- Vuelvo en 15 minutos, esto será rápido- dijo Lu mientras me daba un beso en la mejilla y se apresuraba a alejarse con un chico unos 5 años mayor que ella.
- Si me traes a una fiesta por lo menos asegurate de no dejarme sola antes de subir a tirarte a alguno de tus compañeros de trabajo. - lo dije en un tono alto que se suavizaba a medida que hablaba.
Y aquí estaba, en lo que debería ser una gran fiesta de fin de año, y digo debería porque no lo es, bueno no para mi, tengo 17 años y la mayoría de personas, es decir el 90% de los asistentes a esta fiesta tiene como 30, o sea son viejisimos, un 9% tiene mas de 25 como mi prima Luana, y como 1% estoy yo, y uno que otro crío al cual seguramente sus papas no le encontraron niñera; ahora mismo podría estar en la fiesta que organizo mi facultad, pero noooooo, mi prima tenia que llegar a temprano a insistirme para que la acompañe a la fiesta que organizaria el buffet de abogados para el cual trabaja, que seria una super fiesta, alcohol, drogas (ojo no me drogo), buena musica, chicos sexys, una buena fiesta, pero no, lo único rescatable es la musica, de alcohol solo hay whisky, brandy, tequila, ¿Donde están los vasos rojos con cerveza? Fácil no hay, y falta como 2 horas para la media noche. Juro que si no encuentro con que divertirme ahora, me iré, así Lu se moleste conmigo, si me voy ahora aun podría llegar a la fiesta de jovenes de mi edad, incluso podría ver y hablar con German (mi amor platónico) y quien sabe y lo beso en la cuenta regresiva y nos hacemos novios y tenemos un final feliz.
Si, si, tengo que irme de una vez, el amor de mi vida me esta esperand-Pero que ven mis bellos ojos, a unos metros de donde me encuentro esta un chico guapísimo, alto ( claro, para mi cualquiera es alto, un enano es alto a mi lado) delagado, cabello oscuro, una sonrisa hermosa, suspire de solo verlo. Dios si tanto querías que me quede en esta fiesta solo tenías que decirlo y no hacerme babear por un muchacho.
El Adonis estaba hablando con un grupo de hombres mayores que él, si las miradas quemaran, el ya no tendría nada de ropa. Mientras lo observaba alguien obstruyo mi vista, era un hombre de unos 30 años.
Yo no me considero una mujer bonita, mido unos 1.55, estoy algo subidira de peso, lo cual hace que tenga mas curvas de lo necesario, color de piel común, o sea claro, color de ojos común, o sea café, color de cabello común, o sea café, no era nada fuera de lo común, pero algunos tipos se solían acercar a coquetearme, y dejemos claro algo, si existiera en la tierra alguien anticoqueteo esa seria yo, no me gusta que me coqueteen y no me gusta, o mejor dicho no sé coquetear, yo soy mas ... directa, si me gustas voy y te lo digo, a menos que seas un Adonis al cual me de miedo acercarme y lo aceche desde lejos.
- Hola- dijo el desconocido que me obstruía la vista.
- Hola.- le sonreí y seguí buscando un ángulo para ver mejor al Adonis.
- Jesús Durán, para servirte.- dijo mientras estiraba su mano para estrechar la mía, me di unos segundos para verlo y la verdad dudo que de verdad quiera entablar conversación conmigo muy viejo para mi, incluso para ser mi amigo, el me debe ver como una niña.
Así que hice lo que supuse que él quería al estirar su mano.- Gracias.- dije colocando en la mano que me ofrecía un vaso vacío.- solo quiero agua.
El tipo río por mi comentario, y dejo el vaso que le di en un mueble cercano, bueno parece que el agua me la tengo que buscar yo.
Fije mi camino hacia la cocina sin apartar mi mirada del Adonis, pero el sujeto que rechazo mi pedido de agua me seguía, no me gustaba eso, lo peor era que cuando llegue a la cocina el se coloco frente a la barra y ahora si no veía al Adonis.
- Creo que me entendiste mal, yo no trabajo aquí, yo solo quería saber tu nombre. - ah entonces mis sospechas eran ciertas, quería ligar conmigo.
- Ah... Lo siento, no te lo diré, no me interesa hacer nuevas amistades. - ya lo dije antes, soy muy directa.
- Yo no quiero ser tu amigo.- no me gusto la manera en que dijo eso, sono tan enfermo, no soy mal pensada pero este tipo solo me quiere para una cosa y no gracias.- te servire una copa- dijo acercándose a mi.
-Jesús. - dije alejandome.- soy menor de edad, si me das alcohol podría demandarte y aquí hay un montón de abogados, puede incluso que tu seas uno, así que sabes que te puedo joder la vida.- sentencie, y vi como palidezio, giro sobre sus talones y se fue, y al parecer el Adonis se había ido también, porque no lo encontraba con mi mirada.
Bueno creo que es momento de irme, ahora si no tengo mas nada que hacer aquí.
- Que buena forma de alejar hombres, decir que eres menor de edad.- a mi espalda escuche una voz gruesa.
<<Dios si escuchas mis plegarias, por favor, por favor, por favor, que sea el Adonis, que sea él y empezaré a ir a misa los domingos, no le daré mas lata a mi mamá, estudiaré para cada examen, pero por favor que sea el Adonis.>>Gire lentamente para ver al desconocido y no, no era el Adonis, era otro sujeto de unos 30 años, aunque se veía bien, no era lo que esperaba.
- No es una manera de alejar hombres, tengo 17 años.- yo solo decía la verdad, es ilegal darle bebidas alcohólicas a menores de edad.
- No te creo.- el extraño me miro de pies a cabeza y se apresuro a sentarse en la encimera de la cocina.
-No necesito que me creas.- pero lo mejor que se me ocurre para que él también se vaya es mostrarle mi identificación, por suerte la tenia en el telefono, así que la saque y se la lance.
- Rayos, si tienes 17.- dijo mientras ponía cara de asombro.- no bebas ni siquiera el agua- me advirtió.
-Okey. - me acerque a pedirle devuelta mi identificación pero el seguía sosteniendola fuerte
-Bueno America, un gusto, yo soy Marco.- Y me abrazo.
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No te esperaré siempre
Fiksi RemajaAmerica tenía una cosa clara: Vivir y disfrutar cada instante. Marco tenia dos cosas claras: Sacar a flote su Bufete para pagar su deuda, y no tener una relación amorosa que lo distraiga. Solo uno de los dos honró su palabra, el otro sufrió. ¿Como u...