mundo?. Decidió ignorar ese pensamiento y siguió avanzando hasta llegar a su casa, una pequeña mansión que consiguió con su poder.

<< Hogar dulce hogar >>

Pensó una vez más mientras dejaba sus cosas en un sillón para luego ir hasta la cocina. Cuando todo estuvo preparado se sentó en la mesa para empezar a comer. 

Almorzar sola no es algo que le fascine pero ¿que más podía hacer?, sus padres habían muerto cuando tenía cinco y su hermano mayor nunca estaba en casa, es más no sabía donde podía estar.   

  —  Te extraño... — Salió de sus labios en un susurro al recordar a su querido hermano. 

Pronto ese deseo de verlo se transformó en un pequeño enojo a él. ¿Quien deja a su hermana menor sola?. Si, se sentía sola en esos momentos, aunque lo intente negar, odia la soledad y su mayor deseo es dejar de estarlo. 

Aunque tuviese el poder de controlar a las personas, por alguna razón, no se sentía bien cuando las manipulaba a estar a su lado. Era lo único que no podía hacer.

El cielo poco a poco empezó a nublarse y tiempo despues la lluvia empezó a caer. En una mansión, una sola chica almorzaba siendo sumergida por sus pensamientos y por el deseo de no estar más sola. 

A fuera de la mansión, y con un paraguas se encontraba un hombre, un extranjero, que miraba atentamente como una sola luz iluminaba una de las habitaciones. La sonrisa de él se expandió al descubrir que las cosas saldrían como el lo estaba planeado. 

— Será tu fin...

*** 

Al otro lado del mundo, en Yokohama, la puerta de la agencia armada de detectives se abría dejando ver a un hombre de cuarenta años, de estatura alta y con un cuerpo delgado, su rostro un poco pálido demostraba que estaba nervioso al estar en ese lugar . Su mirada pasó por todo el lugar buscando a alguien que lo pudiese ayudar pero el lugar estaba vacío. 

Cuando estaba a punto de irse, arrepentido de haberse atrevido a ir hasta ahí, un joven de cabello blanco apareció en la puerta. El muchacho miró curioso al hombre pero este retrocedió asustado, chocó con un objeto del suelo y terminó sentado en el suelo.   

  — ¿Se encuentra bien señor? — Preguntó preocupado Atsushi mientras se acercaba a ayudar al hombre. El señor, en lugar de responder la pregunta del joven se lanzó en dirección del peliblanco para sujetarlo del cuello y gritarle:

Manipulación. [Dazai x tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora