Things I'd Do For You [SAGA THINGS #1]

Capítulo 1

Acabo de aplaudir al final del Mánchester- Chelsea. Dos cero a favor del equipo de Arnau.

Se que su mirada me busca entre las gradas pero no estoy de humor para bajar al campo a celebrarlo, por lo que de forma disimulada me escabullo entre los aficionados azul-blancos.

Una vez acabada la Champions, los jugadores tienen unas semanas de descanso antes del mundial. Ingenua de mí, creía que mi chico entendería mi necesidad de pasar tiempo a solas con él, ya que durante la temporada tan solo lo veo algún fin de semana, y me llevaría a algún sitio tranquilo para disfrutar juntos de sus vacaciones. En cambio, su plan no podía ser más diferente. El 23 decidió allá por marzo que se quedaría en Manchester entrenando para la próxima temporada.

En cuanto he conseguido salir del Etihad, un sonido estridente acompañado de una leve vibración sale de mi bolso. Como siempre tan oportuno, decido rechazar la llamada de Arnau. Minutos y tres mensajes más tarde, de nuevo, ahora con más insistencia, otra llamada resuena a todo volumen.

-¿Dónde estás?- ante su pregunta inquisidora ruedo los ojos, como si pudiera verme-. Te he estado buscando por los vestuarios y no te he encontrado.

-Me he marchado en cuanto ha acabado el partido.

-¿Por que? Ahora viene lo mejor- trata de explicarme, como si no supiera ya como va-. Anda, vuelve, ahora bajamos al campo y...

-Sí, ya, la celebración. Lo sé- le corto.

-¿Sigues cabreada por lo de las vacaciones? Venga, pasaremos tiempo juntos, te lo prometo. Ven, por favor...

Nunca he podido resistirme a él cuando pide perdón, y él eso lo sabe. Perfectamente.

-Chantajista- le espeto con una sonrisa en los labios.

-Te quiero- me promete antes de colgar.

Giro sobre mis talones y de nuevo entro al estadio, ahora con mayor dificultad, pues todos los aficionados al Chelsea abandonan el campo antes de que empiece la celebración por su derrota.

El pasillo que lleva a los vestuarios está vacío, por lo que me preocupa que la fiesta ya haya empezado. Por otro lado, todo está bastante silencioso, sólo se oye el repiqueteo de mis tacones, lo que me tranquiliza, ya que no escucho el himno de la Champions.

Al pasar por el vestuario del equipo noto como unos brazos me levantan con fuerza, sin dificultad, del suelo y ahora un chillido que sale con fuerza de mi garganta es el culpable de desgarrar el silencio.

-Aquí estás- susurra contra mi cuello.

-Idiota- le suelto tratando de zafarme de sus brazos.- Me has asustado.

-Así que pretendías fugarte sin avisar a tu novio y dejarlo preocupado... Que feo eso que me hacías.

-Mi novio me ha jodido las vacaciones sin avisar- encaro una ceja.

-Lo arreglaré, te lo juro. Pero tú... esta noche me las vas a pagar por dejarme solo con esas bestias de ahí- señala en dirección al campo- fuera.

-Lo que tu digas- le chincho sacando la lengua.

Me toma de la mano y me conduce al campo. Sabe que todavía no estoy acostumbrada a estar en el centro de todas las miradas y que me gusta pasar desapercibida.

-Eh, Emma...- aprieta mi mano para darme ánimos- todo estará bien, te lo prometo. Estoy aquí contigo.

Asiento sin mucha convicción antes de subir las escaleras tambaleándome, agarrando fuerte la mano del malagueño.