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Después de eso regresaron a casa de Yoongi.

Mientras iban en camino, conversaban.

—Cuidala Jungkook, no es un juguete.—

Jeon asintió.
—Está bien, pero ¿por qué te dicen Agust D?—

Yoongi se rió un poco. —Solamente es un nombre que utilizaba ahí cuando yo era parte de ellos.—

—¿También te dedicabas a eso?—

—Un tiempo, pero preferí estudiar y me hice en doctor, ya no tengo nada que ver con el negocio pero ellos siguen siendo amigos míos.—

—Vaya, entonces, ¿haz matado?— Jungkook lo miraba a los ojos.

Yoongi se puso serio, no miraba a Jungkook, solamente al camino de enfrente. —No es algo que me enorgullece, sabes.—

Jeon asintió, mirando al frente.

—Tengo la necesidad de preguntarlo, ¿tú lo haz hecho?—

Jeon se tensó un poco. —Claro, he tenido casos donde no se logra salvar al paciente.—

Yoongi lo miró.
—Sabes a lo que me refiero.—

—¿Matar por gusto?—

—No matas a alguien por gusto, a veces es necesario, ¿lo haz hecho?—

—No, no lo he hecho.— 

Yoongi giró su rostro de nuevo al camino.

—¿Puedo preguntarte algo más?—

Min asintió.

—¿Alguna vez mataste a quien amas?—

—No, porque no pude hacerlo, no tuve el valor suficiente y me alegra que haya sido así.— Yoongi lo miró haciendo un tipo de sonrisa sin mostrar los dientes.

—¿Por qué?—

—Si amas a alguien, le das vida, no se la arrebatas, llegamos.— Min se detuvo frente a su casa y bajó.

Jeon asintió, sintiendo un golpe en el estómago, salió del auto también.

Ingresaron a la casa de Yoongi y se sentaron juntos en la sala.

—Jungkook, confío demasiado en ti, no hables con nadie acerca de eso ni del lugar al que te llevé esa ya no es mí vida, ¿de acuerdo?—

—Está bien, puedes confiar en mí, ahora si me disculpas tengo que ir a casa dejé un asunto pendiente.—

—Sí, hasta luego amigo, cuidate mucho.— Min se levantó y lo abrazó.

Jeon palmeó la espalda de Yoongi unos momentos y salió, subió a su auto y condujo a casa, quería ver a Taehyung aunque probablemente Tae no lo quería ver a él.

Ya era tarde, Tae quizá estaba dormido, no había comido aún, pues desde la tarde que discutieron no lo había atendido.

Llegó a casa, preparó algo delicioso para cenar tal como rollos primavera, en su cuarto dejó la bandeja en la cama y miró la pistola.

Todavía faltan días para su cumpleaños, así que la dejó en su cama, tomó la bandeja, respiró hondo y bajó.

Encontrándose con Tae como era de esperarse dormido, se había agotado de llorar, gritar y jalonearse, lastimando sus muñecas así dejándoles marcas rojas.

Revisó sus muñecas mientras estaba dormido, mordiendo su labio de impotencia, se separó un poco de él.

Puso la bandeja frente a ellos, se arrodilló y lo levantó, sin decir nada, levantó la comida, él se la daría, lo lo iba a soltar.

Taehyung lo primero que hizo al despertar fue fruncirle el ceño, no abrió la boca para comer, Jungkook insistió.

Pero aún así, Taehyung no abrió la boca, inclusive giró el rostro.

—Comelo.—

Tae negó con el rostro.

—No puedes hacer esto, sólo comelo.—

—¿Cómo sé que no tiene veneno?—

A Jungkook le dolió esa suposición, pero se rió sarcásticamente. —Todavía no es tú cumpleaños y no te mataría tan sencillo.—

Tae apretó sus débiles puños, enojado.
—Vete.—

—Me iré ya que comas.—

—No quiero nada de ti, vete.—

—No me desesperes, mejor come.— Jeon a trona dientes.

—¡Que no quiero!— Tae le gritó.

—Bien, estoy cansado.— se levantó tomó la charola y subió corriendo, dejo la charola en un mueble, tomó la pistola, se la guardó en la orilla del pantalón por detrás, cubriéndola con su saco.

Bajó de vuelta, Tae tragó saliva, preocupado y eso que ni siquiera había visto la pistola.

Jungkook fue hacia él, lo liberó de las manos pero lo jalaba. —Escucha de ahora en adelante, haremos las cosas a como yo quiero.— lo liberó, pero lo tomó fuertemente y lo llevó a la cama, dejándolo un poco reclinado, lo encadenó de una mano y la otra la dejó libre al igual que sus piernas.—No me importa si no quieres y más te vale no moverte.—

Jeon fue hasta el sofá de la habitación, lo arrastró hasta enfrente de la cama.

Tae asustado no dijo nada, ni se movió, Jeon fue al baúl de la habitación, sacó cuerdas y un dildo negro. —y ahora lo que quiero es jugar.—

—No te atrevas a tocarme con eso— Tae enojado.

—Está bien, no voy a tocarte, lo harás tú.—

Jeon fue hasta donde él, se lo dio y fue hacia sus piernas, se colocó en medio de ellas, pusó las manos en la orilla de su pans para bajarlos, pero Taehyung abrió las piernas más, evitando que él los bajara.

—No lo hagas.— Tae negándose.

—No me mandas.— Jeon tomó sus piernas y las junto, por fin bajándolo.

Dejando de su torso hacía abajo desnudo, lo miró un momento, Tae estaba apenado y muy enojado, cruzando las piernas, tratando de cubrirse al menos un poco. Jeon se lamió los labios, por la parte lateral de la cama justo en medio por ambos lados había un círculo de hierro, Jeon amarró ahí con las cuerdas sus piernas, dejándolas levemente dobladas, abriéndolo, Tae moría de pena.

Fue hasta el sofá, se sentó, recargado hacía atrás, mirando a Taehyung a los ojos primero, aunque por su posición podía ver su entrada perfectamente.

—Quiero que te folles tú mismo, si quieres masturbarte o meterte dedos antes de eso, no hay problema, no me importa el orden.— Tranquilo.

Stockholm Syndrome [VK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora