Liars

8K 528 68
                                        


Su cuerpo se sentía un tanto diferente, no se podía explicar qué era exactamente lo que le ocurría. Podía culpar el exceso de horario laboral que le seguía día tras día. Reuniones con hombres de cuello blanco y cabezas canosas que le daban batallas en cada cita que obligatoriamente tenía. 

Quizás fuera el hecho reciente de descubrir la gran mentira de su "mejor amiga". No es cómo si no lo hubiera imaginado desde aquel día que entró en su oficina, acompañada del periodista Clark Kent, o mejor conocido para su yo interno cómo Superman. Pero era una idea que cada vez que trataba de emerger, ella se encargaba de enterrarla bajo excusas incoherentes.

Si, definitivamente su malestar estaba relacionado a ese hecho, que Kara Danvers y la heroína de Ciudad Nacional fuera la misma persona. Cada día desde entonces se recriminaba cómo se había mentido así misma tanto tiempo. La verdad estaba ahí, palpable frente a sus ojos. Pudo reconocer que Sam era la peligrosa worldkiller en un parpadeo, pero no unir las piezas que conducían a la radiante rubia. 

Y ahí estaba el principal problema. Se sentó detrás de su escritorio y masajeo su sien. Las nauseas habían cesado, pero persistía la pesadez. Se reclinó sobre su asiento y suspiro. Nunca debió haber permitido dejarse llevar por las emociones. Tras haber logrado salvar a Sam de la oscuridad con ayuda de Supergirl, o ahora con su nombre real, Kara Danvers y el DEO, recordaba claramente esa noche. 

Cómo luego de dejar que la rubia la trajera a su departamento, haberse tirado prácticamente en sus brazos y arrastrarla a una vorágine de emociones que le controlaban el alma desde hacía tanto. Claro al principio la heroína puso resistencia, alegando que aquello estaba mal, que ella salía con su mejor amigo James. Qué no podía traicionarlo así. Pero sólo basto aquellas mágicas palabras para cambiar todo "eres tú a quién deseo", había soltado Lena. Y ahí comenzó el incendio. 

Lo que vino luego aún la estremece. Esa noche por primera vez probó la miel de los labios de la rubia kriptoniana. Aún está grabada en cada célula de su cuerpo el sabor de aquella piel. La suave textura cómo el algodón que se mezclaba con ella, fusionándose en uno sólo. Las manos de esa hermosa heroína dibujando cada silueta suya y aprendiendo los rincones de su anatomía. 

Recuerda perder la conciencia en su tercer orgasmo. O cómo al despertar a la mañana siguiente, pudo memorizar la obra de arte que se hallaba a su lado, dormida plácidamente. 

Sin embargo, dos meses más tarde ella lo descubría todo. Kara le confesó la verdad tras ella acorralarla en su oficina de Catco. Esa tarde volvía una y otra vez a su mente. Otro intento de asesinato en su contra, aquello ocurrió mientras tomaban un café en el restaurante cercano a su nueva empresa, cuando de pronto varios sujetos armados ingresaron al lugar abriendo fuego en su dirección.

Y ahí estaba la soleada periodista, su única amiga desde que llegó a la ciudad, recibiendo los impacto de bala. Cierra los ojos y puede verse a sí misma llorar, pensando que la había perdido para siempre. Todo fue un borrón después de eso. Los hombres desarmados, desmayados tras ser atacados por un rayo veloz. Ella sentada en la oficina principal de la empresa de comunicación más importante. Y Kara a su lado sin un rasguño. 

Lena, estoy bien. Escúchame todo paso. Estas a salvo. Estoy aquí. 

Sus ojos agrandados a más no poder mientras veía a Kara cómo si fuera un fantasma. 

¿Cómo es posible? Dijo inocente. Te vi recibir todas esas balas. 

Soy Supergirl Lena. 

Desde entonces todo fue a peor. Discutieron, o mejor dicho ella discutió. Le recriminó su falta de honestidad, el engaño al que la tuvo sometida, su falta de confianza durante casi dos años. Kara rompió su corazón. 

Supconeshot (Wattys 2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora