Supconeshot (Wattys 2019)

Welcome to world

One shot relacionado con los tres primeros. 

Con el paso de los meses sus actividades recurrentes se complicaban más, el embarazo estaba muy avanzado y su vientre era un globo, odiaba mirarse en el espejo porque le recordaba lo gorda y fea que estaba. No importaba cuánto una rubia sonriente le dijera que era hermosa, que era grandiosa y una oleada de halagos. 

Es así cómo una CEO de la compañía de tecnología más importante del país, dejó de ir a su oficina para dedicarse a hacer yoga, leer libros sobre cómo ser una madre perfecta e ir de compras con mil ropas cubriéndola para evitar ser reconocida, todo por su bebe. 

El sexo del ser que estaba gestando aún era desconocido, ambas insistieron a la doctora Miller que lo guardase en secreto, a pesar que habían ido a por lo menos siete controles de ecografía.

Y allí sentada en su alfombra de aquel gran salón ordenaba en una valija las cosas que posiblemente necesitaría cuando llegará el momento. Un par de golpes en su puerta le alertaron. Alzó su mano y debajo de aquella mesa ratona saco el arma, una de tantas que guardaba por todo su ático. 

Se levantó con cuidado y llego a la puerta para observar a través de la mirilla a Alex Danvers.

¿Qué haces aquí?

La mujer la miro de lado y mostró una sonrisa burlona en su cara -Vaya quién diría que Lena Luthor se vería guapa con panza y todo-

Sabía que lo hacía por molestar, sin embargo le entraron ganas de agarrarla del cuello y tirarle por el balcón. 

Siempre tan cariñosa -se hizo a una lado y bajo el arma-

Te traje un obsequio para mi sobrina -alzo aquella caja envuelta en papel regalo rosa con un perfecto moño.

No se sabe si es o no niña Alex.

¿Vas a llamarle cómo acordamos? Le dije a Kara que si le coloca a ella otro nombre, la enviaba a la zona fantasma yo misma.

Lena puso los ojos en blanco y se adentro en su salón.

No llevarían más de media hora charlando cuando un fuerte dolor la atravesó.

¿Lena estás bien? Alex coloco su cerveza a un lado.

Empezó a inhalar y exhalar tal cómo las clases de yoga le habían enseñado.

Alex se acercó y colocó las manos en su vientre -Estás entrando en trabajo de parto Lena- 

¿Qué? no, imposible. Faltan cuatro semanas aún.

Otro agudo dolor la hizo gritar y vio cómo Alex corría por aquella valija que estaba en el rincón abierta aún sin terminar.

Te llevaré al centro del DEO. 

¿Qué? claro que no, la doctora Miller -la pelirroja alzó la mano-

La doctora Miller no te atenderá más, Lena ese bebe es un híbrido, no podemos ponerlo en manos de desconocidos. 

Iba a discutir con ella pero los dolores empezaron a hacerse más constantes. 

En cámara lenta noto como Kara aterrizaba en su balcón, la tomaba entre brazos y luego volaba a toda velocidad con ella. Cómo en aquella sede secreta del gobierno era recibida por un equipo de médicos y llevada a una sala parecida a cualquier quirófano de hospital.

Cómo los dolores no paraban y detrás de ella  aquella mujer vestida de cirujano le daba instrucciones. Un pinchazo en su columna y luego vio a Kara sujetando su mano derecha todo el tiempo. 

Se la apretó con toda su fuerza que pudo sin ver a la rubia quejarse en lo absoluto, cómo ante cada esfuerzo por pujar de su boca salían cantidades de improperios.

Te odio Supergirl -gritó en uno de sus últimos intentos por dar a luz a la criatura-

Te amo Lena -apenas logro escuchar entre tanto agite.

Un fuerte llanto le trajo a la realidad, volvía a practicar automáticamente sus ejercicios mientras veía a Alex con el bebe en brazos, no supo en que momento le limpió y cuando la envolvió en aquella manta tejida, solo noto las lágrimas silenciosas de la mujer mientras acunaba al recién nacido.

¿Qué es Alex? Kara aún sujetaba la mano de Lena y su voz estaba marcada por sollozos de felicidad.

Es una hermosa niña -se acercó a ambas mujeres mientras los médicos se apartaban y quedaban a lado de aquella camilla -Les presentó a su hija, Aralek Danvers Luthor.

Una energía nueva la embriagaba mientras recibía al pequeño ser entre sus brazos -su piel era rosada y delicada, tenía pequeñas hebras de pelo de color castaño y sus ojos cerrados le impedían ver su color- Hola cielo, soy tú mamá, bienvenida mi pequeña hermosa al mundo.

Kara frotaba su espalda delicadamente sin perder detalle de lo que ante sus ojos ocurría. Su pecho estaba tan agitado que creía podía morir allí en cualquier momento.

Lena elevó sus verdes ojos con lágrimas y miro a la rubia de una manera diferente -mira cariño ella es tú otra mamá, Kara- un gesto bastó para que la heroína entendiera.

La recibió en sus brazos con cuidado y se perdió en aquel diminuto cuerpo -Hola amor, soy tu mamí Kara- la llevó a su pecho y suspiro. Lena quedó absorta en aquella imagen. Una que guardaría en su mente hasta el último día de su vida. 

__

Horas después despertó, su cuerpo seguía dolorido, pero su corazón estaba lleno de alegría. Buscó a su lado y vio a Kara sentada en aquel sillón que seguramente Alex le había conseguido. Mantenía a la bebe envuelta en sus mantas y con una sonrisa tan radiante que podría iluminar el universo.

¿Es nuestra? La pregunta la toma por sorpresa, clava sus azules orbes en aquellos verdes y mantiene su impecable dentadura expuesta. 

¡Lo es! Tuya y mía. 

¿Vamos a hacerlo bien Kara? El tono de duda se colaba en la pregunta.

Tras unos minutos de silencio, mientras Kara seguía inmersa en su pequeña finalmente habló- vamos a hacerlo excelente Lena, tú y yo, juntas, siempre-

Del otro lado del cristal que daba la visión interna de esa habitación, se hallaba Alex inmersa en la imagen que le daban las dos madres.

¿Estás bien? J'onn preguntaba discretamente a su lado.

Lo estoy, soy tía de la niña más hermosa del universo -una sonrisa se formó en el hombre- 

Serás la tía más grandiosa de todo el sistema solar.

La abrazó y apoyando su cabeza en aquel hombro amigo, ella también grabó esa imagen en sus recuerdos, una que le recordaba al amor de hogar. 

**

Un sonido le alertó que un mensaje esperaba por ser abierto, dejó aquellos lentes de soldadura a un lado y buscó el objeto entre la cantidad de prensas de metal.

Al abrirlo una sonrisa se formó en sus labios, definitivamente en él algo estaba cambiando. Quizás la posibilidad de un nuevo comienzo, una pequeña luz en toda su vida de oscuridad. 

Bienvenida al mundo querida sobrina -Es así cómo Lex Luthor también se enteraba del nacimiento de otra extensión de su sangre.