Supconeshot (Wattys 2019)

The end is near

"Eres mucho más oscura de lo que crees"
Las palabras resonaban en su cabeza a pesar de estar sumergida en ese laboratorio día y noche haciendo pruebas.
Lo cierto era que Supergirl era un pilar en su frágil vida emocional. Desde que la conoció la había salvado tantas veces que ya no podía contar con los dedos de sus manos.
Y no es que ella no hubiera tratado de devolver los favores recibidos, pero aún así tras sus últimas interacciones, sabía que algo estaba roto.
Quizás podría ser reparado, pero siempre dejando la cicatriz donde ocurrió el rompimiento.
Reign finalmente escapó, a pesar de haber elaborado la kriptonita negra. Sólo fue una pasajera solución que duró dos días, la asesina de mundos profundamente dormida, y todos esperando a que Sam regresará.
Supergirl yéndose de la tierra, el vacío en el aire era notorio. Al menos para ella.

Seis agentes del DEO muertos por Reign. Ruby destrozada porque la cura para salvar a su madre no había resultado.
James tratando de controlar los crímenes en la ciudad porque la heroína había decidido marcharse.
Su mano lastimada aún dolía, su rostro lastimado apenas podía mostrar gestos sin que una punzada le recorriera cada fibra nerviosa.
A pesar de todo, ahí estaba ella, de pie en su balcón observando la noche de Ciudad Nacional, sumergida en una profunda soledad.
¿Donde estaba Kara? ¿A donde se había escondido?
Perdió la cuenta de las veces que le marco a su teléfono. Nunca tuvo respuesta.
Vacía, triste, decepcionada de sí misma. Todo ese remolino de emociones la inundaban.
Fracaso. Aquella palabra que no debería existir en su mente. Pero esa misma era la que torturaba lentamente su ego.
No pudo. No lo logro, no salvo a Sam, tampoco al mundo. Ahora estaban sin heroína y expuestos a una loca asesina sin piedad.
Tomó el último sorbo de su copa y luego se deshizo de la misma.
Contempló como cayó desde aquel rascacielos al vacío finito la copa que yacía minutos antes en sus manos.
Sintió ganas de levantarse en el borde del balcón. Se desprendió de cada tacón que llevaba aquella noche. El frío del suelo se introdujo con rapidez por sus poros.
Con esfuerzo se trepó al orillo y tratando de no perder el equilibrio extendió sus brazos a cada lado de su cuerpo.
Sentía la adrenalina correr en sus venas, también el miedo por la excesiva altura, pero algo dentro de ella la compensaba.
Era como tomar un analgésico con la finalidad de bloquear un dolor.
¿Qué haces?
Escuchó una tímida voz a su espalda, su mente corría a velocidades impresionantes tratando de no poner cara a ese conocido sonido.
Lena baja de ahí ahora mismo.

Qué pasa si no lo hago, qué pasa si simplemente me dejó caer.

No te creía suicida.

Da igual si salto ahora o muero mañana. ¿Acaso no te has enterado madre?

Por eso estoy aquí. No para recoger tus huesos rotos en el pavimento, sino para salvarte.

Tras un largo y pesado silencio, se bajo delicadamente y volteo en dirección de su progenitora.

Sus músculos se tensaron al sentir los firmes brazos de su madre arropandola.

Eres un mujer inteligente Lena, no vuelvas a intentar una estupidez como está - aquel tono lleno de preocupación le tocó la fibra más sensible, era la primera vez que podía ver a Lilian nerviosa por algo- vine a ayudar con esa asesina alienígena suelta.

Se separó de su madre y contempló con lágrimas en sus ojos a aquella mujer que por mucho tiempo, la había ignorado, causando un gran trastorno de fragilidad emocional en ella.

Va a venir por mi. Estoy sentenciada a muerte. No hay nada que puedas hacer.

Tengo un arma que la va a eliminar.

Soltó una risa sin ningún humor en ella.
¿En serio? ¿De Kriptonita? Déjame decirte que es inmune a ella.

No, es otra cosa. Si vienes conmigo te mostraré.