1. America

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- La puta que me pario- dije más alto de lo que pretendía hacerlo, pero no pude, llevaba intentando subir el video de la semana toda la mañana y aun no lograba hacerlo, cada que vez que llegaba a 99% se colgaba, era la quinta vez que lo hacía y mis nervios ya estaban de punta, eso fue lo que propicio que elevará mi tono de voz.

- Disculpe, le pregunte su nombre- dijo el chico que se encargaba de la caja en la cafetería.

- Perdón. - dije tapándome la boca por las palabras que había dicho. -Merica, me llamo Merica.

El solo me sonrío y decidí sentarme en una mesa mientras esperaba mi frapp y a David, quedamos en encontrarnos aquí cuando le mencioné que no podía subir el video de la semana, y como él es un cerebrito me ayudara.

Saque mi laptop, mi mejor amiga, quien me acompaña en todo momento, ya estaba algo vieja, pero era mi todo, la compre hace algunos años cuando comencé como Youtuber y no podría estar más satisfecha con ella, saque también mis audífonos y para escuchar una de mis canciones favoritas, pero solo me lo coloque de un lado, porque ya me ha pasado que me coloco ambos auriculares y luego no escucho nada, y ahora estoy esperando a que digan mi nombre para recoger mi frapp así que tengo que estar atenta.

-Merica - escuche mi nombre al cabo de unos minutos. Y me acerqué.

-Gracias - le sonreí mientras tomaba mi pedido y volvía a mi mesa, ahora sí me pondría los dos auriculares y aprovecharía en avanzar mi tarea de sociales.

Estaba concentrada investigando cuando sentí que alguien tocaba mi hombro, cualquier persona normal levantaría la cabeza a ver quién es, pero ya me ha pasado esto antes, no me considero famosa, pero hay algunas personas que siguen mi página y me reconocen que tienden a acercarse y es ahí cuando uso mi táctica del "si no te mueves no te ven".

Luego de un minuto aproximadamente de no moverme siguieron tocándome el hombro, al parecer no funciono mi táctica esta vez, rayos.

Levante la cabeza y me encontré con esos ojos caramelo que no veía hace más de 1 año, esa mirada que me congelaba, que me dejaba fría y sin palabras. - si señores me dejaba sin palabras, a esta chica que sufre de verborrea a cada rato. - esos ojos que me sacaron suspiros más de una vez.

-Marco - creí que lo dije en un tono de voz normal, pero al parecer grite porque el aludido me miro muy raro, recordé que aún tenía puestos los audífonos.

Me los saque.

-Marco - esta vez lo dije susurrando, y él solo río.

-Llevo más de un minuto llamándote y tocando tu hombro, ¿creías que si no te movías me iba a ir? - asentí ante su pregunta.

-Ya me funciono antes - levante los hombros- pero no sabía que eras tú. - me levante y lo abrace, claro que lo abrazaría, llevo más de 1 años sin verlo, en su momento fue mi mejor amigo, mi confidente, mi primer amor, quien me rompió el corazón, quien me destrozo ¿Porque carajos lo estoy abrazando?, él me abrazo más fuerte y aunque quise soltarlo no me dejo.

Merica tranquilízate, ya lo superaste, solo estas abrazando a un viejo conocido.

-Te extrañe, ¿cómo has estado? - dijo por fin soltándome.

¿Me extraño? Dice que me extraño el tipo al cual le valí madres cuando me aleje de él, quien nunca me busco y muy por el contrario me borro de todas sus redes sociales, cuando yo fui la que no hice nada. Merica respira, tranquila.

-Bien- dije alargando innecesariamente las vocales.

- Yo también estoy muy bien. - No le pregunte como estaba, se supone que, si no le preguntas, la conversión no debe seguir. Pinche David a qué hora iba a llegar.

No te esperaré siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora