18. Marco

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Merica había aceptado ir a una cita con Andy. Corrijo, Merica salió con Andy el día de ayer, y no aún no sé lo que sucedió, ¿Serán novios? No, no lo creo, Andy me hubiera llamado para contarme, y ya conocía como era el plan de citas de Andy, recién en la quinta cita le pediría ser su novia, pero ya había hecho su primer movimiento. Si yo actúo ahora podría superarlo, Merica pasa más tiempo conmigo. No. No. No. ¿Pero que estoy diciendo? Está bien que me guste -mucho- America, pero no tengo por qué hacer algún movimiento, no tengo cabeza para eso, el tiempo que invertiría en una relación con Merica podría usarlo para resolver más casos, y entre más casos resuelva más dinero ingresa.

Merica entro a mi despacho interrumpiendo mis pensamientos, por la hora creí que ya no vendría.

- Lamento la tardanza.- dijo entrando rápidamente a mi despacho mientras cerraba la puerta con fuerza.- No pensaba venir porque me desperté súper tarde, así que se me ocurrió ir temprano a la universidad pero cuando estaba allí me llego un mensaje sobre la cancelación de clases. Y por eso estoy aquí, hice un viaje de más, cuando pude haber hecho solo uno, encima un tipo en el bus me agarro la nalga, apuesto a que debe seguir doliéndole el puñetazo que le di en la cara. ¡Pinches profesores que debieron avisar temprano lo de las clases! - lanzó un grito de molestia al aire y luego tomo aire profundamente. Soltó suave todo el aire por la boca; no me atreví a decir nada por miedo a que descargue su cólera en mí. - Pero bueno siempre quise venir aquí en las tardes para ver cómo funciona todo, tomare esto como una oportunidad. ¿Si? - terminó de hablar mirándome de una forma tan dulce. ¿Cómo es posible que está chica llegue echando humo por la cabeza por la rabia y termine con una sonrisa tan angelical? Lo peor de todo es que no es una sonrisa fingida, su sonrisa es tan sincera junto con su mirada, como la de una niña.

­- Estás loca. - fue lo único que pude decir entre risas. - Tienes suerte, hoy no tenemos mucho trabajo, así que soy todo tuyo.

­- Uy, esas propuestas no ocurren seguido. Hoy te tomare fotos.­- dijo mientras buscaba en el bolso que traía colgado del hombro y sacaba una cámara fotográfica.

­- ¿Cuál es mi mejor ángulo? ­- dije mientras movía mi cabeza de un lado para otro, y luego empecé a girar sobre mi silla.

­- ­Solo sigue haciendo tu trabajo y te haré las fotos de manera "casual". ­- dijo guiñándome un ojo.

Obedeciendo sus órdenes seguí con mi trabajo mientras ella corría de un lado a otro en medio de la habitación, subía encima del sillón, se recostaba en el piso, hacía bien su trabajo. Tanto que me causaba gracia, se veía adorable. ­

­- Estúpida, contesta estúpida, cambio. ­- escuchamos decir una voz que no pude reconocer. Fijé mi mirada en Merica que estaba tan confundida como yo. Pero creo que a los segundos comprendió de dónde provenía esa voz, se acercó a su bolso y saco un aparato que cubría con sus manos.

­- ¿Qué paso? ¿Estás bien?, cambio­- dijo Merica y la cara de asustada que puso, hizo que mis alarmas también se encendieran. La mire atento.

­- Si, me olvide mi celular. ­- Merica suspiro aliviada y yo también­- acabo de llegar a la universidad y no hay clases, carajo Meri me hubieras avisado. ¿Para qué te tengo si no me sirves en estos casos?, cambio. ­- dijo quien creo que es David.

­- No me jodas Dav, te envié un mensaje, no estuve al pendiente si te llego mi mensaje o no, tienes suerte que hoy si traje el walkie talkie, cambio. ­- dijo Merica.

Mi celular empezó a sonar.

Han.

Pensé no contestarle y seguir escuchando la conversación de Merica pero sería de mala educación seguir oyendo, y algo tendría que decirme Hannah para llamarme.

No te esperaré siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora