Jam Doe Díaz es el único hijo de Marco Díaz y Jackie Lynn Thomas, sin embargo debe lidiar constantemente con el hecho de que sus padres estén separados y que su padre tenga otra familia, la cual visita cada año durante sus vacaciones. A pesar de ya...
Jam estaba preparado para patear lo que sea que estuviese allí con él, presentía que aquella cosa no era nada amigable y tenía intenciones de atacarlo. Y no se equivocó, la gran sorpresa vendría cuando se diera cuenta de qué se trataba realmente.
Miraba a todos lados nervioso, pero sin dejar que el miedo le ganara. Fue entonces cuando en el oscuro fondo de uno de los pasillos, unos brillantes ojos azules con forma de triángulos aparecieron acompañados de aquel fuerte zumbido.
Fuera lo que fuera aquella cosa, se estaba acercando a él. Automáticamente Jam se colocó en posición de combate para defenderse, y al cabo de unos segundos emergió de la oscuridad. Una chica con cuatro brazos (dos en cada lado) y unas enormes alas parecidas a pétalos de flores de girasol, tenía la piel de color azul al igual que sus alas, pero de lejos lo más curioso y llamativo eran sus ojos los cuales tenían una forma extraña.
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-Qué.... –Jam retrocedió al ver aquella criatura, pero al mismo tiempo notó un detalle que le llamó mucho la atención. Esas marcas en sus mejillas que brillaban tanto como sus ojos, esas marcas solo le pertenecían a alguien que él conocía –Pero....... ¿C-Cressie?....... ¿¡Cressie eres tú!?....... –Preguntó temiendo que realmente se tratara de su propia hermana
-Chico......chico...... -Repetía la criatura acercándose más a él con una sonrisa malévola mientras extendía las manos
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Cressie seguía acercándose más y más mientras lo observaba de una manera que no era para nada propia de ella. Parecía estar fuera de sí, como si se hubiese olvidado por completo de que aquel "chico" que tenía en frente de ella era su medio hermano. Por su parte, Jam no entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo, ¿qué había pasado con su hermana?, ¿Qué clase de hechizo tan extraño era ese?, ¿con qué había estado jugando esta vez para terminar así? No tenía idea, solo sabía que la situación estaba empeorando y que no podía hacer nada ya que no contaba con su arma laser en ese momento.
-"Maldición...." –Se dijo a sí mismo
Cressie le disparó nuevamente con aquella misma sustancia atrapándolo y dejándolo inmóvil, pues le había cubierto por completo los brazos y la cintura, impidiéndole moverse y haciendo que cayera al suelo. Estaba atrapado, intentó liberarse pero fue inútil, sus manos estaban demasiado pegajosas e intentar separarlas era cada vez más difícil.
La cosa empeoró cuando escuchó otro zumbido que provenía de arriba. Su corazón empezó a latir con fuerza, fijó su vista en el techo y, para su desgracia, se topó con otra chica transformada en mariposa de piel rosada y alas color lila que venía directamente hacia él.
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No le tomó mucho darse cuenta de quien se trataba en realidad y qué pretendía hacer. La chica extendió sus seis brazos con tal de atrapar a su presa y no darle la oportunidad de escapar.
-¡Elizabeth, no! –Gritó el castaño al ver lo que su media hermana estaba a punto de hacerle
Si bien sus manos estaban cubiertas gracias a Cressie, sus piernas aún seguían libres, por lo que no tardó en ponerse de pie e intentar correr para salvarse. Sin embargo la mayor de las trillizas no iba a dejarle el camino fácil.
-Chico...... -Dijo volando hacia su hermano para después dispararle y cubrirle la espalda y el cuello con aquella cosa que a él le parecía tan desagradable
Jam cayó al piso de manera brusca golpeándose la cabeza y sintiendo como le faltaba el aire a causa de las redes que lo cubrían.
-M-Mi cuerpo...... -Decía algo adolorido
Luchó por liberarse pero no pudo más. Debido a aquel golpe, poco a poco fue perdiendo fuerzas, se estaba debilitando y su respiración se hacía más lenta. Miró hacia arriba y notó como Elizabeth venía hacia él nuevamente, al parecer Cressie se había esfumado y solo quedaban ellos dos allí, sin embargo esta vez no hizo nada para defenderse y simplemente se quedó ahí, esperando lo que fuera que iba a sucederle a merced de su ahora demente hermana.
-Chico......chico....... –Decía la joven acercándose y quedando cara a cara con él. Acarició su rostro con una mano y deslizó un dedo por sus labios, como si sintiera una irresistible tentación de besarlo
-E-Elizabeth...... -Dijo Jam débilmente. Sentía como su cuerpo lentamente dejaba de responder, hasta que finalmente perdió el conocimiento
Al notar que su presa se había desmayado y que ahora ella tenía total dominio sobre él, la princesa acercó su rostro para olfatearlo, pasó suavemente sus manos por su rostro, su pecho y su abdomen, como si de alguna forma lo estuviese analizando detenidamente para llevar a cabo alguna acción desconocida. Sus manos estuvieron a punto de llegar a otras zonas cuando de repente se detuvo levantando la cabeza, escuchó más voces masculinas y nuevamente se guio por su olfato, habían más chicos cerca, por lo que no podía dejarlos escapar.
Miró a su medio hermano quien aún seguía desmayado, no quería dejarlo allí para que sus hermanas tomaran ventaja de ello, así que iba a guardarlo para más tarde.