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6:50 p.m.

Taehyung estaba en su casa maldiciendo a diestra y siniestra, por fortuna había guardado su anterior teléfono, entonces ese utilizaría.

Taehyung les mandó mensajes a sus amigos, diciéndoles que le mandaran a su viejo número lo que sea.

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Los días pasaban y todo parecía olvidado al menos para Tae, porque Jungkook seguía a Kim todos los días se su escuela a casa y así.

Pero el nuevo numero seguía en los grupos de amigos, nadie se había preocupado por eliminarlo. Así que Jungkook leía lo que ellos decían, así sabía siempre a qué lugar iría, pero no respondía.

Vio que invitaron a Tae a una fiesta hoy en la noche, aproximadamente a las 11.

"Perfecto" pensó Jeon.

Era hora de hacer unas llamadas.

Y bueno es Kim Taehyung, no se perdería una fiesta ni loco.

Accedió.

10:00 p.m.

Llegó la hora, empezó a arreglarse, perfumarse, ponerse guapo, como él es.

Se peinó, y se vio al espejo, se tomó una foto y la mandó al grupo de amigos.

Perfectamente se veía su outfit y él había levantado su camisa, presumiéndoles a todos sus abs.

Todos respondían con tonterías de puertos, según Jeon.

-Que va Bro-.
-Chidoooo-.
-Eso es todo, rey-.

En su sala Jeon torció los ojos y le dijo a la otra persona en la sala.

-Cada vez hace el trabajo más fácil este niño-.

El macabro hombre se rió.

11:10 p.m.

Tae se estacionó unos callejones más abajo, pues no había lugar disponible cerca, eran obscuros y sólos.

Llegó Taehyung a la fiesta sin ningún problema, todo tranquilo.

Empezó a bailar y a platicar con sus amigos, y bueno, obviamente a tomar.

No estaba muy ebrio aún, pero, nadie le dijo que invitaron a Hania a la fiesta, ella tenía a una mujer de la mano.

Su novia.

Algún amigo de Tae fue a decirle pues este no se había percatado de eso.

Así que Taehyung al saber se molestó, no quería estar en el mismo lugar que ella, no, no, no y no.

12:00 Jeon estaba afuera del lugar, en un auto, por un rincón, cerca pero no visible.

Lo esperaría, así el joven saliese a las 6:00 a.m. ahí estaría Jeon.

Pero vaya que si el muchacho apresuró las cosas, salió en ese preciso momento, miró a la persona en el copiloto y le asintió.

"Manos a la obra".

-No tenían que invitarme a mí si la invitarían a ella-. Taehyung se quejaba en voz alta caminando por los callejones hacia su auto.

Cuando llega un tipo, vestido de negro de vuelta.

-Dame lo que traigas-.

Taehyung lo miró.

-¿me estás jodiendo, cierto? ¿Otra vez tú?-. así es, el asaltante del otro día.

-Dije que me des lo que traigas-.

-No tengo nada, ya te llevaste todo-.

Miró el auto.

-Eso si no, estás idiota-.

-Sacate rápido las llaves-.

-¡No!-. Taehyung enojado ya.

-¿Ha no?-. Dijo antes de darle un horrible golpe en el rostro tirándolo, lastimándole la nariz, no lo hizo con la fuerza suficiente como para noquearlo.

Tae sostuvo su nariz ya que empezó a sangrar a chorros.

-No mames-. Dijo Tae, trato de verlo pero este sujeto pateó su rostro y por fin quedó inconsciente.

Todo se tornó obscuro.

De repente el auto de Taehyung estaba en la cochera de Jeon, después Jeon metió su auto así cubriendo al de Kim.

Kim yacía desmayado en el sótano secreto de Jungkook, amarrado, de rodillas.

Jeon estaba a un metro de él, mirándolo, frío y rígido.

-Ahora dame mi maldito dinero-.

-Ten-. Jeon le dio el dinero sin mirarlo.

En cuanto el maleante subía las escaleras para salir, Jungkook volvió a hablar.

-Espera, se te olvida algo-.

-¿Qué cosa?-. Respondió de mala gana.

Jeon se giró delicadamente y le disparó al hombre en la frente, con un arma de silencio, que igual no los escucharía nadie, dos metros bajo tierra iniciaba el techo del sótano secreto.

Cayó muerto por las escaleras.

-No debe haber riesgos-. Jeon se colocó unos guantes de látex, y llevó al tipo a su chimenea, la prendió a su máxima potencia y empezó a limpiar las manchas de sangre que quedaron.

4:15 a.m.

Taehyung despertó, con dolor en su cabeza y rostro.

Abrió bien sus ojos, observó bien el lugar, lo primero que vio fueron unas escaleras derecho de él, que se veían ascendentes.

Luego miro a su derecha.

Una cama, una buena cama, con una cabecera increíblemente grande, al lado de ella un baúl que desconocía el contenido y un espejo enfrente de la cama al igual que en el techo sobre ella.

Extraño, alguien ya había limpiado sus golpes en el rostro.

Miró a la izquierda, un baño moderno, con una tina nueva, y un sillón frente a ello.

Para parecer un calabozo es demasiado fino y elegante.

Movió sus manos.

Cuerdas.

Jalaba y jalaba pero lo único que conseguía era quemarse la piel.

Stockholm Syndrome [VK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora