17b. Marco

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Escuchar lo de los padres de Merica-como me pidió que la llame- no fue fácil, no sentí lastima de ella y sé que ella tampoco querría que la sintiera, pero pensar que un padre no puede amar a su hija es algo que no entiendo. Por eso quise agradecerle, si algún día lo veo, lo haré.

Pero lo más difícil fue tenerla tan cerca y a la vez tan lejos, eso sonó muy cliché pero es cierto, pude oler su cabello, diferente al de Hannah que huele a flores, un aroma a naturaleza, el de Merica huele a chocolate, vainilla, dulce; y estuve tan cerca de sus labios. Lo único que pude hacer para no ir directo a sus labios fue reírme, por suerte no se dio cuenta que fue una risa fingida o todo hubiera estado muy tenso.

Luego de ese momento incomodo pero lindo, Merica se fue. Fue una muy agradable mañana.

–¿Porqué Samy conoce a Merica y ella a él no?– dije en cuanto Han contestó el teléfono.

– ¿Quién no la conoce? Esta toda la mañana en tu despacho, se van juntos de la oficina, entran juntos, ella pasea por todo el estudio cono si fuera suyo. Hasta los abogados externos como Samy la han visto.– dijo con su tono de voz serio.

– Tienes razón, era lógico. Me recuerda a cuando tu empezaste a ir a la oficina.– dije.

Es totalmente diferente, ahora parece que no te importa si voy o no.– otra vez sus indirectas bien directas.

– Sabes que si me importa. Tu eres mi brazo derecho e  izquierdo, y créeme que si tuviera un tercero lo serías también. Sin ti estaría muerto.– y aunque no la veía sabia que estaba sonriendo.

Pero que dices.– apuesto a que se sonrojo.

– Han te dejo, tengo que recoger a Vaca del veterinario, lo deje ayer para un baño y sus vacunas.

Oki, te quiero.

– Adiós.– colgué.

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Esté capitulo es super cortito porque solo son hilos para unir algunos puntos que entenderán mas adelante.

¡Besos!

No te esperaré siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora