Stockholm Syndrome [VK]

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—Tampoco quiero que me veas como un padre, mejor como un novio —.

—No, si no eres una rubia, con unas tetas enormes y una cintura con curvas no te veré como un novio—.

Jeon se rió.
—¿Aún crees que eres Heterosexual?—.

Taehyung no podía responder a eso, ni siquiera el estaba seguro, por lo que habían hecho era obvio que esa línea era delgada.

Pero debía responder.

—Besarte no cambia nada—.

—Tienes razón, puedes ser completamente hetero mamándosela y pidiéndole que te toque a otro chico, mucha razón—.

Taehyung fue bombardeado, con pura verdad, ya no le servía alegar una batalla pérdida.

—No hablaremos más del tema—.

Tae antes de volverse a Jugar, Jeon levantó los hombros sonriendo por su evidente triunfo con este niño que nunca cierra la boca.

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Desde ese día la relación de ambos mejoró Jeon no lo ignoraba más, Taehyung era más complaciente con él también, todo al parecer iba perfecto, pero también las cosas iban bien con Jin.

Las salidas con Jin se hacían cada vez mas recurrentes, Jungkook lo veía como un amigo, el cuál nunca tuvo sinceramente, así que Jin salía a platicar con el a jugar billar con él, disfrutaba de una buena amistad.

Hoy saldría de nuevo con Jin, fue a decirle a Taehyung quien había jugado todo el día con la consola, después leyó y vio televisión, ahora se aburría, estaba acostado en la cama.

—Taehyung, saldré —.

—¿También hoy?—.

—Sí, iremos a jugar billar—.

Taehyung veía que se refería mucho a alguien, pero no sabía a quién.
—¿Otra vez él?, Juega conmigo ajedrez —.

—Lo siento, ya quedé con él, pero por la mañana podremos jugar—.

Jungkook amaba jugar billar, por eso quería ir, no era por Jin.

—Esque me aburro—.

—Duerme un rato, cuando llegue te despierto y jugamos—.

—No, juguemos ahora, si me duermo no me querré levantar—. Berrinchudo.

—Bien, duerme de filo, te veré mañana—.

Jeon se acercó y besó su boca y le guiñó un ojo antes de irse, Taehyung se quedó boquiabierto al ver su negación.

Taehyung no tenía más opciones, o hacía algo de lo mismo o dormía, optó por dormir.

Mientras tanto Jeon pasaba a la casa de Jin quien al verlo ingresó a su auto y partieron al billar, Jungkook estaba feliz, seguramente compraría un billar para jugar él, pero sin duda jugar con alguien más lo hacía divertido.

Iban en el auto, Jin lo veía, joder, y es que Jungkook no es feo saben, tiene una mandíbula ruda y marcada, unos ojos serios pero atractivos, unos labios bonitos, una nariz no tan pequeña pero en él quedaba perfecta, su expresión fría, pero eso le daba un toque sexy a todo él.

Jeon lo miró y Jin regresó su vista al camino.

—¿Pasó algo?—.

—Nada—.

—Bueno—. Sin darle importancia.

Jin podía pensar que esto era como una cita y que en el lapso de la noche de hoy Jeon se dará cuenta de sus sentimientos por él y le correspondería, bueno, el puede pensar lo que él quiera.

Pero para Jeon las cosas estaban claras, Jin es un amigo nada más, se relaciona tan poco con ese sentimiento en él, que desconocía que él también fuera gay, Jin nunca lo mencionó y Jeon nunca preguntó.

Llegaron al lugar, bajaron y entraron, sin ningún inconveniente, ni charla.

Empezaron a jugar.

Jin tiró, sobra decir que no era bueno, ni disfrutaba de jugar billar, sólo lo hacía porque Jungkook disfrutaba hacerlo y él disfrutaba de Jungkook.

—Entonces, Jungkook, ¿Estás saliendo con alguien?—. Nervioso.

Jeon apuntaba en silencio, concentrado.

Tiró, metió dos.

—No—. Negándolo, no es como si pudiese decirle a Jin que tiene secuestrado a un jóven.

—Cool—. Jin sonriendo.

Tiró y falló.

—¿No eres muy bueno, cierto?—.

Jeon observando que la mayoría de tiros que hacía genuinamente fallaban, ni tirar sabía.

—No sé cómo se hace, ¿Me podrías enseñar?—.

Jeon asintió.

Jin se colocó en la posición de tirar equivocada, Jeon se puso tras él, acomodándolo, nada especial.

Tomó sus manos y las puso de manera correcta.

Jin se sentía en el paraíso, el hombre que el quiere está así con él, antes de que pudiese decir algo Jeon se quitó.

—Listo, tira a la roja—.

Eso hizo y la atinó.

—Woooah, gracias—. Jin lo abrazó, Jeon sólo le dio unas palmadas en la espalda y lo soltó.

—De nada—. Siguió su turno.

Es increíblemente raro que Jeon ni siquiera note que Jin siente algo por él, lo ve tan normal, como un simple chico heterosexual que juega billar con él.