Parte 23 (La Bendición De La Luna)

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Horas más tarde, todos se retiraron a sus respectivas habitaciones para poder dormir. No les tomó mucho tiempo quedarse profundos, pues luego de una difícil e incómoda noche gracias a la fiebre, finalmente podían descansar tranquilos y sin más preocupaciones. Sin embargo, una de las camas en la habitación de las princesas todavía se hallaba desocupada.

Elizabeth había salido hacia uno de los balcones del castillo para poder observar en paz y en soledad las estrellas ya que, a diferencia de sus hermanas, ella no había logrado conciliar el sueño. La joven se encontraba de pie con la vista fija al cielo, al bajar un poco la mirada se topó con las múltiples luces que adornaban las calles de Mewni.

A diferencia de años atrás, cuando su madre era todavía una niña, Mewni ya no era un lugar común y corriente plagado de indigentes o vendedores ambulantes. Ahora todo era mucho más limpio y modernizado, las personas tenían sus propios negocios, había lindos parques para que los niños pudieran correr y jugar, y las personas de buena posición económica podían gozar de algunos artefactos que les facilitaban un poco las cosas. Ahora todo el reino estaba lleno de luces brillantes que de lejos parecían pequeñas luciérnagas, dándole un aspecto aún más hermoso.

Esa noche había luna llena, lo cual, por alguna extraña razón, la hacía sentir más tranquila y olvidarse por completo de sus dudas e inquietudes, además de que le traía ciertos recuerdos. Hace algún tiempo había escuchado por parte de su tío Tom, acerca del extraño fenómeno de la Luna Roja y cómo esta era capaz de unir dos almas para toda la eternidad, así como también sobre la divertida anécdota de cuando él y sus padres eran todavía unos adolescentes.

Esto le parecía absurdo y un poco injusto, ¿por qué alguien querría estar atado a una persona por el resto de su vida?, ¿Qué beneficios le traería algo como eso? Prácticamente sería como tener un grillete en el tobillo y estar atrapado para siempre con una persona a la que seguramente terminarás odiando a futuro.

La chica suspiró y apoyó los brazos en el borde del balcón bajando un poco la cabeza.

-¿Mi amor, qué haces despierta a estas horas? –Le preguntó alguien

Elizabeth se dio la vuelta y se encontró con su madre, quien llevaba puesta una larga bata blanca y el cabello suelto. Todas las noches, Star o Marco iban y revisaban las habitaciones de sus hijos para cerciorarse de que estuvieran en cama a la hora exacta, es decir, a las 10:00 P.M.

-Oh.....hola mamá..... -Le respondió algo decaída

-¿Qué te ocurre nena? Has estado muy extraña desde la cena, papá y yo estamos muy preocupados por ti y queremos saber si todo está bien –Star se acercó a ella poniendo ambas manos en su rostro

-No es nada, siento haberme ido de esa manera.... –Se disculpó

-¿Es por lo de Aurora?

Elizabeth se quedó callada por unos segundos y finalmente respondió:

-Si....la verdad es que....sentí algo de envidia cuando todos empezaron a felicitarla por la creación de su nuevo hechizo.... –Confesó desviando un poco la mirada –A veces me siento como una chica problemática e irresponsable....no soy capaz de hacer nada bien y solo los dejo en vergüenza a ti y a papá delante de todos....Jam dice que debo esforzarme más....pero no sé....no quiero convertirme en una persona fría y que mi vida sea aburrida....pero tampoco quiero ser una decepción para la familia....

Star mostró una pequeña sonrisa.

-¿Entonces piensas que tu padre y yo somos personas frías y que nuestra vida es aburrida? –Preguntó

-¡N-No, yo....! –Se mostró muy nerviosa. Tampoco tenía intenciones de faltarle al respeto a sus padres –Yo....no quise decir eso....

La reina solo rio divertida ante la reacción de su hija.

Un Nuevo Héroe En Mewni [PRIMERA PARTE] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora