Stockholm Syndrome [VK]

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—¿Qué tanto te dije?— asustado.

—mmm, sólo dijiste tú no eres Tae.— Yoongi extrañado de su actitud.

—¡Es enserio estúpido, ¿qué más te dije de eso?!—

—A ver, tampoco me grites imbécil, que por mí no estás dormido ahora mismo aún en la barra del maldito bar, dijiste que quieres a un tal Tae, es todo, nada más. —

Jeon se tranquilizó, pero aún así, no debió haberle dicho nada a Yoongi, no debió, no debe haber nada de nada que sepan de Taehyung.

—Está bien, iré por mi auto luego, gracias, te llamo al rato—.

Yoongi se quedó confundido, pero le dio igual, colgó.

Jungkook golpeó una de las paredes de su casa. —Maldita sea.— a el mismo por abrir la boca.

—No mataría a Yoongi, no podría hacerlo, a él no, sólo diré que fue algo de ebriedad, nada enserio, buscaré algún famoso que se llame Tae también, da igual.— se tranquilizó.

Fue a bañarse, no podía con su cruda, fue a la tienda por un electrolito, bajó con Tae.

—ahh, tienes la tele muy fuerte.—

Se notaba que estaba crudo, Tae era experto en las crudas, la cara, el electrolito, no aguantar el sonido, sip, estaba crudo.

—¿Buena peda cierto?—

—No sé de qué hablas.— se acostó a su lado, cerrando sus ojos.

Taehyung gritó.

Jungkook cubrió sus oídos.
—Ahh, cállate. —

—Sí, estás crudo.— se rió.

—Ayer me pasé demasiado con la bebida.— lo admitió.

—No es tan malo, solamente tienes que comer huevo o algo así, un licuado de plátano, toma mucha agua en el transcurso del día y ya.— Tae sin darle importancia.

—¿cómo sabes tanto de eso?—

—Tú sabes el tipo de vida que llevaba, tenía que saberme todas las curas para una cruda.—

Jungkook movió su rostro de lado a lado desaprobando eso. —Muy mal, ¿tú también quieres licuado?—

Terminó diciendo, creando la risa del menor, quien asintió.

Bajó el desayuno para ambos.

—¿Entonces con quién bebiste tanto?— Tae tomando del rico licuado que el mayor había preparado.

—Con Yoongi, el me invitó y yo ... oye, ¿por qué debería de decirte?— Jeon a la defensiva.

—Sólo quiero saberlo, yo no tengo nada más que hacer aquí, más que leer los libros que ya leí, jugar los juegos que ya he jugado, jugar en la ducha como si eso fuera divertido, ver programas monótonos y sólo mi vida es más interesante por lo que tú me dices.—

—¿Quieres más juegos y libros?—

Tae asintió.
—De preferencia trae unos interesantes, los libros sobre la anatomía humana no me interesan tanto.—

Jungkook se rió.
—¿Te gusta el billar?—

—¡Sí! Yo jugaba a veces con mis amigos, no es por presumir, pero yo era excelente en aquello.—

—Cool, traeré uno para ti y jugaremos juntos.— 

—Gracias kook, eso me encantaría.— Tae sonriéndole cuadradamente.

—Digo, también podemos jugar a que yo te follo sobre la mesa, sólo para estrenarla.—

Taehyung le rodó los ojos, nunca faltaban sus insinuaciones a cada maldito segundo.

Acabaron el desayuno.

—Tae, iré por mi auto, ayer lo dejé fuera de un bar, igual pasaré por libros y juegos para ti, trataré de regresar lo antes posible.—

Tae asintió.

Jungkook fue hacia él y le dio un beso en la frente, cosa que Tae sintió con calidez.

Se marchó en un auto de sitio, obviamente se había colocado los lentes obscuros aunque el sol estuviera bajando para este punto del día.

Llegando solamente subió y se marchó directo a una librería, donde se podía leer un libro ahí mismo, pero si te gustaba demasiado también podías comprarlo y llevarlo a casa, cosa que él haría, al entrar se puso directamente a analizar los libros.

Pensando en cuáles le gustarían dada su personalidad, sinceramente pensó en llevarle un par de cuentos porque el chico es un niño aún, pero seguramente los acabaría rápido y terminaría molestando con que quiere más, seguramente.

Así que buscaba en el estante de de terror para mantenerlo ocupado, buscaba varios títulos, todos pensaba que serían aburridos para él.

Tomó un libro que se titulaba “Me enamoré de un fantasma” lo leyó y se dijo a sí mismo entre risas "Probablemente al idiota de Taehyung esto le gustaría" pero aún así se negó a llevarlo, su risa llamó la atención de una persona en particular.

Hania, sí, Hania de nuevo, quien nuevamente se acercó a Jungkook.

—Nuestras coincidencias son tantas que deberíamos empezar a salir juntos.—

Jungkook se limitó a verla y torcer los ojos, cosa que ella no notó por sus lentes de sol.

—¿Puedo hacerte una pregunta?—

Jungkook siguió avanzando por el pasillo y ella tras él.

Se giró frustrado.
—Si con eso te irás hazla, mejor rápido. —

Hania se rió del pobre hombre desesperado, con una mano en la cintura y mirando uno que otro libro preguntó.
—Después de lo que pasó, ¿tu no haz sabido nada de aquel joven que iba conmigo ese día previo la navidad?—