38

55K 5.8K 2.6K
                                        

[VK]

Taehyung estaba shockeado.

Aún no podía creerlo, parecía irreal que hubiese tenido sexo con Jeon, aunque el dolor de sus piernas y entrada lo hacían muy real.

Pero lo que más le costaba creer era que le había encantado, que inclusive esto no fue suficiente.

Jungkook al notar que este no le respondió, los cubrió con la sábana y se acercó a abrazarlo. —¿Cómo estuvo?—.

—¿Esperas que te diga que excelente para alimentar tu ego?—. Tae lo miró y se giró a quedar frente a frente.

—Sí—. Sonriente.

Tae rió levemente.
—Estuvo bien—.

—Sí, estuvo perfecto, aunque que mal que lo hiciste solamente por celos—.

Jungkook se acercó a besarlo, pero este se quitó.

—No lo hice por celos—. Ofendido.

—¿Ha no? Siempre te pones celoso de él —.

—¿Por qué estaría celoso de él? Si ahora estás conmigo, no con él —. Tae dijo eso arrogante, después él fue el que se acercó a besarlo.

Jungkook se extrañó, no es como si él fuera de Taehyung, pero si él quiere creer eso, está bien, el recibiría los besos y el cariño que Kim le quisiera dar.

Estuvieron dándose besos y mimos, Taehyung pasaba sus manos tiernamente por los cabellos de Jungkook, jugueteando con ellos.

Tae comenzaba a sentirse algo feliz, aunque todavía no llegaba el día de admitir que Jungkook le gustaba, él empezaba a ser feliz, solo un poco.

Jungkook se levantó y le dio ropa, mientras Jungkook se vestía Tae lo miraba, se colocó los boxers y el pantalón acostado.

Se trató de sentar para colocarse la camisa y le dolió el culo, se regresó a acostarse con un gesto de dolor.

Jeon lo notó y se rió un poco.
—¿Te duele?—.

Taehyung asintió, apenado.

Se inclinó un poco y se colocó la camisa.

Jungkook le dio una pastilla para el dolor, trajo el desayuno y comieron juntos, todo romántico.

Aunque a Jeon no le importaba mucho, después iría a ver a Jin, pero tener contento a Kim también es importante y más ahora que accedió a coger, sin duda esto pasaría muchas veces y de distintas formas, pero para eso tenía que mantenerlo feliz.

Jugaron un rato, en todo el día no se despegó de él, Kim no lo dejaría irse.

Tae pensaba que ya tenía a Jungkook a sus pies, pero, era al revés.

Jin por su parte estaba algo decepcionado, Jungkook no había llegado y no se animó a llamarle en lo que restaba del día, no quería hartarlo o algo por el estilo.

Al caer la noche Taehyung tenía muchas ganas de tomar algo, pues él era un hombre de fiestas y ahora llevaba tiempo sin beber algo de alcohol, bueno, Jungkook podía traerle algo de este.

—Jungkook, ¿puedo pedirte algo?—.

Jeon asintió, mientras jugaba billar en su teléfono.

—¿Puedes traerme algo de beber?—.

Jungkook asintió, se levantó de la cama sin despegar la vista del teléfono, caminando habló.
—¿Agua o refresco?—.

Tae se rió.
—No me refería a eso, me refería a algo de alcohol —.

Jeon se detuvo, extrañado volteó hacía Taehyung.
—¿En serio?—.

Tae asintió.
—Llevo bastante sin tomar una gota—.

—Bien, amm, no tengo aquí en casa—.

—¿En serio?—. Sorprendido.

—Sí, ya me lo terminé y decidí no comprar más por un tiempo, porque si me ponía ebrio probablemente bajaría y te violaría desde la primera vez—.

Tae se quedó en medio shock, aunque Jeon lo dijo en broma, aunque sonaba muy real.

—Bueno, da igual, ¿podrías traerme un poco?—.

Jeon alzó los hombros asintiendo, ese no era problema.
—¿Cuál quieres?—.

—Sé que sabrás dónde te digo, por mi casa, unas calles más abajo por la avenida, hay bares y cosas así, uno con fachada verde con un letrero neón azúl, ahí venden exactamente una bebida llamada luciérnaga, es deliciosa y creo que sólo la venden ahí, ¿puedes traerla?—.

Tae juntó sus manos y le sonrió, era mucho lo que pedía, pero Jungkook no tenía problema con eso.

Asintió.
—Bien, espera aquí —. Después de dos segundos se empezó a reír, pues este está encadenado y lo miraba serio.

Subió y fue, no tardó mucho en encontrar el lugar, Taehyung fue específico, aunque olvidó mencionar que era para puro joven apenas mayor de edad, puros idiotas.

Pensó al entrar y verlos a todos, bebían a lo bestia, no sabían beber, lo hacían por nomas.

Fue directo a la barra.

Pidió 4 de ellas para que se las llevase, no sabía cómo eran ni cuántas quería, así que le llevaría esas.

Esperando a que se las dieran, tomó su celular, empezó a jugar billar de vuelta, sintió que tocaron su hombro.

Se giró.
—¿Qué?—. Neutro.

—Hola, no pensaba encontrarte de nuevo aquí—. Hania.

Stockholm Syndrome [VK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora