Stockholm Syndrome [VK]

26

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Se quedó dormido, estaba exhausto.

Despertó unas horas después, estaba sólo.

Pensaba que había sido un sueño, hasta que trató de sentarse y su culo dolía.

Hizo esto por conveniencia, le convenía que Jeon estuviese feliz, porque el salía beneficiado, pero, pero empezó a dudar de su maldita sexualidad, no creo que un hombre 100% heterosexual dejaría que le metiesen dedos en el culo y le gustara como a Taehyung le acababa de pasar.

Quería engañarse a sí mismo, diciendo que estuvo horrible, pero no, no lo estuvo y eso le causaba conflicto.

Se quedó mirándose al espejo, pensando, levantó su camisa, tenía chupetones por el pecho, la bajó y del cuello la bajó más, su cuello y clavícula estaban llenos de chupetes también.

Respiró pesado.
—¿Qué hice?—. Se susurró a sí mismo, quería sólo en contentarlo con besos y caricias, no llegar a todo lo que llegaron.

Jeon bajó, sin escuchar nada.

Sonriente, se sentó en la cama con Kim.

—¿Puedo preguntarte algo?—.

Asintió.

—¿Por qué me dejaste hacer todo lo que te hice hace un rato?—. Genuinamente curioso.

Taehyung tragó saliva, él sabía que día era hoy, su cumpleaños.

—Porque es tu cumpleaños —. Excusando.

Jeon se sorprendió, no sabe en qué momento se lo mencionó.

—¿O me equivoco?—.

Jungkook negó.
—Sí, es hoy, ¿cómo lo sabes? —.

—Me lo dijiste hace una semana, tienes 24 dentro de una semana 25, ha pasado una semana—.

Jeon se conmovió un poco, no sentía amor por Taehyung, es mera atracción, pero aún así se conmovió.

Sonrió y se acercó a él, tomó su mejilla.
—Si es así, gracias, me hubieses dejado follarte—.

Taehyung se sintió apenado y asustado, agachó su rostro y Jeon lo levantó nuevamente.

—Estuviste perfecto —. Comentó y le dio un beso en la boca.

—Gracias, supongo—.

—¿Qué quieres hacer?—. Sonriendo.

—Quiero jugar—. Pidió y Jeon prendió la consola, le dio el control y puso el juego que él quería.

Taehyung tenía razón, cayó, Jeon volvió a ser complaciente con él.

Ganó, era cruel de su parte jugar así con Jeon, pero no había opción, Jungkook de igual manera juega con la heterosexualidad de Kim.

Jeon lo observó jugar un rato más.

Kim lo invitó a jugar nuevamente, pensó que se negaría, pero misteriosamente accedió, jugó con Kim, le ganó.

—¿Cómo lo hiciste?—.

—Jugaba mucho cuando era pequeño—.

—Y decías que no jugabas esto—.

—De adulto no, hasta ahora contigo y toma, ya me aburrí —.

Taehyung se rió y tomó el control, Jeon subió, estaba en su cuarto con su celular en la mano cuando escuchó el timbre.

Cerró la puerta de Taehyung con llave, no importaba el ruido, aunque gritara no lo escucharían arriba.

Puso el tapiz y colocó los trajes bien dispersos.

Fue a abrir, Seok Jin, extraño.

—Hola—. Se limitó a decir.

—¡Hola Jungkook! Feliz cumpleaños—.

Dijo extendiendo un pastel horneado en casa hacia Jeon.

Jungkook lo tomó, sonrió.
—Gracias, ¿Quieres pasar?—.

—No hay de qué, no gracias, tengo que ir a ver a mi madre, será otro día —.

—Está bien, suerte—. Jeon fue amable con él.

Bueno, Kim lo tenía de buen humor, obviamente sería amable.

Jin lo abrazó, Jeon extrañamente aceptó el abrazo.

—Bueno, me iré, ¡Bye!—.

—¡Adiós!—. Jeon lo vio marcharse.

Cerró la puerta de nuevo y fue a la cocina, puso una rebanada en 2 platos y bajó con Kim.

Se la dio y la comían juntos.

—Está delicioso, ¿lo hiciste tú?—.

Taehyung halagó lamiendo el tenedor.

—No, me lo dio un amigo—.

Una parte de Taehyung dudaba que él tenía amigos y la otra parte se preguntaba cómo eran sus amigos, tienen que ser muy raros para mantener relación con Jungkook.

—¿Cómo son tus amigos?—. Se animó a preguntar.

Jeon no tenía definición para ellos, solamente trabajan para él y se llevaban bien, era todo.

—Son personas como yo—.

—Genial, ¿También tienen chicos en sus sótanos? —. Preguntó burlesco.

Jeon se rió de su broma.

—Me refería a que también ejercen doctorado en medicina—.

—Ahh, ¿y enserio son como tú?—.

—¿Por qué lo dices así, hay algo malo en mí?—.

—No, nada de eso, sólo me sorprende, yo nunca me había topado con alguien como tú, dejando de lado que me secuestraste y estás loco, pues no, ninguno es joven con alma de señor —.

—A ver no estoy seguro, ¿trataste de ofenderme?—.

—En absoluto, en mi mente sonó más a un halago—.

—En la mía no, y ya sé que no te topaste con alguien como yo nunca, no serías tan irrespetuoso con todo mundo si hubieses tenido un padre como yo—.

Jeon es un sermón de persona.

—Por favor, calla, no quiero relacionar a mi padre contigo—. Dijo igualmente sin darle importancia al tema, jugando.