Luego de haber hablado con Andrew, Cressie se sintió más tranquila, sin embargo no lo suficiente como para ver a su padre y menos para entrenar con él. Aun se sentía como una fracasada y una deshonra para su familia, deseaba tanto poder superar sus temores, pero era imposible cada vez que recordaba aquella mala experiencia de su infancia. Siempre que veía una gota de sangre, por más pequeña que fuera, así como también algún raspón o herida superficial, no podía evitar acordarse de como sangraba su nariz aquel día, y de las heridas producto de su caída.
La joven siguió caminando por el jardín, dando un pequeño paseo para distraerse, fue entonces cuando pasó por la zona en donde mantenían encerrados a los dragón-leones y escuchó diminutos chillidos de dolor por parte de uno de ellos. La chica giró la cabeza y vio como una dragón-leona maltrataba a su cachorro y lo jaloneaba como si no lo quisiera. Cressie no pudo evitar llevarse una mano a los labios y ver esto con sorpresa y mucha tristeza, ¿Cómo podía ser posible que una madre odiara a su propio bebé? La pequeña criatura lloraba y se quejaba por las mordidas y los fuertes jalones que le daba su madre. Sin embargo, tras unos segundos, este respondió de forma agresiva hacia ella, impidiéndole acercarse y seguir lastimándolo, la leona esperó unos minutos hasta que su cachorro se calmó, luego se acercó a él y comenzó a lamerlo de manera cariñosa.
La chica observó la escena con confusión, no entendía absolutamente nada, ¿cómo de odiarlo había pasado tan rápido a quererlo?
-No comprendo.... ¿qué acaba de pasar?.... –Preguntó
-Le está enseñando a defenderse –Respondió alguien a sus espaldas
Automáticamente se dio la vuelta y llevándose un susto al encontrarse con su padre, quien al igual que ella, veía la escena.
-P-Papá....
-No tienes de qué preocuparte, su madre no lo odia ni lo está maltratando. Solo quiere que su hijo sea fuerte.... –Explicó Marco con normalidad, aunque su mirada reflejaba algo de tristeza
Cressie no supo que responder, ni siquiera podía verlo a los ojos. Desvió la mirada muy apenada a la vez que se abrazaba a sí misma y suspiró.
-Igual que tú, supongo....
Ambos se quedaron en silencio por un momento.
-¿Cariño, por qué no me dijiste que no te sentías bien? –Marco se giró para verla
-Papá......yo...... -Trataba encontrar las palabras correctas para explicar lo que sentía sin ofender a su padre, pues no iba a decirle a la cara que le aterraba entrenar con él y que nunca más quería volver a intentarlo –Yo.... –Apretó sus labios y cerró sus ojos con algo de fuerza
En ese momento sintió la mano de su progenitor posarse suavemente sobre su hombro.
-Cressie, está bien, puedes sincerarte conmigo –Le dijo suavemente -¿Volviste a sentir miedo? ¿Fue eso?
-Y-Yo.......si........ –Respondió de manera entrecortada mientras sus ojos volvían a llenarse de lágrimas –Pero no es tu culpa papá.... –Se apresuró a decir antes de que él pudiera contestar –Soy yo la que no ha podido superar sus miedos....lo lamento, sé que soy una carga para ti, pero quiero que sepas que lo estoy intentando y que me estoy esforzando por ser fuerte, pero....
Cressie no pudo terminar de hablar, pues su padre se acercó a ella para abrazarla haciendo que su rostro quedara oculto en su pecho. En verdad le dolían esas palabras por parte de su hija menor.
¿Una carga para él? Eso jamás....
-Hija mía, tú nunca serás un problema para mí –Le dijo acariciando suavemente su cabeza –Cariño, yo sé perfectamente por lo que estás pasando, sé que aquella mala experiencia te dejó muy afectada y que te ha costado mucho recuperarte luego de todo lo que pasó. Pero eso no quiere decir que nos estés causando problemas a tu madre o a mí
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Un Nuevo Héroe En Mewni [PRIMERA PARTE] (EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarJam Doe Díaz es el único hijo de Marco Díaz y Jackie Lynn Thomas, sin embargo debe lidiar constantemente con el hecho de que sus padres estén separados y que su padre tenga otra familia, la cual visita cada año durante sus vacaciones. A pesar de ya...