Capítulo 8

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-¿Qué haces tú aquí?- pregunto sorprendida ante su presencia.

-Vaya, ¿esto no es una tienda de informática? Venia a por un portátil, creo que me habré equivocado. ¿Que crees que hago aquí?- pregunta negando con la cabeza aún manteniendo su sonrisa perfecta.

-No te rías de mi, llevo más de 48 horas sin poder dormir.

-¿Tanto miedo te da volar?-pregunta encarando una ceja divertido.

-Eres imbécil.

-Vaya, gracias. Es genial volar contigo, eres todo un encanto- espeta irónico Marco.

-En serio, ¿Que haces aquí? ¿No se supone que deberías coger el vuelo en Madrid? Estás allí...-pregunto confundida, en sus redes sociales no ha dicho nada de estar en Barcelona.

-Vine a zanjar unos cuantos temas de publicidad con mi representante. ¿Por qué? ¿Querías verme antes de tiempo?-sonríe con malicia.- Mira que luego si tu novio me pega...

Suelto una carcajada contenida y ladeo la cabeza enfocando mi atención en sus labios. La verdad es que no habría estado mal ir a cenar con él algún día- mierda Emma, pero ¿en qué estás pensando? Deja de escuchar a Vero.

-¿Pero como puedes ser tan engreído? Y yo que pensaba que nos llevaríamos bien...

-Nos llevaremos bien, ya lo verás.- Dicho esto, me guiña un ojo y se pone sus cascos tras lanzarme otra mirada de soslayo.

Antes de cerrar los ojos observo por unos instantes las nubes que atravesamos y por una milésima de segundo pienso que Arnau ahora está tomando un vuelo a la misma dirección que el nuestro y por esa milésima de segundo en mi cabeza aparece la posibilidad de que quizás esté siendo demasiado dura con el malagueño, al fin y al cabo nos queremos y tampoco es que le haya permitido en ningún momento que se explique.



-Señores pasajeros, les informamos que en breves minutos iniciaremos el descenso hacia el aeropuerto. La temperatura en Dubai es de 34 grados centígrados con una humedad del 48 por ciento. Son las 00:15 en hora local. Esperamos que hayan disfrutado de su vuelo y pasen una buena estancia.

Abro los ojos lentamente, acostumbrándome a la luz del avión.

-Buenos días- me susurra Marco contra mi frente. No puede ser. Mierda, me he dormido sobre su hombro.

-¿Cuanto he dormido?- pregunto frotándome el lateral izquierdo del cuello, dolorido por la mala postura que he tenido durante tanto tiempo.

-Un buen rato. ¿Te encuentras bien? ¿Has descansado?- me sorprende lo atento que es y solo pienso en cómo me gustaría volverme a acurrucar a su lado.

No digas gilipolleces- me digo- seguro que debe tener a alguien que le está esperando.

-Sí, solo necesito un café para despejarme.

Una vez en tierra firme y con nuestras respectivas maletas, vamos a la primera cafeteria que encontramos y pedimos dos cafés largos.

-¿Vuestro hotel también está en Byron Bay?-pregunto mirándole a los ojos. Es impresionante lo profundos que llegan a ser.

-No, nosotros nos quedamos en Brisbane. Los días de partido supongo que todos los acompañantes vendréis a la ciudad. No está muy lejos, a unas dos horas, aunque tardarán algún tiempo en llevaros a vuestro hotel, de momento estaréis en la ciudad.

-Genial- me muerdo el labio inferior mirando la pantalla de mi teléfono. ¿Debería escribir a Arnau? Observo nuestra última conversación y no puedo evitar sentirme culpable de poner tierra de por medio. Levanto la vista un instante y pillo a Marco mirándome los labios fijamente. ¿Me habré dejado algo de espuma? ¡Que vergüenza!

Mi acompañante se levanta de un salto y agarra nuestras maletas.

-Venga, ¿dónde quieres ir? Tenemos seis horas antes de que te reúnas con tu novio- sus ojos pierden un poco de su brillo característico dejando paso a una mirada terca y reacia a cruzarse con la mía.

Me levanto despacio y le dedico una de las sonrisas más dulces que soy capaz antes de mustiar:

-Pues que te parece si buscamos un asiento cómodo y... -dejo de hablar en cuanto me doy cuenta de que su mirada ya no se posa en mí, sino que está mirando algo por encima de mi hombro.

Me giro lentamente, con un nudo en la garganta. ¿Habrá llegado su novia?

Pero quien aparece por el duty free no es una modelo despampanante. Arnau, acompañado de Nacho Fernández e Isco Alarcón, agita su melena rubia ceniza e instantáneamente un escalofrío me recorre la columna.

¿Qué narices hace en Dubái tan pronto? 

Things I'd Do For You [SAGA THINGS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora